Esplendor en la cita de la pasión
Los jiennenses aprovechan la organización especial en hoteles y restaurantes
El mantra: “Cualquier día es bueno para estar con la persona que quieres”. La realidad: bares, restaurantes, pastelerías y centros de estética dan fe de que los jiennenses disfrutan del día de San Valentín. Lo viven porque, sea más o menos estético desde el punto de visto social, se ha hecho un hueco en el calendario.
El 14 de febrero es sinónimo de cenas, de salones decorados para quienes festejan su amor. Pelegrín Lerma, gerente del Complejo Juleca, explica a Diario JAÉN que, en su establecimiento, la ambientación musical es innegociable en San Valentín. “Ponemos hincapié en las canciones, para que haya una atmósfera romántica. Es la fiesta de los detalles: hay flores, rosas y cava en las habitaciones”, desgrana. Los menús también dan cuenta de que la noche es especial, pues aunque solo se celebre una vez año bien “aparecen” nuevos y apetitosos platos. Manuel Arjonilla, gerente del Hotel HO Ciudad de Jaén, indica que cuenta con reservas completas desde “hace tres semanas”. En términos puramente económicos, hay una “mejora importante” con respecto al año pasado. Cada San Valentín exige, en cierta manera, innnovar. Arjonilla comenta que se ha apostado por un “paquete” para hoy. “Consiste en habitación, cena y copa”, remarca.
tratamiento. Lucir bien es otra de las “benditas” preocupaciones de los enamorados. El Centro Vanesa López se ha dado un fenómeno nuevo en Jaén: más de una treintena de clientes abogan por el tratatamiento de oxigenoterapia. “Se trata de renovar las celulas de una forma muy natural para conseguir mayor luminosidad en la piel”, señala la empresaria. No faltan los pasteles. El Horno Puente Tablas trabajó “a tope”, como los latidos de los corazones.
Francisco José Castillo y Alicia Álvarez no olvidarán el Día de los Enamorados del año 2016. Fueron los ganadores del sorteo que Diario JAÉN organizó con la ayuda de Centronature Spa Balneario Urbano y el HO Ciudad de Jaén. La pareja no cenó debido a un contratiempo. Sí lo hicieron los padres de él, Francisco y María del Carmen Castillo. Los ganadores disfrutarán de un circuito termal.
Es el segundo San Valentín que Isabel López y Francisco Carrillo viven juntos. Como tanta gente, ambos aprovecharon que la fiesta del amor cae en domingo para celebrarlo con veinticuatro horas de antelación. “El sábado lo festejamos con más parejas”, asegura López, estudiante de Filología Hispánica. “Hoy estaremos los dos solos. Una quedada más tranquila”, reconoció.
A la hora de exhibir creatividad en los regalos, la joven tiene algo más que una intuición. “Las mujeres somos más imaginativas”, aseguró. López ya sabía —antes de que llegara San Valentín— con qué la iba a obsequiar su pareja. “Él me ha comprado un teléfono móvil, porque me hace falta”, agregó.
Ella, sin embargo, apostó por un presente de mayor elaboración, que requiere detenerse un momento para pensarlo. “Le he preparado una caja con chocolate”, señaló. Isabel López, no obstante, reconoció que Francisco Carrillo tenía previsto sorprenderla con más regalos. “La fiesta me gusta. Aunque cuando estás enamorada de verdad todos los días son especiales”, sentenció.
La familia Ortega Hinojal paseaba ayer por el Polígono de Los Olivares. Aunque fuese la previa de San Valentín, era un sábado normal y corriente. Los padres, José Luis Ortega y Rosa Hinojal, no perdían de vista a sus pequeños, Ángel y María. Esa misma escena —todos juntos— es la que repiten hoy, el Día de los Enamorados.
Será que el tiempo, el paso de los años, ha hecho que el matrimonio conciba una cita de incontestable cariz comercial como un día para estar con los niños y festejar la importancia de vivir unidos. De las cenas románticas en pareja a momentos más divertidos, con los niños. “Veremos algo en la tele, posiblemente fútbol”, admitió, con una sonrisa, el padre de la familia en declaraciones a Diario JAÉN.
A Rosa Hinojal le gustó la idea de pasar la noche “recogidos” en el salón del hogar. “Antes, cuando éramos más jóvenes, sí que pensabas en salir fuera a tomar algo. Ahora nos gusta estar tranquilos”, reconoció José Luis Ortega. Que la pareja abogue por la “paz de la casa” no implica que no haya ganas de festejar. “Cambian las formas, pero nada más”, coinciden, y no tiene inconveniente en besarse para inmortalizar el momento en presencia de los pequeños Ángel y María.
En lo que concierne a gastos en regalos, los progenitores apelan a la prudencia. “Cualquier día es bueno para hacernos regalos”, afirmaron.