Juan Amodeo: Torbellino de puro humor sin filtros
El humorista sevillano llega mañana al Infanta Leonor con Avenate
LA ENTREVISTA
Un Avenate es un ataque de locura o esa acción que se hace sin aparente sentido. Esa es la palabra que Juan Amodeo eligió para su nuevo espectáculo, un universo humorístico lleno de improvisaciones, anécdotas graciosas y alguna que otra sorpresa única. A pesar de empezar en el mundo de las redes sociales, el humorista sevillano confiesa que en el escenario es donde mejor se desenvuelve. Este domingo 23 de marzo, a partir de las siete de la tarde, el público jiennense podrá disfrutar de su carisma sobre las tablas del Teatro Infanta Leonor.
—¿De dónde saca la inspiración para sus monólogos?
—La vida cotidiana tiene muchas cosas graciosas en las que no nos fijamos. El trabajo del humorista es precisamente eso: fijarse, reírse de uno mismo y superar el día a día. También intento adaptar el espectáculo a cada sitio al que voy, me informo para que la gente sienta que es algo único.
—¿Qué puede esperar el público de Jaén de su espectáculo?
—Obviamente, hablaré de Jaén y de cosas típicas de allí. Tengo familia allí, me están contando cosas y llegaré con ellas. Aparte del show entero, también quiero que se rían y se vean reflejados en las historias de su tierra.
—¿Siente que su estilo cambió con el tiempo?
—Creo que es el mismo, pero cuando creces y cumples años, eso evoluciona. Las redes sociales, por ejemplo, están en un punto muy bueno, haciendo un humor de calidad y con mucha competencia.
—¿Cómo ve el panorama del humor en España?
—Se habla mucho de los límites del humor, pero creo que no se trata de si hay o no. Todo depende de cómo los trates. Si no te ríes de alguien, sino con alguien, eso cambia. Hay que saber poner el humor en contexto, ya que la mentalidad de la gente evoluciona.
—¿Le pasó alguna vez que un chiste no fuera bien recibido?
—Me pasa mucho. Y, a veces, los chistes que creo que son más flojitos son los que más gustan. En cuanto a los límites, como el show se llama Avenate, me permite esa licencia de perder los papeles. La gente sabe que está escrito en un contexto de humor, que no hay mala intención.
—¿Qué es lo más gratificante de dedicarse a la comedia? Y al contrario, ¿lo más desafiante?
—Lo más gratificante es recibir mensajes cuando terminas un show o haces un vídeo, y la gente te dice que les has arreglado el día o les has ayudado con algo. Lo más difícil es mantenerse ahí, reinventarse constantemente.
—Si no fuera cómico, ¿a qué cree que se dedicaría?
—Payaso de circo. Me gusta mucho hacer reír a la gente y seguramente habría ido por un camino similar al que hago.