La señora del cante flamenco

La artista de Linares cierra la Semana de Estudios Flemencos de la Peña de Jaén, en la que le han precedido José Mercé, Víctor Monge “Serranito” y Paco Cepero

09 sep 2022 / 19:37 H.
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LA ENTREVISTA

La vida de Carmen Linares no ha cambiado sustancialmente desde que le fuera concedido, junto a María Pagés, el Premio Princesa de Asturias de las Artes este año 2022. Quizá porque antes de hacerse público, esta artista de Linares ya era todo un referente en el cante flamenco. Nacida en la ciudad de las minas, pronto partió hacia Madrid, donde comenzó a hacer sus primeros pinitos como cantaora con el profundo apoyo de su padre. Desde entonces, el flamenco la ha acompañado en su día a día, creciendo en lo profesional y personal hasta convertirse en la gran persona que hoy es. La Peña Flamenca de Jaén está en su corazón y en sus recuerdos, y este viernes acude a la cita en la celebración de su cincuenta aniversario. Será la última jornada de la XXXVII Semana de Estudios Flamencos, por la que ya han pasado José Mercé, Víctor Monge “Serranito” y Paco Cepero, en unos encuentros cargados de emociones y, sobre todo, de flamenco. Carmen Linares pone la guinda final en una tarde en la que Joselete de Linares pondrá también su cante en el escenario.

“Creo que un artista tiene que estar con su tiempo”

—Una vez pasada la resaca del premio Princesa de Asturias a las Artes, ¿ha cambiado en algo su vida personal?

—Bueno, estoy contentísima, como te puedes imaginar. Ha sido un premio muy importante para mí y para el mundo del flamenco. Es un reconocimiento, en definitiva, a nuestra alma, y a la labor de María Pagés y mía, pero sobre todo al gran arte que es el flamenco. Y bueno, mi vida no ha cambiado mucho, aunque estoy más contenta que antes de que me lo dijeran, claro (risas). Es un premio de mucha calidad y creo que la música flamenca tiene que estar ahí representada. Estoy deseando ya que llegue el día, será muy bonito.

—Se ha convertido en un referente, aunque no tenga el clásico registro de cantaora flamenca.

—Sí, cuando empecé no tenía el físico ni la voz clásica, es decir, los clichés de una cantaora. De eso hace ya muchos años y demuestra que el arte está por encima de todas las cosas. Yo nací en Linares, con una familia que amaba el flamenco, y tuve la suerte de coincidir con artistas muy buenos. Cuando tienes una afición, y Dios te ha dado también un don, luego tienes que trabajarlo mucho, estudiarlo y moverte por el mundo. Entonces demuestras que los clichés no valen nada.

—¿Considera que carreras como la suya han abierto un poco el mundo del flamenco más tradicional?

—Creo que un artista tiene que estar con su tiempo, aportando cosas y abriendo camino. Yo creo que he abierto algún camino y que he contribuido a que el flamenco sea más conocido. Todos los artistas de mi generación hemos intentado darle difusión, como Paco de Lucía, Morente, Camarón... No me gusta nombrar porque siempre me dejo muchos nombres. Todos hemos puesto nuestro granito de arena con nuestro buen hacer y nuestro compromiso.

—¿Cómo convive la Carmen Linares artista, la de los reconocimientos, con la Carmen Linares del día a día?

—Yo soy artista en mi profesión y luego soy madre de tres hijos. Cuando estoy en casa soy una persona normal, y cuando salgo al escenario lógicamente soy artista. Pero es la misma persona la que entra y sale del escenario. Simplemente ejerzo una profesión tan bonita como es la de cantar. Y las dos facetas se llevan fenomenal. Me gusta mucho estar en casa, con mi marido y mis hijos, irme de viaje con ellos, al cine o al teatro. Las dos partes conviven muy bien porque la armonía que tengas en tu vida privada influye mucho en la vida artística. La gente del pop o del rock y géneros más populares tienen un planteamiento distinto, y entiendo que se tienen que proteger porque el público los conoce mucho y puede ser más invasivo. Pero en cambio yo salgo ahora mismo en Sevilla por la calle y no me conoce nadie. Que me reconozcan no ocurre muchas veces, y siempre es muy agradable.

—Lleva 40 años de carrera y este año realiza una gira para celebrarlo. ¿Sigue con las mismas ganas de subirse a un escenario?

—Sí, absolutamente. Cuando uno ya no tiene ganas de subirse al escenario es mejor retirarse. Como es lógico, ahora cuido más el tema de las actuaciones. Antes trabajaba muchísimo porque era muy joven y es el momento de actuar. Ahora también lo hago, pero las selecciono para estar muy bien en el escenario y poder dar todo lo que tengo dentro. Está siendo una gira muy cómoda, pero muy bonita. Es más, el próximo 29 de septiembre vengo a Jaén para actuar y tengo muchas ganas.

—Llega a la Peña Flamenca de Jaén en su 50 aniversario, ¿Qué espera de este encuentro?

—Estoy muy contenta de estar en la Peña Flamenca hoy. Es una peña muy importante para el mundo del flamenco, ha sido una de las pioneras y lleva 50 años, con gente que la ha llevado muy bien. Se han organizado muchísimos festivales, muchas actuaciones. Esa peña ha tenido y tiene mucha vida. De hecho, sacaron la revista Candil, que está presente en toda España. En mi casa tengo toda la colección. Estoy muy contenta de volver a Jaén, donde tengo tantos recuerdos, muchos de ellos de gente maravillosa de la Peña Flamenca, que ha luchado mucho porque se hicieran cosas, como Rafael Valera, José Luis Buendía, Rosario López, Carlos Cruz... Siempre me acuerdo de un disco que hicimos que se llama Canta a Jaén. Lo hicimos allí en la antigua Peña, con grandísimos artistas jiennenses. Lo pasamos muy bien y fue un disco muy bonito. Hoy además cantará Joselete de Linares, un muy buen cantaor de mi tierra, y van a estar todos mis amigos apoyándome y dándome calor. Yo contentísima. Jaén siempre se ha volcado conmigo y se lo he agradecido siempre mucho. Intentaré devolver el cariño el próximo día 29.

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