La Carrera y Cronista Cazabán, “cerradas al tráfico” en 15 días

Las Bernardas cambia de sentido y queda ya solo para residentes y reparto

11 nov 2017 / 11:25 H.

Por resumir, el plan de peatonalización del casco histórico que comienza a ejecutar el Ayuntamiento, con brío, desde el pasado día 5 de noviembre, consiste en cambiar el sentido de calles para evitar que la manzana central sea lugar de paso con el coche a la par que se crean nuevos circuitos internos para los residentes y los negocios. Nada nuevo bajo el sol, como reconoce el concejal de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transporte, Juan Carlos Ruiz, porque esta fórmula ya se aplica, recordó, en Baeza, Úbeda, Córdoba y Granada. En Jaén, las novedades, se introducen, al ritmo de, más o menos, un cambio por semana, con el objetivo de que la transformación completa el tráfico se haya culminado en 15 días, es decir, el próximo 26 de noviembre. Para entonces, la Carrera y Alfredo Cazabán tendrán acceso muy restringido y, prácticamente, el único que campará a sus anchas será el bus número 11 y no el actual, que es enorme, sino un microbús. El Gobierno local va en serio, a pesar de las quejas de comerciantes y hosteleros que piden que se pospongan los cambios para después de la inminente campaña navideña, más allá de enero.

Lo que ocurrirá en el entorno de la Catedral y la Plaza de San Francisco será, más o menos, lo que ya comenzó ayer en Las Bernardas. La vía amaneció en sentido contrario al que se acostó, con la idea de favorecer el recorrido desde Puerta del Ángel a Obispo Aguilar, lo que es lo mismo, del convento de las franciscanas descalzas hasta San Ildefonso, y con el paso limitado a los vecinos, propietarios de cocheras y repartidores. “El barrio se queda para los vecinos, no hay que traerse el coche. Si vives aquí, no tienes problemas, porque puedes salir a Fuente Don Diego, Adarves Bajos y ya coger la calle Vergara y Rastro, que va a cambiar también de sentido; para, de ahí, ir hacia Santa Isabel o donde tu quieras”, le explicaba a un ciudadano uno de los dos policías locales que informaba, “a pie de obra”, a viandantes curiosos y a los conductores despistados. No se puso ni una multa, ni hay previsión de hacerlo a corto plazo, porque, en estos primeros días, los agentes se dedicarán a informar y solucionar posibles atascos. También fueron haciendo el cuerpo a los cambios venideros, como el de Vicente Montuno, que no será de subida hacia la basílica de San Ildefonso, sino al contrario. El martes próximo, 14 de noviembre, la vía se cortará, de ocho de la mañana a diez de la noche, al igual que Manuel Jontoya y Ejido de Alcantarilla, para la colocación de pasos de peatones elevados y reductores de velocidad. Todas estas arterias están en pendiente. Hay más obras y cierre de calles la próxima semana, porque el día 13, y hasta el domingo 19, habrá trabajos para eliminar los baches en la Plaza de San Francisco, lo que afectará a Bernabé Soriano y Ramón y Cajal. Por la ejecución de las obras, y aunque la Concejalía de Tráfico no las vincule al plan de peatonalización, se probará una de las medidas contempladas en este proyecto de reordenación del tráfico, ya que se limita el tráfico a propietarios de cocheras autorizadas y usuarios del aparcamiento subterráneo del mercado. Para aquellos a los que ver calles levantadas les produzca aprensión, en este “frenesí” de obras y cambios, la buena notica es que la calle Virgen de la Cabeza ya estará reabierta al tráfico, más que de sobra la semana próxima. Ayer, el concejal de Mantenimiento Urbano, Juan José Jódar, visitó esta avenida para anunciarlo.

¿Y que piensan los vecinos? Mariola, que atiende una famosa pastelería en la calle Las Bernardas, no lo ve mal, siempre que se facilite el transito a los residentes y a Antonio, uno de los repartidores que se mueve por la zona, si algo le preocupa es el cambio de dirección de Vicente Montuno. Dolores Arrébola, de la Asociación Puerta del Ángel, recuerda que esta calle ya fue descendente y cree que, con los lógicos ajustes “sobre la marcha”, el plan no tiene por qué dejar “aislado” a San Ildefonso y La Alcantarilla. Eso sí, esta representante vecinal se une a las muchas voces que reclaman la apertura de aparcamientos, como el de La Alameda. “Está muy bien caminar, pero hay veces que tenemos que llevar el coche y hay gente que tiene que venir aquí, al que hay que dar soluciones”, reflexiona. Su construcción dependerá, en gran medida, de que el Ayuntamiento reciba 15 millones de la UE, en el marco de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible.