Cabra del Santo Cristo estrena exposición colectiva

Siete grandes nombres se aúnan en una sola muestra para plasmar el trabajo realizado durante la segunda residencia artística celebrada en Cabra del Santo Cristo. Esta iniciativa cultural promovida por el Ayuntamiento del municipio reunió a varios de los mejores artistas emergentes del panorama andaluz. Iván Izquierdo, Cristina Megía, Jesús Montoya, Agus Díaz, Helí García, Pepa Salas y Manolo Pérez son los siete nombres que con su pintura, escultura y diseños, desarrollados durante el tiempo de residencia, conforman la exposición El año del dragón veleta que se inauguró en la sala de exposiciones Juan Antonio Díaz.

Reunir a un grupo de artistas para que trabajen juntos durante un tiempo lejos de su ambiente habitual suele tener consecuencias, y casi todas positivas, como ya se demostró con la celebración de la primera residencia en 2018, motivo por el que, un año después, se repitió. Esos frutos son los que recoge esta exposición, que se podrá visitar hasta finales de abril.

Los siete integrantes cuentan con amplia experiencia artística y expositiva y han recibido importantes premios y distinciones. Algunos, incluso, compaginan esta faceta con la actividad académica. Si algo tienen todos en común es la pasión y la fuerza creadora que les vincula con el mundo del arte contemporáneo.

Esta segunda edición de la residencia artística contó con cinco artistas que ya estuvieron en la primera, incorporando a Cristina Megía, pintora e historiadora del arte, e Iván Izquierdo, artista versátil y multidisciplinar con gran experiencia en diseño, que desde un primer momento crearon sinergias a la perfección con los otros cinco integrantes del grupo.

EXPOSICIÓN. La muestra contiene obras tanto individuales como colectivas, pero en ellas siempre está presente la influencia de una convivencia con el resto de artistas y las ideas que esta pudo hacer brotar: la capacidad narrativa del pintor Helí García, la destreza cromática del escultor Jesús Montoya; la impronta contemporánea de Manuel Pérez, que se enlaza con la creación artística más ortodoxa; o la expresividad de la pintora Pepa Salas, que un año más regresó de Alemania para formar parte de esta experiencia.

Las obras cuentan también con influencias del lugar donde fueron creadas, y es que los artistas estuvieron desarrollando su labor en la casa y los jardines del escultor Rafael Rubio, un lugar mágico y sugerente que propicia la creatividad situado en el corazón de Sierra Mágina, donde ya esperan su regreso con una nueva residencia.