Escaparse para olvidar el mundo

Volver a sentir el aire fresco de los parajes naturales, la sombra de los árboles en constante lucha con los rayos de sol que se cuelan entre las hojas, el sonido constante de un río cuya agua se arremolina en las rocas de las orillas. ¿Hay algún jiennense que no eche de menos esto? Los hijos de una tierra con cuatro parques naturales ansiaban la libertad de salir de casa por muchos motivos, y el reencuentro con la naturaleza era uno de ellos.

El turismo interior y activo es uno de los puntos más fuertes de esta provincia. La belleza de sus parajes se entremezcla con las posibilidades que el entorno ofrece a los aventureros de corazón y, con la libertad de circulación dentro del territorio recuperar, muchos cogieron sus mochilas y cantimploras, una gorra para el sol y al inseparable peludito de la familia para pasar una jornada en la sierra, como fue el caso de aquellos que eligieron el entorno de Arroyo Frío, que se encuentra en pleno Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.

Estos enclaves se presentan, así, como el lugar perfecto para escaparse. Una excusa brillante para huir de esos sentimientos negativos que la pandemia provocada por la covid-19 ha hecho brotar en lo más profundo de cada persona. En definitiva, volver a los brazos de la madre tierra a, tal y como lo hace la propia, recibir ese consuelo y apoyo necesario para continuar con la llamada nueva normalidad.

Y no es esta la única reconexión importante, que los jiennenses salgan a reencontrarse con su provincia es una forma más de ponerla en valor. Puede, que el turismo no esté afrontando sus mejores momentos, que las visitas internacionales sean —lógicamente— nulas y que las nacionales estén en las mismas. Sin embargo, los hijos de Jaén quieren disfrutar de su tierra, conocer sus rincones mágicos y dar vidilla a los pequeños municipios como La Iruela, aunque sea con visitas exprés.

Solo queda ser pacientes. Poco a poco, el turismo se reactivará. Por ahora, según detallan desde la Asociación de Alojamientos de la Provincia de Jaén, solo hay abiertos un 10% de los establecimientos y hay algunos que no planean abrir hasta el año que viene. Se esperan tiempos difíciles, pero, quizás, también de nuevas oportunidades.