Necrofilia, no; enfermedad social

    08 may 2019 / 11:47 H.

    La profanación de dos tumbas en el cementerio de Andújar, desató en las redes sociales otra antología más de disparates, por ese vicio cibernético de ser los primeros en “copiar, subir y compartir”. Les recomiendo bajarse la aplicación gratis del Diccionario de la RAE; al menos no desbarrarían. Y tratándose de Twitter, peor pues con hashtags previos difunden barbaridades. En el suceso de Andújar, más frecuente y viejo de lo que se cree en todo el mundo, he alucinado leyendo hashtags como estos: “ #necrofiliapastillabotellon, #subidonencementerio o #montarseloentumbas”. Según Eric Fromm no solo estamos ante un delito de depravado instinto sexual, sino de una enfermedad , “carencia de amor“, que les hace buscarlo en los cementerios, siguiendo la teoría del gran Lovercraft: “ No está muerto lo que puede yacer eternamente”. Este escritor se introdujo un tiempo en grupos de jóvenes, llamados “góticos”, quienes, buscaron dar carta de identidad a su “Teoría de la Tierra Hueca”. Al final, solo bravuconadas de una manada de cachorros que, puestos hasta el cuello de todo, pierden el miedo con la pastilla de diseño a diez euros, y, envalentonados, se atreven hasta a entrar en cementerios y bailar con los muertos.