Jóvenes frustrados, un PGOU muerto y una ciudad al límite

Son cuatro de los trece partidos que quieren hacerse con la Alcaldía el próximo 26 de mayo, cuando los votantes de la capital tienen que decidir quién gobernará Jaén los próximos 4 años en unos comicios electorales que están marcados por la incertidumbre y que, probablemente, obligarán a buscar un pacto a aquel o aquella que quiera hacerse con la vara de mando. Se trata de Respeto, identificado con los planteamientos del Frente Nacional de Le Pen, en Francia, que lidera el joven Mario Martos; el Partido Socialista Libre Federación (PSLF), cuya lista está encabezada por Gemma Fernández; el Proyecto Liberal Español (PLIE), del vicepresidente de la Federación de Peñas del Real Jaén, Ramón Quesada, y Contigo Somos Democracia, de Carlos García. Al primero, expolicía y colegiado como abogado, y al segundo, funcionario del Ministerio del Interior, les une su vinculación a Vox. Todos confrontaron sus propuestas en la Sala 75 Aniversario de Diario JAÉN, donde participaron en el debate organizado por el periódico entre los partidos, a priori, minoritarios. Les recibió el director, Juan Espejo, y sus intervenciones fueron moderadas por Manuela Rosa, redactora jefa. Martos se erigió como voz de una juventud frustrada, que vive en una ciudad sin oportunidades, por culpa, insistió, de las políticas que han guiado el Ayuntamiento durante los últimos 40 años. “No queremos hablar por teléfono con nuestros familiares y amigos, queremos estar aquí”, dejó claro.

El mantra del proyecto del PLIE fue la modernización de la Administración local, esa, según él, es la clave de bóveda que permitirá construir una gestión más eficiente. “Eso que algunos que llevan diez años dicen que van a hacer ahora, podrían haberlo hecho ya”, reflexionó, en una clara alusión al programa electoral del actual alcalde, el también candidato del PP, Javier Márquez, al que ninguno nombró por su nombre. La socialista Gemma Fernández, que confesó dar el salto a la primera línea política, en la que antes solo había sido, según ella, “militante de base”, apostó fuerte y avisó de que el PSLF trabaja ya en “proyectos concretos”, como una empresa de turismo rural, interesada en invertir en Otíñar y su entorno, donde, incluso, se plantean la construcción de un hotel. Al aspirante a alcalde de Contigo se le notó menos vehemente que sus oponentes dialécticos y, en su intervención, que hizo que casara con la ideología de centro que defiende su partido, rescató la idea de construir un teleférico que conecte el casco urbano con el Castillo, un plan que ya pergeñó, sin éxito alguno, el exalcalde popular Miguel Sánchez de Alcázar. “Uno de los grandes atractivos de la ciudad es el paisajístico y, si existe esta infraestructura, habrá quien diga ‘vamos a pasar la tarde en Jaén’, además de ayudar a las personas que tienen que depender del coche y el limitado transporte público”, razonó.

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), es decir, la ausencia de este, por haberlo tumbado la Justicia, estuvo en la mente de los cuatro políticos que, desde su aparente situación de desventaja con respecto a los grandes, quieren ser determinantes en el próximo mandato. En este afán, Ramón Quesada, del PLIE, pareció ver en Mario Martos, de Respeto, su rival a batir. En uno de los enfrentamientos que protagonizaron, leves eso sí, se engancharon a cuenta del PGOU. El más joven defendió la necesidad de “regalar”, si es preciso, suelo del polígono industrial de Los Olivares para que, como ahora, deje de tener “la mitad del suelo abandonado”, a cambio de “contratar trabajadores españoles” y emplear a parte del personal municipal en una oficina que, en sus palabras, “a modo de comercial”, busque atraer inversiones. “Como atender a nuevos inversores si tenemos un problema tremendo (el PGOU). No será mejor mirarnos a la cara los unos a los otros y solucionar nulidad. Vamos a ser realistas”, le espetó Quesada y Martos, al instante, le respondió: “Por supuesto que hay que solucionar el PGOU y buscar inversiones, pero si vamos a estar esperando, la ciudad se muere”. El del PLIE, que dijo estar admirado del “corazón joven” de su rival, insistió en aquello de no pensar en imposible y el número 1 de Respeto le implicó que, con 1.5000 trabajadores en nómina del Ayuntamiento, el futuro Gobierno local puede estar en varias cosas a la vez.

La otra pelea fue a tres. Martos juzgó que el Centro de Menores Carmen de Michelena, para el que pidió su traslado, en pleno centro, acoge “a todos los delincuentes del mundo” y exigió que sean deportados. Gemma Fernández lo cortó rápido y argumentó: “La solución no es criminalizarlos, lo que no se puede hacer es meterlos en un centro para esperar a los 18 años y echarlos, necesitan un proyecto, que estudien”. Quesada le echó un capote a Martos y, aunque admitió que la idea de la expulsión del país no se ajusta a la ley, sí le “compró” a Respeto el cambio de emplazamiento del centro.

La cabeza de lista de PSLF centró buena parte de su estrategia en defender las necesidades de los más desfavorecidos y en que tengan un hogar digno. “Nadie sin una vivienda es uno de nuestros lemas”, apuntó, al igual de su idea de congelar el Impuesto de Bienes Inmuebles a aquellas familias con problemas de exclusión, además de crear un parque municipal de viviendas y no permitir que haya inmuebles vacíos. Carlos García también planteó bajar el tramo de este impuesto. Otra de las medidas sociales de Contigo Somos democracia es la creación de ayudas a la maternidad.

A pesar de las diferencias ideológicas, al cuarteto que participó en el debate les parece crucial auditar la deuda municipal, realizar una relación de puestos de trabajo del Ayuntamiento que permita optimizar la plantilla, revitalizar el comercio y el casco antiguo y mejorar la movilidad en dentro del casco urbano. También salió a relucir un gran interés por eliminar barreras arquitectónicas.

La sintonía, en general, fue mucha entre todos, la duda es si mantendrán el mismo grado de conexión si, por ejemplo, logran entrar en la próxima Corporación y de ellos depende elegir al próximo alcalde o alcaldesa de la ciudad.