Jaén oscila entre un cierre de año negativo y buenos puentes

Más viajeros entre semana y mejores comunicaciones, claves para el sector

06 dic 2019 / 12:30 H.

Las previsiones de ocupación hotelera para el puente de la Constitución y La Inmaculada son buenas en los principales destinos turísticos de la provincia y la capital. La tendencia indica una consolidación paulatina como reclamo turístico de estos días festivos a lo largo del año. No obstante, esta moneda tiene otra cara preocupante. Este año, a punto de echar el telón, no va a ser bueno para tres parámetros básicos con los que mide su salud el sector: número de viajeros, pernoctaciones y estancia media, que finalizarían 2019 con caídas del 1,5%, 2% y 0,2%, respectivamente.

Esta sería la síntesis del escenario que dibuja, con los datos disponibles y provisionales, la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de la provincia. Según sus previsiones, la media de ocupación desde ayer y hasta el domingo, día 8, será del 75,38% en la provincia. Por destinos turísticos, la capital tendrá un 62,5%; Úbeda y Baeza un 88,9%; Linares y sus cercanías, el 49,33%; Cazorla, Segura y Las Villas; el 86,33%; Sierra Mágina, un 53,4%; Sierra de Andújar, el 70%; Despeñaperros, un 52,5% y la Sierra Sur, el 56,66%. Dispuesto ya a poner el cartel de completo están enclaves como Arroyo Frío y el municipio de Torres.

“Los datos son buenos y similares a los de 2018, pero no por esperados son menos satisfactorios”, explica José Ayala, presidente de la asociación. “Lo más positivo de este puente, del anterior y de fin de año es que las reservas se están haciendo con mucha antelación, hasta tres meses antes”, añade. Este factor implica, por un lado, que los visitantes tienen claro dónde venir y adelantan sus reservas porque conocen que son establecimientos pequeños, de confianza. Por otro, planificar un gasto con tanto tiempo denota también esa determinación. Pese a ello, Ayala considera que no es bueno que la tendencia solo se concentre en estos puentes festivos: “El reto, el trabajo, tiene que incidir en conseguir más visitas y pernoctaciones entre semana”.

El perfil del visitante comercial o industrial, que antes era una figura imprescindible entre semana, se ha caído, y lo nota la capital, Andújar, Linares y, en menor medida, Úbeda y Baeza. “La polarización y este vacío entre semana produce una rotación que no deseamos para el empleo. Hay que recuperar estos días para poder mantenerlo”, dice Ayala. Sobre las condiciones necesarias para impulsar la actividad turística, reitera que son las infraestructuras de comunicaciones, tanto la carretera como el tren, sin olvidar como condición igualmente necesaria la promoción y el diseño de productos turísticos. “Venimos diciéndolo desde hace muchos años. La comunicaciones con la provincia deben ser más rápidas en el acceso clave hacia Levante y, no menos importante, la autovía hacia Córdoba por El Carpio”, explica. Para describir las carencias de la provincia con el tren, echa mano de una anécdota reciente: “Fuimos a recoger a un cliente que venía de Barcelona hasta Linares-Baeza. Tardó nueve horas en llegar, cuando el billete pone que son siete u ocho horas. Una hora de retraso. Esto no ayuda, evidentemente , y hay que cambiarlo”, sentencia.

Sobre la promoción estima que sigue siendo necesaria, pero “hay que valorar su retorno, es fundamental”. Apuesta por adaptarse de forma continuada y eficaz a la evolución de las demandas de los turistas con productos diseñados de forma flexible, que se acoplen a esos cambios, o diseñar otros nuevos para responder a las nuevas tendencias y en base al potencial de la provincia, que es mucho y variado.

Si la cara de la moneda del turismo provincial está en la consolidación de estos puentes festivos, la cruz viene con el cierre del año y la evolución de los datos desde 2015, que marcó el inicio de una senda de crecimiento general. Jaén no ha sido capaz de ir en convergencia con los crecimientos de otros puntos de destino en la región. “Los factores que no nos permiten crecer como el resto, despegar, son varios. Desde las carencias en comunicaciones, hasta la influencia que puede tener en la provincia la marcha general de la economía, esta última desaceleración..., pero debe haber algo más, porque no hemos estado a la altura”, sostiene. Y compara datos con una provincia vecina: “El ciclo comenzó a partir de agosto de 2015 y, por ejemplo, Córdoba creció al 15% para llegar casi al millón de viajeros. Nosotros crecimos un 5% para casi 500.000 ese año”.

La evolución de la provincia en este parámetro básico, con datos del INE, va desde los 524.069 viajeros en el año 2016, tras el repunte del año anterior, pasando por 2017 con un crecimiento del 3,71% (543.518), hasta llegar a 2018 con un descenso del 0,29% (541.945). Este año, en el acumulado hasta octubre, el número de viajeros es de 452.970, a falta de consolidar noviembre y diciembre. La estimación de la asociación es que finalmente se baje en torno al 1,5%, pese al comportamiento de los puentes.

Tendencia a
la baja del empleo y las pernoctaciones

Dos de los restos del sector turístico en la provincia no presentan buenos indicativos en lo que va de 2019 y desde 2016 marcan una tendencia a la baja. Son el empleo del sector, con mucha rotación como apunta la Asociación de Empresas de Alojamiento de la Provincia de Jaén, y las pernoctaciones. En 2016, según datos del INE, el promedio anual de empleo se situó en 969 trabajadores. La tendencia ya la marcó 2017 con 960 (-0,95%), mientras que en 2018 la cifra fue de 929

(-3,22%). Este año, en los diez primeros meses se contabiliza un promedio de 895 (-3,61%). Lejos queda la cifra que arrojó 2011, con 1.121 empleos.

En cuanto a las pernoctaciones, también con datos del INE, 2016 registró 907.415; creció en 2017 hasta las 957.427 (5,51%). En 2018 el crecimiento fue menor, con 967.844 (1,09%), y en lo que va de año se han contabilizado hasta octubre 8o5.118 (-2,40%). La estimación de la Asociación de Empresas de Alojamientos de la Provincia es que el cierre de este año esté en torno a un -2%.