Muñoz Molina promueve El Quijote entre los niños

El escritor ubetense Antonio Muñoz Molina, que publica El verano de Cervantes (Seix Barral) sobre sus primeros acercamientos a El Quijote, abogó por las ediciones infantiles de la novela de Miguel de Cervantes para las etapas más tempranas de la educación y aseguró que “hay que procurar no ver a Don Quijote de la Mancha como un clásico”.

“La idea del clásico es una idea que a mí me parece bastante tergiversadora. Dices un clásico y eso parece que indica ya una cosa indiscutible, maciza, magistral y antipática”, apuntó el académico al respecto en un encuentro con medios de comunicación en la librería La Mistral de Madrid.

El escritor y Premio Príncipe de Asturias de las Letras publica este trabajo en el que recopila recuerdos de su infancia y sus primeros acercamientos a Don Quijote, así como las literaturas a las que ha influenciado la obra de Miguel de Cervantes. “Una sociedad que se va cerrando se va esterilizando”, apuntó Muñoz Molina.

Asimismo, señaló los autores influenciados por el Quijote, como Charlotte Lennox —que escribió La mujer Quijote—, Virginia Woolf, Charlotte Brönte, Gustave Flaubert o Stendhal. De tal manera, también subrayó la poca influencia que tuvo en España hasta la llegada de Benito Pérez Galdós.

Por otro lado, aunque no calificó a Cervantes como un “adelantado del feminismo”, Muñoz Molina sí destacó a los personajes femeninos del Quijote, que en muchas ocasiones pasan de ser “objetos” para la mirada masculina a ser “sujetos”. “Hasta determinado momento hemos seguido los cánones de un género literario establecido. Aquella que hasta ahora solo estaba mirada a través de los ojos de los hombres. Después de Marcela aparece Dorotea. Que Dorotea es un personaje, casi es mi preferido. Es una mujer que ha abandonado su casa para seguir al amante, al marido que se prometió con ella y que la ha abandonado”, zanjó el ubetense.

A la cuestión sobre si la literatura sigue teniendo el “poder de evasión”, el autor apuntó que la mente está dotada para “dejarse engañar” por la ficción, aunque en la actualidad “los poderes económicos y tecnológicos” que aspiran “al dominio” quieren robar “la conciencia humana”, para explicar que el poder de la “mentira”.