Más de dos décadas con el fino humor satírico de las chilindrinas

Nada como el humor para entender mejor la sociedad actual. Bien lo saben los jiennenses, que desde hace más de veinte años acuden a la lonja de la Diputación Provincial, en la Plaza de San Francisco, para ver las chilindrinas, los “tirones de oreja” a los políticos —locales e internacionales— con una fina sátira al más puro estilo jiennense. Una tradición arraigada en la Feria de San Lucas, que toma el día grande de la festividad para mostrar sus leyendas, ilustradas con imágenes para retratar situaciones que bien conocen los vecinos de la capital y, también, de la tierra del mar de olivos.

“Ni Ave, ni talgo, ¿de Jaén por dónde salgo?”, “El aeropuerto a Granada y con eso nos callaron y ahora, con el ave la cagaron”, “Si quieres viajar de Jaén a Madrid por Granada, Antequera y Córdoba has de ir”. Que la situación ferroviaria de la provincia es una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía es un hecho, más que palpable con la muestra humorística de las chilindrinas. Los asistentes leían con detalle cada una de ellas y asentían, entre comentarios de aprobación y sonrisas. Porque, como dicen, “es mejor reír que llorar”, y en la provincia hay casos suficientes para soltar la tristeza a mandíbula batiente.

Entre los visitantes estaba el alcalde de la capital, Julio Millán. “Las chilindrinas son una cita obligada de cada San Lucas, es una costumbre visitar la fachada de la Diputación Provincial para conocer la crítica satírica de la actualidad política de Jaén y del país, siempre a través de una asociación tan señera como es ‘Arco del Consuelo”, dijo el alcalde, y añadió: “Es una ocasión para sonreír, es positivo y un aliciente más para visitar el casco antiguo”. Un alcalde que también tuvo su hueco en el panel: “¿Dónde estará aquella escoba que una vez fuera de plata y ahora ni siquiera sirve para matar una rata?”. O, con el transporte urbano: “Dicen que va a terminar el negocio de Castillo. Todo sea por mejorar para llegar puntual a recoger al chiquillo”. Sin olvidar el corazón económico de la capital: “Comercio de Jaén, ¡qué penita me da! Con sus persianas “bajás”. Mientras otros crecen Jaén desaparece, y los políticos ni se estremecen”. Aunque, también hay sitio para un toque positivo (con final ácido): “Otro año que hay que hablar de este estupendo museo. Hartos ya de dibujar ese objeto de deseo. Desde que se inauguró tenemos el continente, pero el contenido no”. ¿Lo han adivinado? Así es, se trata de una clara mención al Museo Íbero, con sus salas aún sin llenar del todo, a la espera de más piezas.

“Las chilindrinas son un tirón de orejas, para lo malo y para lo bueno; cultura y deportes, por ejemplo, se llevan un aplauso por las alegrías que no han dado”, afirma Antonio Lozano, actual vicepresidente de la Asociación de Vecinos Arco de Consuelo que ha dado “un paso al lado” para la nueva presidenta, Isabel Vilches. Él también tiene su propia chilindrina: “Después de tanta vara y de tanto trabajado, al final Antonio para y la vara ha entregado”. Él lo señala, entre divertido y orgulloso. Explica que de las leyendas se encargan en la propia asociación, para dar anonimato a la crítica. “Si alguien tiene una queja, que nos lo diga a toda la asociación”, defiende Lozano. En 1998 comenzó esta muestra del humor más jiennense que cuelga de la verja de la Diputación. El colectivo publicó un libro para celebrar los 10 primeros años y preparan otro más para recordar los 22 que cumple.