Pantanos que rebosan vida

La primavera, con toda su esencia, florece en el mar de olivos. Las altas temperaturas son la antesala de un verano que, como manda la tradición, se espera caluroso. Pero para mitigar el sofoco causado por el sol radiante que ilumina la provincia, nada mejor que el agua que brota por todos sus parajes. Y es que las lluvias de los dos últimos meses, y especialmente las de la semana pasada, regalaron, de nuevo, estampas de la naturaleza dignas del mejor de los paraísos. Es el caso, por ejemplo, de la Sierra de Las Villas. Con más de 100 litros por metro cuadrado recogidos, el pantano del Aguascebas vuelve a estar por encima de su capacidad y alivia grandes cantidades. De hecho, es la única infraestructura que está al cien por cien. La consecuencia se puede ver en los saltos de agua en plena naturaleza, esplendorosa gracias a una primavera que viste de verde los parques naturales.

Otro de los espacios que merecen una visita tranquila durante el fin de semana es la Sierra de Segura y el pantano del Tranco de Beas. El agua embalsada supone el 79,87%, un llenado que se disfruta a simple vista, con el bien líquido que se apodera, poco a poco, de la presa de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. También pone a prueba el pantalán del flamante espacio de ocio y deportivo impulsado por la Junta y la Diputación. Tanto es así que el barco solar, que aguarda la llegada de los primeros pasajeros, flota sobre agua que rebosa vida.

Aunque sus reservas no alcanzan cifras de llenado tan espectaculares, es reseñable, también, la cantidad embalsada en el Víboras. Sus reservas rozan ya el 58%, una cifra que no suele ser habitual. Y es que, como recuerda el organismo de cuenca, al ser un embalse esencialmente para el abastecimiento, no acostumbra a superar la mitad de su capacidad con el fin de preservar la calidad de las aguas. No se ha llenado por las posibles interferencias con los desagües de la población de las Casillas de Martos, mientras se realizan los correspondientes estudios.

Estos tres pantanos son solo un ejemplo de la situación que viven, en estos momentos, los embalses de la provincia. Unas infraestructuras cuyas reservas están al 67% de su capacidad, 6 puntos por encima que hace tan solo dos meses, cuando la sequía amenazaba con extenderse por toda la provincia. Los litros por metro cuadrado acumulados en los últimos meses y, sobre todo, en mayo, llenan de alegría la cuenca del Guadalquivir, que dispone de cantidad suficiente para garantizar el suministro humano durante los próximos tres años.

Según los datos recogidos por el Sistema Automático de Información Hidrológica, el año hidrológico es muy dispar. Mientras en algunos puntos, como Larva, se mantiene seco, en otros va camino de recoger cifras más que destacadas. Tanto es así que el pluviómetro instalado en el Aguascebas contabiliza ya 873,6 litros por metro cuadrado. Le sigue Cazorla, con 807,5; Siles, con 766,6, y la zona del Tranco, con 739,2. En la vertiente opuesta se encuentra Larva, con 202,1 litros por metro cuadrado, o el Cortijuelo, en Quesada, con 205,5.

Y mientras tanto, el sol se apodera del cielo jiennense y regala temperaturas más propias de verano que de primavera. La Agencia Estatal de Meteorología observó que la máxima de ayer fue de 30,6 grados, registrados en Andújar. De hecho, fue la cuarta ciudad más calurosa de España, por detrás de Fuerte Palmera, en Córdoba, la capital cordobesa y Sevilla, donde se alcanzaron los 31. La previsión para los próximos días es que se mantenga la estabilidad, aunque no se descarta que el mercurio baje un par de grados durante la jornada de hoy.