El mundo manga se hace con Jaén

Un sinfín de fans abarrota el salón de ocio alternativo que mezcla videojuegos y disfraces

11 sep 2016 / 11:25 H.

El rango de personajes va de los clásicos Pikachus a lo que parece un miembro de la serie Fairy Tail. “Es una ficción sobre magos que se agrupan en gremios para conseguir objetivos”, comenta Cintia, de Granada. Ella misma se ha construido su imponente disfraz para “deambular” por esa inmensa pasarela del JaénGo, el Salón Manga, cuya jornada sabatina, en la Ifeja, albergó más de dos mil fans de la cultura japonesa.

Eran las cinco de la tarde. Es sábado y los jóvenes se contaban por decenas en el exterior del edificio Activa Jaén. Dentro, “hervía” la cultura alternativa. Personajes de todo de tipo y expositores como los de “Blandito Shop” para adquirir las última “fricada”. “Se vende de todo, aunque ahora la pokemonmanía se encuentra en pleno auge. Otro de nuestros productos estrella es la tómbola con chapitas”, comentó Carolina, la propietaria.

Los juegos de rol se sucedían en mesas. Un buen grupo de jóvenes compiten en “Dragones y mazmorras”. “Nos ha encantado la iniciativa, sobre todo el buen ambiente que hay”, apostilló uno de los jugadores, Carlos Haupter, de Andújar. Entre las más de ochenta actividades se hallaba el juego del té, liderado por el mítico Doctor Who. “Gana el que logre mantener la galleta mojada en el té sin caer”, explicó Daniel Ferrer, de la firma organizadora Fusion Freak.

Más que un salón parecía una gran fiesta del manga. La animación se palpaba en el ambiente. La gastronomía se combinaba con los juegos, las exposiciones de Harry Potter con reconocidos cosplayers y la música con los vistosos bailes. Sobre el escenario el grupo IAM+ bailaba lo último en danza asiática y coreana, el “kpop” y los personajes de la legión 501 de Star Wars servía para inmortalizar el momento. Desfilaban, escenificaban batallas y junto a ellos colas de aficionados de la saga esperaban hacerse una fotografía con la legión.

Tras un paseo por la primera planta del JaénGo, el recorrido continuaba unas escaleras más arriba, en el pabellón superior. Con no menos jóvenes resultaba ser una exhibición de videojuegos. Decenas de pantallas para pasar un buen rato de diversión con los personajes favoritos. El Salón Manga también se convirtió en un apoyo para los jóvenes artistas e ilustradores como Candelaria Ponce de León. Es de Bailén y exhibe sus coloridas ilustraciones. “Hago dibujos de series y también originales”, subraya y añade: “Este tipo de iniciativas nos ayudan a darnos a conocer al público, que muchas veces piensa que los dibujos son copia y pega de internet. Detrás hay un enorme trabajo de elaboración”. Hay talleres de artesanía, para hacer hama (figuras con unas perlas de plástico) o pai pai, entre otras. También los coleccionistas tuvieron su espacio con todo tipo de videojuegos “retro”, por poner ejemplos. Ni un minuto para aburrirse. El trasiego de los más de dos mil amantes de la cultura del cómic “revolotea” por un escenario convertido en un auténtico ocio alternativo. Una fiesta que sigue hoy.