Orgullosos iberos de La Loma
Ibros por el Deporte fomenta el compañerismo y la vida sana entre jóvenes y niños




En este pueblo es más fácil que conozcan a uno de sus “hijos” por su mote, por ser “el nieto de Antonia” e, incluso, por donde vive, antes que por su nombre y apellidos. En Ibros, cuando hay una boda, se para sin problemas el tráfico en la plaza de la iglesia, un templo que parece que son dos, por estar consagrado a San Pedro y San Pablo; en la feria, los ibreños no se compran un traje, se apañan el “equipo” para lucirlo el 3 de mayo, que es, con muchísima diferencia, el día más grande del año, cuando sale en procesión la patrona, la Virgen de los Remedios. A “La Remediadora”, con lágrimas en los ojos, le cantan que bajo su manto, nada temen. Con una caja de cartón, mejor si es de una camisa, hacen el molde de su “torta dominguera”, un dulce con el que agasajan a las visitas de los “forasteros”, junto con otras exquisiteces, como los pericones y los alpargates.
De su pasado les viene el nombre, del Ibris oretano, que lo tomó de un rey. Testigo de aquella época es la Muralla Ciclópea que, con el sobrenombre, mucho más gracioso, de “Callejón de los Peñones”, lleva más de dos mil años en el mismo sitio. Su particular barrio de Triana, como el de Sevilla, se asoma a un río que, hasta su canalización, dio algún que otro susto. La reconstrucción del antiguo lavadero que había en su cauce recuerda que, hasta finales del siglo XX, la colada se hacía al método tradicional. El actual Ibros, con uno de los alcaldes más jóvenes de la provincia, el socialista Luis Carmona, está orgulloso de sus equipamientos, como el flamante polidepotivo, que llena de vida el club Ibros Por el Deporte, de fútbol sala. En distintas categorías, el equipo tiene más de 60 jugadores y 18 monitores, como Alberto Gámez Cámara, todos voluntarios. El presidente es Antonio Jesús Mendoza, muy satisfecho de sus éxitos en las competiciones y de cómo cala en la sociedad ibreña el mensaje que promueven de fomento de valores y vida sana entre adolescentes y niños, gracias, como deja claro, al concejal de Deportes, Juan Matías Reyes y al resto del Gobierno local.