Los estancos pierden el 50% de las ventas “por el contrabando”

Los estanqueros se han encontrado, los últimos años, con muchas “piedras” en su camino. Las ventas de cigarrillos se han reducido notablemente. Según los datos aportados por el Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT), en la provincia se vendieron 33,2 millones de cajetillas en 2015, es decir, 1,7 millones menos que el ejercicio anterior y casi la mitad que lo que se adquirió en 2005 (62,03). Si se traduce en valor económico, estas ventas supusieron en Jaén, el año pasado, 146,24 millones de euros, mucho menos que los 152,10 de 2014.

Pero esto no es lo que más preocupa a los operadores minoristas. Lo que más inquieta es el “tremendo daño” que hace la venta ilegal de un producto tan singular. La presidenta de la Asociación Provincial de Estanqueros de Jaén (Aseproj), Carmina Gómez Lupión, advierte de que el contrabando es, realmente, una “amenaza” para el sector. “Hemos perdido, los últimos 2 años, un 47% de ventas en la provincia, una caída increíble, y hay municipios, como Jódar y en la zona de Pontones, en los que la cifra se eleva hasta el 70% por la venta ilegal”, manifiesta, para culpar a la “avalancha tremenda” del tabaco picado en hoja que llega de las “mafias”. “El de liar es más barato y hay clientes que lo compran porque es asequible pero el otro, el de hoja, aún más económico, es ilegal, no es ni apto para el consumo humano”, asegura. Según sus palabras, llega en malas condiciones pero, mediante una serie de productos químicos, se humedece y adapta para que “a la vista del consumidor” parezca fresco. “Lo venden barato, pero no pasa los registros sanitarios y hay consumidores que ni siquiera saben las consecuencias que esto puede tener”, subraya. Además, agrega Carmina Gómez, se vende como “natural” cuando, en realidad, no lo es. “Los productos que utilizan estos contrabandistas no pasan controles. He podido ver que entra como tabaco seco, como la paja, y que cuando le introducen productos químicos también ilegales parece fresco. Hay quien lo pica y hay quien lo vende en hojas”, apunta para asegurar que se adquiere por internet e, incluso, se llegó a vender en lugares como Linares en una tienda que “estaba dada de alta como herbolistería”.

Otro estanquero y vicepresidente del colectivo, Cristóbal Núñez Pérez, considera que Sanidad “debería tomar cartas en el asunto”. Afirma que esta venta ilegal arrastra “grandes mafias” que obtienen un “beneficio brutal”. “En origen lo compran entre 10 y 25 céntimos el kilo y aquí, en la Península, se paga a 20 y 25 euros”, detalla. Este mercado, además, hace mermar la caja de los estanqueros jiennenses. “Hacíamos una caja de 2.100 a 2.200 euros diarios y ahora se llega a 1.000 o 1.500, y esto también tiene detrimento para las arcas del Estado, ya que el 80% del precio son impuestos”, describe. De esa cantidad diaria, el beneficio de los estanqueros es de un 8%, según Núñez.

Conocedoras del problema, desde la asociación se denunció este hecho ante la Guardia Civil. “Le pasamos toda la información que llegaba a nuestras manos y, a raíz de eso, se produjeron 2 operaciones, la Picado, en noviembre de 2015, y la Picado 2, en marzo de este año, y se ha conseguido localizar “el mayor alijo” de Europa, según la presidenta de la Aseproj. De hecho, el pasado mes, una investigación impulsada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Baeza permitió asestar el mayor golpe jamás dado en España al contrabando de tabaco. En la operación Picado II se decomisaron 88 toneladas de hoja y en Picado fueron 41,5. Además, hubo 6 detenidos, 4 de ellos en la provincia, y se intervino mercancía valorada en más de 14 millones de euros. “Este trabajo que iniciamos para colaborar con la Guardia Civil, cuando José Antonio López era presidente, está dando sus frutos”, apunta, por su parte, el vicepresidente, que recalca: “Detectamos los primeros casos de socios que llamaron de zonas como Jódar y Linares”.

Aun así, los estanqueros consideran que no se ha de “bajar la guardia” y piensan que el consumidor debe estar bien informado sobre las consecuencias de fumar un tabaco que se vende como “natural” pero que, en realidad, concluye Núñez, es un “matarratas” para humanos.