Nayra y sus padres animan a luchar contra la adversidad
La familia porcunense protagoniza una campaña de Divina Pastora Seguros

Su historia conmovió a toda una provincia, especialmente, a Porcuna, donde tiene sus raíces familiares paternas. La pequeña Nayra, afectada por una extraña enfermedad coronaria, despertó la solidaridad de los porcunenses que movieron cielo y tierra para conseguir los 700.000 euros que necesitaba para ser operada en Estados Unidos. Desde Valencia, sus padres afrontaron con mucha valentía este reto que la vida les puso en su camino y, en tiempo récord, la lucha de toda una familia consiguió reunir este dinero y viajaron hasta California para la intervención. Hoy, ya recuperada, Nayra lleva una vida normalizada y feliz y sus padres animan a cualquiera que pueda verse en una situación similar a la que ellos se tuvieron que enfrentar a luchar y ser siempre optimistas ante el futuro.
Su historia es una de las tres que forman la campaña “Comparte el efecto Pigmalion”, de Divina Pastora Seguros, que se emite estos días en los principales canales de televisión nacionales. Con esta, tal y como explica la compañía, pretende generar un movimiento de “actitud” ante la vida. “Queremos invitarte a hacer del Efecto Pigmalión una realidad en tu vida diaria”, detalla. “Damos voz a tres historias reales para que te sirvan como ejemplo de que es muy fácil hacer llegar la confianza a la persona que consideres y acercarle un poco más a la meta final. Sus protagonistas nos dicen, desde el positivismo, que todo lo que nos propongamos en la vida lo podemos conseguir: unos niños de un Instituto de Santander que nos dicen que serán lo que quieran ser en el futuro; unos padres que animan a otros padres a luchar ante la adversidad de la enfermedad, siempre hay una esperanza y ellos lo consiguieron, y un amigo que le dice a otro que es un ejemplo de lucha y superación y que no se rinda porque la batalla del cáncer se puede ganar”, añaden.
“Nayra nació con una cardiopatía congénita muy complicada y con cuatro años nos dijeron que no podían operar”, explica su madre en el texto. “A principio nos lo tomamos fatal, yo me quería morir si ella lo iba a hacer. No encontrábamos solución y solo nos dijeron que disfrutásemos de ella”, relata. Y recuerda también cómo encontraron la luz con la posibilidad de operarla en California y cómo comenzaron la lucha para conseguir los 700.000 euros que necesitaban. Y aconseja a otros que pueden pasar situaciones similares: “Que no se rindan, que luchen, que en casa llorando no consigues nada”. “Muchos de vosotros recordaréis la historia de nuestra hija. A los que estáis luchando por salvar la vida de vuestros hijos, no os paréis”, anima la madre. “Nunca os paréis”, enfatiza el padre, mientras que Nayra saluda.