Un año ya entre los jiennenses

Una pandemia que ha dejado tras de sí una larga estela de dolor, sufrimiento y lágrimas, pero también numerosos gestos de solidaridad, esperanza y, todo hay que decirlo, actitudes irresponsables en forma de fiestas ilegales o, aunque de momento no haya pasado en Jaén, personas que se saltan sus turnos de vacunación a toda costa.

Todas estas y otras muchas sensaciones se pueden describir en este año que ha transcurrido desde que el virus Sars-CoV-2 ya hiciera “acto de presencia” en la provincia jiennense. Tal día como hoy, un 28 de febrero, se conocía la primera persona que sufría los efectos de la covid-19. En este caso, se trata de una enfermera de 25 años, natural de Arjonilla, que pudo inhocular el virus mientras atendía a otro afectado en el Hospital de Torrejón de Ardoz en Madrid. La entonces afectada fue ingresada en un módulo de aislamiento en el hospital Alto Guadalquivir de Andújar y presentó una evolución favorable. Ese día fue el primero de los muchos que ha protagonizado el “bichito”, ya fuera por índices de contagios diarios o personas fallecidas. De ahí en adelante, la historia ya es más que conocida: inicio del confinamiento el 14 de marzo para combatir una primera ola cuyo pico de contagios fueron los 98 confirmados el 30 de marzo y las 19 personas fallecidas el 8 de abril. Posteriormente, en mayo, se inició una desescalada que, como reconoció el propio Pedro Sánchez fue “demasiado rápida” con el fin de salvar el turismo y la actividad económica en vistas al periodo estival, algo que se notó en la segunda ola de la pandemia entre septiembre y diciembre. Una segunda ola en la que el 17 de septiembre cuando se superó la barrera del centenar de contagios diarios (109) o se alcanzó el récord de contagios diarios en la provincia de todo este periodo: 753 el día 1 de noviembre. Cinco días después, el día 6 de noviembre, hubo máximo de defunciones: 24. Pero, igual que se sucediese en mayo, se aproximaba la Navidad y ante la bajada progresiva de contagios había que salvar también este tiempo propicio para el comercio, un periodo de ilusión que fue a más cuando el belmoralense Antonio Caro y la linarense Encarnación García recibieron la primera de las dos dosis de la vacuna de Pfizer en la Residencia Mixta de la Ciudad de las Minas. Pero, como si fuera un dictamen de la Ley de Murphy, se entró en el presente año y con él, el virus volvió a propagarse en una tercera ola cuyo pico de contagios fueron los 644 contagios confirmados el día 23 de enero en la provincia jiennense o los 19 decesos registrados el pasado martes.

Las restricciones han sido también la otra tónica con la que han vivido los ciudadanos, unas medidas a través de las cuales la incidencia del virus ha ido disminuyendo durante las últimas semanas, aunque ahora las autoridades sanitarias avisan de que la cautela debe mantenerse intacta a pocas semanas de otro periodo de mucha movilidad como es el de la Semana Santa.

Esta evolución a la baja se ha podido comprobar durante este último mes, pues se han pasado de los 333 positivos diagnosticados el pasado 4 de febrero a los 46 que confirmó ayer la Consejería de Salud y Familias. Y aunque durante este periodo se han diagnosticado algunos picos como los 135 casos afirmativos del pasado día 17, esta caída de contagios puede atisbar cierta esperanza de cara a los próximos meses. Durante los últimos siete días se han confirmado un total de 352 positivos, un dato que muestra un descenso de 223 con respecto al mismo periodo anterior (575). Desde el primer contagio, ya se han superado los 40.000 casos (40.075).

Otro dato para la esperanza son los 312 curados notificados por la institución autonómica en la jornada de ayer. En cambio, se confirmaron dos nuevas defunciones que elevan el acumulado hasta los 860 decesos. También subieron los pacientes en los hospitales de la provincia, pasando de los 143 del viernes a los 157 de ayer.