La seña perpetua de la provincia

La obra coral “Esencia de olivo” reúne 26 relatos cortos de diversos estilos

10 oct 2019 / 16:33 H.

Serían los fenicios quienes trajeron consigo, hará unos tres milenios, el cultivo del olivar. Al igual que su crecimiento y germinación, el conocimiento de la sociedad también actúa como tal, en calidad de un “ser vital” al que hay que cultivar y trabajar para su brote. Una de estas labores bien la desempeña la literatura, la cual es vehículo indiscutible de conocimiento sobre aquello que se desconoce o, incluso, se cree conocerse de sobra. Si algo existe como sello distintivo de la provincia de Jaén es su olivo, su oro líquido. Pues bien, unas trescientas treinta páginas vienen a ofrecer la narrativa como herramienta para “hacerse” con el conocimiento de la seña perpetua de la provincia. Esencia de olivo es el título que recibe la obra coral presentada en el Aula de Cultura de la Diputación Provincial. Su germen es la recolección de los 26 mejores cuentos presentados al II Premio Internacional de Relato Corto sobre Olivar, Aceite de Oliva y Oleoturismo —el único con esta temática concreta que se organiza en todo el mundo—. Está impulsado por la Asociación Cultural Másquecuentos, la cual puede sentirse orgullosa de que, en su segunda edición, haya recibido relatos de un centenar de personas de doce países distintos.

No fue para menos, la obra nacida de esta iniciativa, Esencia de olivo, bien merecedora fue de una puesta de largo que contó con el diputado de Promoción y Turismo, Francisco Javier Lozano; una de las autoras del libro, María Socorro Mármol; y los representantes de sus patrocinadores, la presidenta de la Fundación Unicaja de Jaén, Carmen Espín; el presidente de la Cooperativa San Vicente de Mogón, José Gilabert; y el director de la editorial Líberman, Pedro Molino. Todos ellos transmitieron palabras de agradecimiento, en parte, por haberse visto tan bien arropado el certamen internacional promovido por Másquecuentos. “Los tiempos cambian y cada vez más van surgiendo nuevas formas de promocionar los lugares. Sin duda, la literatura es una de las mejores herramientas para dar a conocer nuestra principal seña de identidad, que es el olivo”, sostuvo Lozano. Su idea la suscribieron el resto de interlocutores que poblaron la mesa del Aula de Cultura. “Me ha dejado impresionada la capacidad narrativa que tienen los autores para escribir relatos tan profundos y con diversas líneas de lectura. Ha nacido un nuevo tipo de literatura”, mantuvo Espín.

Por su parte, Gilabert resaltó su agradecimiento por haberse contado con SCA San Vicente de Mogón para el proyecto, al que calificó como “muy importante para difundir el trabajo también en el sector oleícola”. María Socorro Mármol intervino en calidad de autora del libro y representante de todos los relatos que lo integran y han formado parte del certamen. El primer premio recayó en manos de la autora manresana Laura Hierro, a quien se lo confirió el escritor que presidió el jurado, Salvador Compán. Si bien, algunos autores no quisieron perderse el “estreno” de la obra coral de la que han formado parte, además, por una buena causa. Y es que, como dijo Pedro Molino en su intervención: “El olivo tiene a quien le escriba y cuente una historia cargada de cultura”. Los beneficios de la venta de Esencia de olivo se destinarán a sufragar nuevos certámenes.