El sector construye un dique frente al impuesto de Trump

La industria alimentaria crea una plataforma para exigir medidas

19 oct 2019 / 12:12 H.

Los temidos aranceles del presidente de Estados Unidos (EE UU) entran hoy en vigor ante la incertidumbre de un sector que no ve todavía cómo se puede solucionar un problema que, según estiman, acabará con 5.000 puestos de trabajo en el ámbito nacional. El impuesto —del 25%— se aplica a productos agroalimentarios como el queso, el vino o el aceite.

Por este motivo, algunos colectivos decidieron dar un paso al frente para constituir una plataforma que les permita —al trabajar de manera conjunta— exigir medidas al Gobierno de España para paliar la situación provocada por los aranceles de Trump. La industria de alimentación, bebidas y representantes del sector primario constituyeron una plataforma para rechazar la imposición de aranceles en EE UU a sus productos.

Otro de los objetivos de esta nueva formación es hacer piña para, de esta manera, generar más presión tanto al Gobierno de España como a la Unión Europea en lo referido a las medidas que les van a exigir. Además, piden a ambas administraciones la máxima implicación y firmeza ante lo que consideran una amenaza a uno de los sectores más dinámicos de la economía española. Los sectores afectados —entre los que está el del aceite de oliva— se unen de esta manera para plantar un rotundo “no” ante los nuevos impuestos de Trump.

Las asociaciones que conforman la plataforma son FIAB, Asoliva, Asemesa, Anice, FEBE, Fenil, FEV, Fenaval, Asozumos, Cooperativas Agroalimentarias, Asaja, COAG y UPA. Todos los integrantes coinciden en que la decisión adoptada por el Gobierno estadounidense responde a una medida injusta y perjudicial, por lo que reclaman incrementar la presión negociadora hasta el último momento, que expira hoy, con la entrada en vigor, según anunció el presidente, de los aranceles.

Asimismo, desde la plataforma de nueva creación hacen hincapié en que rechazan de pleno “ser moneda de cambio en una disputa ajena”. Asimismo, consideran “fundamental” la intervención en el asunto del Ejecutivo central, la Comisión Europea y de los países aliados “para evitar una guerra comercial” que, sin duda, creen que será “perjudicial en todas las direcciones”. Recuerdan, además, que se pueden adoptar una serie de iniciativas que hagan las veces de “ojo por ojo, diente por diente”. En concreto, hacen referencia a que la Unión Europea (UE) está capacitada —con el beneplácito de la Organización Mundial del Comercio (OMC)— para imponer tasas a los productos estadounidenses. “Bruselas cuenta con la aprobación de la OMC para imponer tasas a productos de EE UU por valor de 4.000 millones de dólares”, puntualizan, al tiempo que estiman las pérdidas en el España en unos 5.000 empleos.

Cabe recordar que esta nueva medida ideada por Trump —con el visto bueno de la OMC, que le dio la razón al mandatario norteamericano en el conflicto que estalló por las ayudas de la UE a la aerolínea Airbus— afecta de manera directa a un producto que es santo y seña de Jaén. Sí, el aceite de oliva, del que la provincia es la mayor productora mundial.

El anuncio de Trump cayó como un jarro de agua fría sobre un sector que ya soportaba una situación de malos precios, por lo que el impuesto arancelario del presidente de EE UU no vino a otra cosa que a empeorar el panorama para los olivareros. Si parecía que el horizonte no podía ser más oscuro, los datos de la Agencia de Información y Control Alimentario (Aica) arrojan que la comunidad autónoma tenía en el país norteamericano su mayor mercado.

El Consejo Sectorial de Aceituna de Mesa solicita iniciativas “de Estado”

El sector agroalimentario en la provincia y en el resto de Andalucía y España acuden a un espectáculo en el que el que tiene la pelota en su tejado —Donald Trump— no parece que vaya a recular en su decisión. Asimismo, desde el Consejo Sectorial de Aceituna de Mesa se hace hincapié en que se trata de “un varapalo más” a su sector, que se une a los aranceles que, desde noviembre de 2017, se aplican a la comercialización de aceituna negra. “No se puede consentir, requerimos medidas por parte de las administraciones que tengan competencias”, dice el presidente del Consejo Sectorial de Aceituna de Mesa, Gabriel Cabello.

Según explica, gravar el 100% de las ventas de aceituna en Estados Unidos supondrá el fin de la comercialización en el país, donde hasta 2017 se vendían unas 75.000 toneladas, sumadas verde, negra y otras preparaciones. Como consecuencia de los aranceles, que el 1 de agosto de 2018 se incrementaron hasta el 34,79%, la comercialización de aceituna negra se ha reducido un 50% en los dos últimos años y pasó de las 27.435 toneladas de hace dos años a las 13.722 del último. “Las pérdidas alcanzan ya los 60 millones de euros”, indica Cabello, que ve cómo se avecina otro mazazo para el sector.