Donde nace el Guadalquivir

El encanto del peculiar carácter serrano en un municipio que enamora al visitante

27 mar 2016 / 10:35 H.

De Quesada te enamoras con motivos. Es arrebatadora, llena de dulzura como la sierra que la cobija dando carácter a los que tienen la suerte de habitarla. Ya no puedes querer a otra, la pensarás como aquella compañía con la que obsesionas emparejarte. Cuando el viento que baja suave del Puerto de Tíscar te abrigue el alma, comprendes que amas todo aquello que ves. Te envolverán sus virtudes inmateriales que son sus quesadeños, aderezados con los de las pedanías de Belerda, Don Pedro, Tíscar, Collejares y El Cortijuelo, quienes te abrazarán con su acogedora hospitalidad, solo por agradecer tu visita. Podrás caminar con vistas desde cualquier punto a la Sierra de Quesada —integrada en la de Cazorla, Segura y las Villas—. Calles entrañables, de gran personalidad, arabescas de trazado y colmadas de detalles en los que detenerse, en especial al llegar al Museo Rafael Zabaleta, ahora también de Miguel Hernández y Josefina Manresa. Dentro quedarás admirado de una inigualable obra pictórico-artística, tesoro luchado desde y para Quesada. Visita inexcusable será también la Villa Romana de Bruñel, o las pinturas rupestres protegidas por abrigos naturales.

Dedica unos minutos al placer de una hogaza de pan y aceite de oliva, variedad Royal, singular de la zona y exquisito sabor. Con las viandas ingeridas acércate a la montaña más bonita que podrás conocer, donde nace el Guadalquivir. Quizá por eso, porque lo hace en Quesada y todo el Sur bebe de él, Andalucía es el mejor lugar del mundo para vivir. Pero la suerte será si uno de sus habitantes te lleva hasta el mágico Tíscar, donde Antonio Machado sucumbió ante la patrona de la comarca —querida tanto por quien cree, como el que no—, donde hay un águila gigante, siempre las alas abiertas, y el río azul está en sus brazos. Allí, sube a su Castillo, baja a la Cueva del Agua, y al cruzar del túnel, te embriagará la pasión a ese lugar y a todo el que tengas cerca. No hay vez que al ir no suceda ese prodigio. Estas letras me dan la dicha de compartirlo e invitar a experimentarlo. Si en aquel lugar te besan, no te pille de sorpresa. Aconsejo ir en la Feria, Romería, San Sebastián, la “traída de la Virgen”, o cualquier día pues siempre serás bienvenido. Si algo se puede añadir, nada mejor que uno de los sustantivos que dan mayor universalidad a esta población: Quesada Solidaria (ONG), compendio de lo narrado, personificado en ellos. ¡A tantos quesadeños que hacen esta sangre correr!