Tres horas sin ruido por el autismo

Los caseteros se quejan por la hora establecida y por las pérdidas que causa esta acción

15 oct 2019 / 11:56 H.

La Feria de San Lucas vivió un hecho insólito. Durante tres horas, desde las 18:00 a las 21:00 horas, el recinto Alfonso Sánchez Herrera se quedó sin ruido para que los niños con autismo pudiesen disfrutar de las fiestas sin sufrir y con tranquilidad. De esta manera, se apagó la música de las casetas y las atracciones y los más pequeños que sufren este trastorno vivieron un día especial junto con sus familias.

Desde la Asociación de Autismo de Jaén se mostraban orgullosos por esta “magnífica idea” que el Ayuntamiento de la capital incluyó como novedad en la programación de San Lucas. Para el concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio, José Manuel Higueras, supone una idea innovadora y que sirve “para que las personas sensibles a la contaminación acústica puedan pasárselo bien en un día sin ruido”. Los familiares de niños con autismo llegaron al recinto ferial con ilusión y sin tener que pensar en el sufrimiento de los enfermos con los sonidos. Además, para mejorar este aspecto durante los días festivos, el Ayuntamiento también hizo un hilo musical para que todas las atracciones pusieran las mismas canciones y con menos volumen. Esta acción estuvo muy vigilada en los primeros días de feria por la Policía Local que, incluso, tuvieron que advertir a algunos feriantes por no cumplir esta norma y poner su propia música.

Por otra parte, la Asociación de Caseteros se quejó por la hora establecida para dicha acción, ya que se vieron afectados los negocios y la gente se marchó del ferial, dejándolo “desierto”. Aunque el colectivo empresarial sabía de antemano que se iba a apagar la música de todos los establecimientos, no esperaban que les fuese a perjudicar gravemente. “Apoyábamos la iniciativa para conseguir que personas sensibles a la contaminación acústica puedan disfrutar de unas horas de esparcimiento y ocio en el recinto ferial, pero creíamos que tendría un mayor impacto para el disfrute de este colectivo al mediodía, de 13:00 a 16:00 o de 14:00 a 17:00 horas, donde pudieran disfrutar de la comida. Y así también supusiese una menor pérdida económica”, manifestaba la asociación con una nota.

El presidente de este grupo, Alberto Palomo, se mostraba apenado porque los empresarios “perdieron un día de feria”, ya que la mayoría de las personas abandonaron el recinto ferial. “Ha sido cortar la música y la gente se ha ido al centro y se quedaron las casetas vacías, un desierto. Podemos apoyar un colectivo, un ferial accesible a todo el mundo pero el ferial es un negocio y no podemos cortar la esencia porque quitas la fuente de ingresos a los caseteros”, declaró Palomo, que buscó soluciones en reuniones con el Ayuntamiento, como la de cambiar el horario establecido que no llegaron a buen puerto. “Los clientes piensan que les hemos engañado porque ponemos canciones durante una hora y luego te la quito, hay un malestar, ya que nos quita un órgano vital, los caseteros cuando se ponen a vender es con música”, concluyó Alberto Palomo en declaraciones a Diario JAÉN.