Un grupo de Facebook ayuda a los necesitados con donaciones

Cerca de diez mil personas dan vida al proyecto altruista de dos jiennenses

03 abr 2016 / 10:30 H.

El origen y la puesta de largo del grupo de Facebook Donaciones y Ayudas en Jaén Capital evoca a la película “Cadena de favores”. Como en el filme protagonizado por Kevin Spacey, la finalidad es crear redes —nunca mejor dicho— de ayuda a personas que la necesitan. La idea de dos jiennenses, Lourdes María Lorente y Lidia Rodríguez, tomó vuelo hace unos cuatro meses. Los números avalan que no es un mero buzón de quejas: casi diez mil usuarios forman parte de un grupo de cariz social elocuente.

“Estábamos en el colegio Ramón Calatayud. Le propuse hacerlo en Facebook. Es cierto que la iniciativa no fue original, porque ya había otros. Pero nosotros queríamos diferenciarnos por una cuestión: ser útiles y apoyar a los más desfavorecidos”, recuerda la jiennense, muy activa en la comunidad de Mark Zuckerberg.

Cuenta Lorente que el altruismo es condición indispensable para pertenecer a Donaciones y Ayudas en Jaén Capital. Que la naturaleza del proyecto tenga buena voluntad no implica que todo el mundo —cualquiera que “llame” a la puerta de la comunidad— actúe con nobleza. Por desgracia ya se han dado casos de gente que aprovecha el sistema para lucrarse. Lorente y Rodríguez crearon una serie de normas para evitar acciones de este tipo.

Una de las medidas más importantes para garantizar la funcionalidad del proyecto es que quien recibe algo no puede hablar en privado con el donante hasta que la entrega no se haga pública en el “muro” de la “cuenta”. Así, las dos administradoras están al tanto de cuanto sucede. Tampoco se puede dar o recibir dinero ni están permitidos los intercambios. “Se trata de donar. Solo de eso”, remarca.

Cuando la entrega cuenta con el visto bueno de las promotoras del proyecto, entonces sí es posible que haya un chat privado entre las dos partes de la donación. Es fundamental acordar, entre otras cosas, la fecha y el escenario, es decir, el día y el lugar en que la persona que ayuda y la que recibe algo que precisa se verán las caras y certificarán físicamente la eficacia de la “cadena”. “Tuvimos muy presente, cuando empezamos, que lo más importante es dar aquello que no nos hace falta a quien sí le venga bien”, expresa una de las creadoras del grupo.

filosofía. El número de personas asistidas crece cada semana. Según las administradoras, se han producido cientos de donaciones. “Cada vez somos más conocidos, gracias a que cualquier persona tiene hoy día su ‘cuenta’ de Facebook”, añade Lorente, quien, junto con su compañera, procura ser justa para que no le falte ayuda a alguien con problemas económicos. “También intentamos no darle siempre a las mismas personas, salvo en casos concretos. Por ejemplo, cuando cogemos la ropa hacemos un lote y en vez de que se beneficie una persona, pues lo distribuimos de tal forma que les llegue a tres”, precisa la creadora.

En lo que concierne a las ayudas, predominan la comida no perecedera y vestimenta. La propia Lourdes María Lorente se ha encargado de colaborar con jiennenses que no residen en la capital. “Hay gente que coge el bus solo para venir aquí y llevarse cosas que son importantes para su casa”, expone. La sensación, después de un número de “quedadas” y repartos que no para de crecer, es que hay hogares que atraviesan momentos delicados. Ciudadanos que, quizá, no son una cifra en los informes de pobreza pero que sí sufren carencias. Hay quien pide unas zapatillas por la sencilla razón de que no puede comprarse otro par, según Lorente. “Me impacta comprobar casos de una familia con todos los miembros en paro. Al final te das cuenta de que todo es voluntad. Si colaboras con ellos sabes que lo agradecen”, dice.

Al grupo de Facebook le vendría de maravilla contar con una sede en la que almacenar las aportaciones que reciben. Hasta ahora, Lorente ha encontrado “un hueco” en su casa. “Aún no he contactado con el Ayuntamiento jiennense. Me gustaría que nos explicasen la forma para conseguir algún espacio útil”, señala la creadora de “Donaciones y Ayudas en Jaén Capital”. Lidia Rodríguez, también administradora, asegura que el proyecto le ha sorprendido gratamente: “No esperaba tanta solidaridad ciudadana”, concluye.

claves

beneficiados. El número de personas asistidas por el grupo de Facebook es incierto. Según las organizadoras, se han producido “cientos de donaciones.

formalidad. Las entregas solo pueden efectuarse después de ser públicas en el “muro” de la “cuenta”. Si una cita se cancela, se debe avisar con tiempo.

vínculos. Hay donantes y receptores que “repiten” porque se han conocido a través del grupo.

“Recibimos ayuda tras agotar los subsidios”
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Lleva sin un trabajo estable desde hace casi una década. A Juana Ruiz Pérez, de cuarenta y ocho años, cualquier ayuda le es más que útil. “Conocí el grupo de Facebook al poco tiempo de que empezara a funcionar. La idea me parece muy buena, porque así se colabora con mucha gente”, señala.

Entre esas personas que reciben donativos previamente concertados por la exitosa “cuenta” de Facebook está ella, una mujer que, según cuenta, solo tuvo “trabajos esporádicos” antes de quedarse estancada laboralmente, en el dique seco. Fruto de su situación, “escarbó” en internet y buscó páginas en las que encontrar gente que tuviera lo que a ella le falta, recursos. “Un día di con el grupo Donaciones y Ayudas en Jaén Capital. Conocí a Lourdes María Lorente. Así empezamos a hablar”, recuerda.

De aquel primer diálogo privado “on-line” destaca la buena predisposición que encontró en las promotoras de la iniciativa solidaria. Antes de que empezaran a enviarle lotes de comida y de ropa se interesaron por su estado de ánimo. La jiennense reside en un piso de cuatro adultos desocupados y una niña de solo dos años, su nieta. “Agotamos las prestaciones sociales. No tenemos ingresos. Ahora nos ayuda Cáritas, la parroquia de San Juan y gente como Lourdes María Lorente y Lidia Rodríguez”, expone la jiennense, que ya es prácticamente amiga de ellas.

En un momento de evidente desprotección, Juana Rus solo tiene palabras de gratitud para quienes le dan hasta cestas de compras de un conocido supermercado. “Lo que más nos alivia en este momento es la comida”, concluye.

“Hemos formado una familia pequeña”
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Madre de tres hijos, dos de ellos son menores de edad, Pilar Ruiz es una desempleada de larga duración. Es lo mismo que le ocurre a su esposo. No entra un sueldo en la casa desde hace tiempo. El único capital al que tienen acceso son poco más de cuatrocientos veinte euros que vienen de la Junta.

En estas condiciones, lo normal es que Pilar Ruiz conociese el grupo que crearon Lourdes María Lorente y Pilar Rodríguez. Es, a fin de cuentas, un “sitio” en el que encontrar ayuda. Ocurre que, pese a la carestía que arrastra, la mujer, afincada en Mancha Real, también dona, es decir, también ayuda. “He dado ropa a gente que la necesita. Cuando solicité que me aceptaran en el grupo de Facebook y lo hicieron, fue una alegría. La verdad es que, dentro de las posibilidades de cada cual, he recibido bastante apoyo”, cuenta. Ese “apoyo” se traduce en comida y en prendas de vestir. Ruiz no duda en coger un autobús con destino a la capital para recibir, por ejemplo, un jersey. “Si voy es porque de verdad me hace falta”, sostiene.

La mancharrealeña sabe que las casas de las promotoras de “Ayudas y Donaciones en Jaén Capital” tienen sus casas convertidas, prácticamente, en bancos de ropa y alimentos. “Son las que más nos ayudan, porque hacen de intermediarias”, asegura Ruiz.

Hay algo positivo, dice, en vivir una situación de este tipo. “Conoces a gente que lo pasa mal y, al final, nos desahogamos unos con otros. Somos una pequeña familia. Es inevitable que nos tengamos cariño”, sentencia.

“Le he dado una guitarra a un joven de mi barrio”
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Como tantos andaluces, Juan Fajardo cogió las maletas rumbo hacia tierras catalanas. Aún reside ahí, pero procura visitar sus orígenes. El barrio del Almendral, donde creció. En la reciente Semana Santa hizo una escapada. Fue el momento para darle un regalo muy especial a un joven de su barrio: una guitarra española hecha de madera.

Así cumplió la promesa que tenía pendiente no solo con el “afortunado”, sino con las creadores del grupo Donaciones y Ayudas en Jaén Capital. Ahí empezó todo, admite él. Meses atrás, Fajardo “buceaba” por internet hasta que dio con la citada “cuenta”. Comprobó como en la Red hay ecos de una realidad preocupante que conoce: hay barrios en la capital jiennense que sufren los efectos de la crisis. Uno de ellos, El Almendral, el suyo. “Hablé, en un chat privado, con la administradora del grupo y le dije la idea que había pensado: realizar una guitarra de madera con mis propias manos para dársela a alguien que le gustase la música”, cuenta.

Fajardo contactó, también por la Red, con la madre del joven que ya tienen el instrumento de cuerda en su casa. Es un trabajo manual, hecho con pino de abeto y arce, que le ha supuesto casi medio año de esfuerzo. “Me hacía ilusión que lo tuviese alguien de mi ciudad y de mi barrio”, remarca.

El emigrante jiennense reconoce que está al tanto del momento que pasan hogares en los que el dinero solo aparece en forma de subsidio estatal. “Me apenan mucho estos casos, porque cuando gente como yo nos fuimos, en la década de los años setenta, sí es cierto que había miseria en Jaén”, concluye.