La aceituna ilusiona con una buena cosecha

Los olivares demuestran fertilidad y fuerza, necesitan menos agua y ya muestran un esbozo de la producción

09 ago 2018 / 08:50 H.

La aceituna que se ve colgada en el árbol ilusiona. Los agricultores repasan sus árboles y saben que van a tener una buena cosecha. Las cifras se cerrarán en abril del año que viene. Entonces, se dirá cuánto se recogió. En cambio, ahora las sensaciones son muy buenas. Después de años de escasez, los secanos tienen un aspecto inmejorable. Las ramas enseñan bastante fruto. Las lluvias de invierno y de primavera ayudaron bastante. Solo queda que se complete la “jugada redonda”, que pasaría por un mes de septiembre con precipitaciones. Con 50 o 70 litros, sería sensacional.

Sin embargo, una vez más, en el “mar de olivos” hay miedo a decir que viene una buena cosecha, aunque los árboles lo enseñen. Se teme que una buena expectativa de campaña desplome la cotización del producto. No en vano, los olivareros están acostumbrados a perder por un lado lo que se gana por el otro o, lo que es lo mismo, a tener buen precio cuando no tienen aceituna y a tener aceituna cuando la cotización se encuentra a la baja. De ahí que todos apelan a la cautela.

Aforos internacionales. Los productores jiennenses cuentan con una buena carta dentro de la planificación de la próxima cosecha. Los estudios de producción realizados en los últimos días apuntan a que los competidores de España, es decir, Italia, Grecia y Túnez tendrán una bajada en su cosecha, por lo que la producción mundial no será muy elevada. Tampoco se espera un sobrante demasiado alto de esta campaña, por lo que los precios deben permanecer con una estabilidad relativa, algo que es fundamental para las cien mil familias que viven u obtienen una renta del cuidado de los olivares. Ya no se mira tanto la cosecha nacional, sino la producción mundial debido al importante incremento de las exportaciones.

Sin embargo, pese a que la cosecha apunta bien, todo lo que está en el campo no es seguro. Ayer —en pleno agosto—, una tormenta de viento y lluvia zarandeó los olivares de Mogón como si fueran de papel. La aceituna estaba bien agarrada, pero cualquier fenómeno meteorológico puede ocasionar un gran susto.

Los agricultores indican que existe un claro retraso en la evolución del fruto. Prácticamente, el hueso ya está formado, por lo que ahora comienza el periodo de engorde, que es el que antecede a la lipogénesis, es decir, a la formación del aceite en el interior de la aceituna. Los olivos han tenido trama hasta julio en algunas zonas. No hay que olvidar que el campo no entiende de calendario y los mensajes que se le han enviado es que el verano ha llegado con más retraso de lo habitual debido a las temperaturas suaves que se han registrado.

La demora no es una cuestión de ahora. La floración también llegó dos semanas más tarde de lo normal, ya que el pico máximo de polen se registró en la última semana de mayo, pese a que lo habitual es que lo haga durante la segunda semana de ese mes. Sin embargo, si se logra una cosecha satisfactoria, da igual el retraso. Por el momento, existen todos los ingredientes para que así sea.

El aceite de oliva de mayor calidad lleva una semana algo dubitativo, ya que experimentó una bajada durante el viernes y el lunes, aunque, a partir del martes, comenzó a remontar. Ahora se vende a granel a 2,76 euros por kilo. No obstante, hay operaciones que se cierran hasta a 3,10, en función de las caracterísiticas y del nivel del producto que salga en los camiones cisterna.

Es el aceite de oliva que ha experimentado una mayor fortaleza en el mercado durante los últimos días. Mantiene firme su tendencia ascendente. El Poolred de la Fundación del Olivar dice que su precio medio es de 2,43 euros por kilo, aunque las operaciones oscilan entre los 2,35 y los 2,55 euros. Precisamente, los aceites vírgenes sirven para comercializarlos bajo esta categoría y, también, ponerlos a la venta con lampantes para componen productos que se ponen en las estanterías bajo las denominaciones de “suave” o “intenso”, en función de la proporción que contengan de vírgenes y de lampantes.

Se trata del producto que más interesa a las aceiteras jiennenses, ya que es el que más volumen genera el mar de olivo. Se comercializa a 2,34 euros, pese a que tuvo momentos complicados durante este año, ya que su precio llegó a caer por debajo de los 2 euros. En cambio, ahora experimenta una firme recuperación.

El precio de los aceites de oliva mantiene su tendencia ascendente

La cotización del “oro líquido” mantiene su tendencia ascendente, según indica el Observatorio de Precios en Origen (Poolred) de la Fundación del Olivar. El mercado adopta una coyuntura interesante para los agricultores de la provincia, es decir, para las personas que tengan producto, ya que una tendencia alcista suele incrementar las operaciones, a diferencia de cuando el mercado apunta a la baja que, generalmente, se suele parar porque los compradores detienen sus pretensiones de adquisición porque siempre confían en que el producto caiga un poco más. De ahí que se proyecta un fin de campaña bastante interesante, alentado también por los ritmos de comercialización.

A 2,76 euros cada kilo de virgen extra
El virgen se vende a 2,43 euros por kilo
2,34 euros por kilo para los lampantes