Ayax y Prok “rompen” el auditorio a base de música rap

La música urbana se da cita con los amantes del género en la capital. Miles de jóvenes se agolpaban durante los minutos previos para desatarse durante las siguientes horas. A través de rap, urbano y reguetón, el público, mayoritariamente joven, se dio cita para bailar, cantar y vivir juntos una noche frenética que daba comienzo a una feria que, al igual que el concierto, se vivirá con una intensidad sorprendente. Al comienzo, la música ya auguraba el ambiente perfecto en el que se iba a mover el concierto. Los allí presentes corrían tratando de ponerse lo más cerca posible del escenario y ya bailaban al ritmo de canciones latinas, rap y mucho “flow”.

Ya calentaban para la que se presuponía, y así fue, una noche para el recuerdo para todos los asistentes. La primera sorpresa llegó con un pequeño concierto que dio J.DOSE. Nada más llegar aseguró que era consciente de que el público esperaba a los hermanos, pero que quería que todos ellos disfrutasen con su música. Una pequeña sorpresa que gustó e hizo la espera hasta la llegada del plato fuerte mucho más agradable a los jiennenses, a los que el artista agradeció su calor. Durante más de media hora entonó sus propios temas, homenajeó a su madre y cantó un tango rapeado que compuso con su padre.

Sin embargo, aunque desde el inicio el público estaba entregado, las estrellas eran Ayax y Prox y esperaban con ansias su llegada para cerrar con broche de oro la gran noche. Empezaron los chillidos, los asistentes coreaban los nombres de los artistas que estaban por venir y cuando las luces se apagaron empezó todo. Y enloquecieron. No podía ser de otra forma, en cuanto los hermanos subieron al escenario se sintió una química con los asistentes que era perfecta. La noche no acababa más que comenzar, pero el arranque fue estupendo. Después, tiempo para bailar, cantar, rapear y abstraerse con las melodías y las letras de Ayax y Prox.

Cada canción, cada letra que entonaban era repetida por todas y cada una de las más de 2.000 personas que se acercaron al Auditorio de la Alameda para vivir de primera mano un concierto de música urbana que encandiló a los más jóvenes durante varias horas de la noche.