Detenidas en Cádiz 19 personas acusadas de suplantar entidades bancarias

Los detenidos lograron hacerse con un millón de euros procedentes de más de 80 víctimas

14 jul 2025 / 12:16 H.
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La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal que actuaba en todo el territorio nacional con la detención de 19 personas en la provincia de Cádiz, especializadas en realizar estafas informáticas suplantando entidades bancarias. Por el momento, han sido localizadas 85 víctimas a las que han causado un perjuicio económico de casi un millón de euros en diez meses. Según ha explicado la Policía Nacional en una nota, la investigación comenzó en octubre de 2024 tras recibir diferentes denuncias de personas que aseguraban haber sido víctimas de una estafa informática por suplantación de su entidad bancaria. Los presuntos responsables están acusados de delitos de pertenencia a grupo criminal, estafa continuada, blanqueo de capitales, falsedad documental, usurpación de estado civil y amenazas.

En esta ocasión no se trató de una campaña indiscriminada contra gran parte de la población, sino que los estafadores contaban con datos concretos de una misma entidad bancaria, tales como números de cuentas, DNI o incluso direcciones domiciliarias. A través de aplicaciones informáticas específicas, realizaban un envío masivo de un primer SMS alertando de un acceso indebido a través de un terminal ajeno en la banca online de los clientes. Además, este mensaje incorporaba un enlace con una URL parecida a la original de la entidad. Cuando la potencial víctima pinchaba en el enlace, les redirigía a una página web que suplantaba a la oficial, solicitando a las víctimas las claves de acceso. En ese momento, los responsables tenían conocimiento de esta maniobra por un panel de control, según ha explicado la Policía. Entonces los supuestos estafadores realizaban una llamada telefónica suplantando el número legítimo de la entidad, identificándose como agentes anti fraude de las entidades bancarias, donde seguían un guion establecido con el que conseguían sonsacar información a las víctimas.

Una vez habían contactado con las víctimas, reforzaban el engaño con el envío de un segundo SMS con los datos del falso gestor que supuestamente se les había asignado para solventar la incidencia y cuando se habían ganado su confianza, les facilitaban las directrices para que, sin demora y sin cortar la llamada, ayudarles a cancelar las supuestas transferencias o cargos fraudulentos en sus cuentas. Dependiendo del devenir de la llamada y del saldo disponible, conseguían que las víctimas realizaran transferencias bancarias, ingresos en cajeros, operaciones de criptomonedas e incluso la contratación de préstamos. Una vez habían obtenido el capital, los fondos salían de las cuentas de origen, transformándose en dinero en efectivo mediante extracciones en cajeros o traspasos a direcciones de criptomonedas, cortando así el nexo de unión entre los fondos y el destinatario final, favoreciendo el blanqueo de capitales procedentes de las estafas.

La Policía Nacional ha señalado que durante el desarrollo de la investigación se han podido identificar hasta 40 miembros que ocupaban diferentes puestos dentro de los cuatro niveles establecidos en este grupo criminal. Así, en lo más alto se encontraba el líder, encargado de dotar de medios y coordinar al resto de miembros, mientras que en un segundo nivel estaba su mano derecha, que ejercía de teleoperador y se hacía pasar por el agente anti fraude. Ya en el tercer nivel se encontraban los conseguidores o captadores de “mulas”, como se referían a las potenciales víctimas. Algunos de ellos habían comenzado aportando su propia cuenta bancaria, para después pasar a captar personas de su entorno para que aportasen sus propias cuentas, quienes ocuparían el cuarto y último nivel. Además, la Policía ha destacado que no dudaban en recurrir a las amenazas cuando eran descubiertos, aprovechando que conocían los datos personales de las víctimas, tratando así de amedrentarlas y evitar la posible denuncia.

Por todo ello, el pasado mes de junio agentes de la Policía Nacional procedieron a realizar tres entradas y registro en la provincia de Cádiz, en los que se intervinieron 11 teléfonos móviles, cuatro ordenadores, 32.000 euros y 0,25 criptomoneda ETH. También se localizaron una escopeta de perdigones, dos pistolas de gas, un machete, una defensa extensible, un hacha y una navaja que se encontraban a la vista para poder ser esgrimidos rápidamente. En la operación se encontraron 20 DNI, la mayoría sustraídos en discotecas de Madrid y que habían sido adquiridos en el mercado negro para la contratación de servicios necesarios para sus actividades ilícitas.

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