La huella de Santa Teresa en la obra de Cristina Lucas
El Museo Nacional de Escultura hila el legado de la mística en una muestra

Qué puede tener en común la vida de la mística Santa Teresa de Jesús y la obra de la jiennense Cristina Lucas? El camino que conecta la singularidad de una poeta con las creaciones contemporáneas de otra artista singular. Un camino guiado, en ambos casos, por el sentido de la espiritualidad y la creación. Esta es la idea que se refleja en la exposición Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas, que se puede visitar hasta el próximo 28 de febrero en el Museo Nacional de Escultura, ubicado en Valladolid.
Cerámicas, dibujos o “performances” como el que expone la reconocida jiennense. Todo ello para trata de mostrar la fuerza con que la espiritualidad, la religiosidad y lo sagrado son hoy sustento de la creación el grupo de veintiún artistas contemporáneos, de reconocido prestigio, que junto con Cristina Lucas han sido seleccionados por la comisaria de la muestra Rosa Martínez por su conexión temática, conceptual o existencial con la figura y el legado de Teresa de Jesús, de la que se ha celebrado en 2015 los 500 años de su nacimiento. La muestra interpreta en su título uno de los versos de la santa, el del conocido poema Nada te turbe, nada te espante, “que se convierte aquí en el más sencillo ‘Nada temas’, como traducción del impulso a superar los obstáculos y los miedos. Al conjugarlo con la segunda parte del título del misterioso libro de la escritora Marguerite Duras, Détruire, dit-elle, se conectan el pasado y el presente, y se pone el acento en que las palabras son vehiculadas por voces de mujer”, explica la directora artística, que añade que esta exposición se inscribe así en el campo de la revisión crítica de la historia, a la vez que potencia lo femenino como acercamiento al misterio de la existencia y como vehículo de conexión con lo sagrado.
En cada una de las obras resuena el deseo de ir más allá de lo establecido y buscar nuevos sentidos en su paso por el mundo. Concretamente, Cristina Lucas expone su “videoperformance” Habla. Cuando terminó de esculpir su Moisés, Miguel Ángel, orgulloso del realismo conseguido, le golpeó la rodilla y le dijo: “Habla”. En esta obra, Cristina Lucas retoma ese gesto y, armada con un mazo, destruye una reproducción en yeso del Moisés. Esta figura bíblica —profeta, legislador y figura central del monoteísmo— personifica el autoritarismo patriarcal. La acción es un ejercicio literal y alegórico de destrucción de un ídolo y condensa múltiples capas de lectura: un ataque a esa autoridad, perpetuada a través de la religión; la necesidad simbólica de “matar al padre”, apuntada por Freud; y la idea de apropiación de la obra ajena como crítica a la teoría del genio. Es la otra forma de ver a una santa cuya valentía la llevó a enfrentarse a la jerarquía eclesiástica.