Papa Júlu o la musicalidad del aceite según sus envases

La banda de rock y blues presenta Dando la lata, su nuevo trabajo

05 may 2018 / 10:53 H.

Tiene el aceite, según muchos estudios científicos, cualidades saludables casi para todo, pero lo que nadie había descubierto hasta ahora son las potencialidades musicales del “oro líquido”, que son tantas que hasta las latas que lo contienen son capaces de destilar buen rock and roll y el mejor blues.

Para muestra, un botón, o, mejor aún, un concierto que fue, también, todo un acontecimiento mundial: la presentación “urbi et orbe” de Dando la lata, el flamante disco que Papa Júlu dio a conocer al público en la Sala Kharma. La banda jiennense, liderada por Pedro Peinado, guitarrista con “cuarenta años de trayectoria”, en sus propias palabras, hizo las delicias del respetable con una actuación en la que los instrumentos tuvieron doble protagonismo: de un lado, por los sonidos que emitieron, envolventes notas que encandilaron a quienes apostaron por una noche de viernes roquera; y por el otro, por la naturaleza de sus materiales. Sí, que el trabajo discográfico de Papa Júlu lleve el título que lleva no es una casualidad, en absoluto: guitarras y bajos construidos a partir de envases metálicos de aceite de oliva, e incluso con cualquier continente reciclable, maravillaron a propios y extraños, por su originalidad y, sobre todo, por su peculiaridad sonora, tan distinta como atractiva: “Utilizo latas de cinco litros para todos los instrumentos, menos para la batería”: “Todo llegará”, asegura Peinado.

Voz e instrumentos ilustraron una actuación de lo más original, en la que los músicos estuvieron arropados por incondicionales, amigos, seguidores y, también, por curiosos que, en cuanto conocieron la fecha y el lugar de la presentación mundial de Dando la lata, hicieron hueco en sus agendas para no perdérsela. Un trabajo musical que ve la luz gracias al esfuerzo de Peinado y los suyos, sin más casa discográfica detrás que su propio tesón y amor al rock.

Los instrumentos construidos, detalle a detalle, con sus manos, la apuesta inquebrantable por la autenticidad y cuatro décadas de trayectoria avalan una sorprendente propuesta que tuvo, en el escenario de la Sala Kharma, rodeado de olivares y olivares machadianos, su bautismo de aplausos: todos los que agradecieron que Papa Júlu haga sonar el aceite.