“Experimentar con la narrativa es mi reto”

Tomás Afán - Dramaturgo

08 jun 2020 / 12:20 H.

—Acaba de recibir el premio del VI Certamen de Relatos Cortos sobre Derechos Humanos de Amnistía Internacional Andalucía. Se alza con la obra La Fuga, ¿de qué trata la misma?

—En realidad normalmente escribo teatro, todos los premios que tengo son prácticamente de mi trabajo teatral, argumentos que desarrolló a través de diálogos dramáticos y, en esta ocasión, me apetecía probar un nuevo género, la narrativa y esta obra es la historia de un personaje, aunque en principio la ambigüedad de la historia permite pensar que no es un humano, pero que se desarrolla en el ámbito de las nuevas tecnologías y que en una doble lectura puede tener que ver con la situación de la inmigración. Esta historia ocurre en un nivel de lectura, aunque de forma más obvia transcurre en el mundo de lo virtual.

—¿Cómo ha recibido la noticia de que su obra es la ganadora de esta sexta edición del certamen?

—Con alegría, precisamente por lo que comentaba. Tengo muchos premios, muchos textos editados y muchas obras representadas a nivel teatral, entonces el hecho de conseguir un premio en el ámbito de la narrativa abre una puerta para explorar otro territorio en el que desarrollar la creatividad y me anima a continuar, incluso en un formato más largo porque este es un relato corto, y probar alguna experiencia con la narrativa de largo recorrido, incluso vislumbrar la posibilidad de escribir una novela en el futuro.

—¿Cómo es esa puerta que se abre y da opciones de llevar su creatividad más allá?

—Cuando tengo el chispazo de una historia que me apetece contar, en principio, recurro a la estructura del dialogo teatral porque me resulta más familiar, pero sí que es cierto que cuando me surja una nueva idea puedo tener una doble posibilidad, desarrollarla a través de la narración o del teatro. Todavía no tengo una historia concreta, aunque tengo un listado, me baso mucho en la prensa, recojo historias y pienso si puede dar para un escrito dramático. Seguramente, de esas opciones que tengo ahora es posible que alguna termine siendo una narración, pero es pronto para saberlo.

—Entre diálogo teatral y narrativa, ¿cuál es un reto mayor a la hora de sentarse y escribir?

—Yo controlo perfectamente los entresijos de contar una historia a través de la teatralización, pero ahora, para mí el reto es experimentar con otras herramientas y que me son un tanto ajenas como puede ser la descripción u otros elementos de la narración en los que no prima tanto la acción y son más contemplativos. Mis obras cuentan con mucho diálogo, en las que pasan cosas constantemente y en la narración tendré que buscar la forma de mirar a mí alrededor para asentar el entorno narrativo.

—Sobre el teatro, siendo dramaturgo, ¿cómo ve el futuro del mismo en este momento tan incierto tras la crisis sanitaria?

—Con mucha preocupación. La perspectiva en esta situación es alarmante porque hay una serie de compañías y profesionales que están parados y no se sabe cuándo van a poder desarrollar su trabajo. No existe en este momento un protocolo ni se está desarrollando ninguna fórmula como sí se hace en el ocio de bares o de centros comerciales. Sin embargo, parece que el teatro no preocupa demasiado como para dar con ideas que permitan que se desarrolle adecuadamente. Sin embargo, si esta actividad no se considera una prioridad es más complicado dar con resultados y existen aficionados al teatro que también quieren disfrutar de obras aunque sea en condiciones de aforo limitado.

—¿Qué propuestas ponen las compañías o los actores y dramaturgos para lograr que esta crisis cese cuanto antes y los teatros vuelvan a abrir?

—Pues estamos lanzando todo el tiempo ideas, propuestas, no paramos de trabajar y estamos mandando correos e información. Buscamos propuestas, los pequeños formatos, sin embargo nos encontramos con que parece que, hasta el momento, no contamos con una respuesta que sea clara.

—A su juicio, ¿deberá el teatro adaptarse a los nuevos tiempos a la hora de crear obras y representarlas para evitar los contactos durante este tiempo?

—Sí, en el momento en la que haya una representación donde haya que guardar la distancia de seguridad se debe hacer. No es complicado adaptar una obra a algo así para mantener las distancias, no es un grave problema.

—¿Cómo ha vivido este periodo de confinamiento?

—Este periodo en realidad nos sirve de inspiración para algunos autores. He escrito bastante tras esta nueva situación en la que se nos desvelan nuevas perspectivas sobre la libertad y otras temáticas tan importantes como el contacto humano, la importancia de la cercanía familiar y otros temas sociales en los que vemos que está cambiando todo. Creo que los dramaturgos tenemos una importante labor para aportar nuestra visión porque el teatro, tal y como lo concibieron los griegos, era una especie de respuesta desde el escenario a los conflictos sociales más importantes para generar un debate. Es necesario que estas visiones puedan ser confrontadas con la sociedad. Este es un conflicto universal que necesita verse reflejado en el escenario y el teatro es el mejor medio para ello al ser inmediato y cercano.