Javier Marín López impulsa una edición del Festival de Música Antigua centrada en el amor
El director detalla que Úbeda y Baeza acogen una programación que combina estrenos, patrimonio musical y experiencias únicas en espacios históricos, del 22 de noviembre al 8 de diciembre
LA ENTREVISTA
Álex Roig: El Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza celebra este año su 29 edición con una programación muy especial en la que se apuesta por la recuperación musical. Su director, Javier Marín López, explica la labor de acercamiento a la ciudadanía. Además, la mayoría de estos espectáculos serán de entrada libre o a precios reducidos. La temática de este año se centra en el amor como elemento vertebrador de los conciertos, en los que se recuperan sonidos de hace 500 años para hacerlos llegar a la sociedad actual a través de algunos maravillosos escenarios patrimoniales.
—¿Por qué se dedica al amor?
—Tratamos de elegir grandes temas de la historia de la cultura que han servido como motor para la creación artística, y en este caso pues nos parecía que este permite aglutinar una programación que articula distintos conciertos dedicados a las distintas dimensiones del amor tanto en su versión sacra como en su versión más secular. Todo ejemplificado en distintos conciertos monográficos desde prácticamente la Edad Media hasta nuestros días.
—¿Qué novedades presentan?
—La novedad es el propio programa en sí mismo. El festival, si por algo se caracteriza, es por presentar anualmente muchos programas de estreno, de encargo, y con recuperación de patrimonio musical, es decir músicas desconocidas que hasta entonces no se habían interpretado o se han interpretado poco y el festival a lo que aspira es a rescatar un poco del olvido a estas creaciones y ofrecerlas a la ciudadanía
—¿Algún concierto le ilusiona?
—Cada uno tiene su peculiaridad, sus singularidades y su interés al fin y al cabo. Tenemos también grupos de muy distinto perfil, desde grupos ya consagrados en el mundo de la música antigua, como es el caso de Al Ayre Español, con otros de muchísima proyección como por ejemplo Cantoría. Al final ofrecemos distintos tipos de concierto en el programa, para ocupar distintos espacios.
—¿Qué supone celebrarlo en Úbeda y Baeza?
—La emoción de escuchar un concierto en un espacio del siglo XVI, a un metro del músico que está tocando, son experiencias de mucha emoción y que obviamente son intransferibles. O las vives o no, y el festival da la oportunidad de hacerlo y además permite que el público pueda vibrar con el artista, estando cerca de ellos y escuchando música en un espacio que tiene 500 años y música que no ha sonado desde hace 500 años.
—¿Un mensaje para la gente?
—Sobre todo a aquellos que no conocen el festival, les invitaría a que asistieran a un concierto, solo a uno, el que ellos elijan. Les invitaría a que se dieran la oportunidad de experimentar algo nuevo aunque parezca que no les genera interés, y a partir de ahí ver cuál es su respuesta.