“El paciente tiene un gran sentimiento de culpabilidad”

La psicóloga Marisa Gómez detalla los síntomas del trastorno del ánimo

30 abr 2017 / 11:17 H.

Marisa Gómez es psicóloga y atiende a varios clientes de la provincia diagnosticados de depresión. Según explica, consiste en un trastorno del estado de ánimo “que aparece sin tener una causa aparente”. “Es un estado de hundimiento terrible mucho mayor que cualquier decaimiento producido por las circunstancias de la vida”, afirma, y describe cómo se puede reconocer a través de una serie de cambios que se producen en la persona a nivel físico (cansancio, agotamiento, molestias digestivas, taquicardias) y psíquicas (tristeza, ansiedad, apatía, miedo infundado, crisis de pánico, insomnio, falta de apetito, irritabilidad).

La principal diferencia entre una depresión y estar triste es que, en este último caso, es una emoción transitoria, mientras que la dolencia se alarga en el tiempo durante una media de seis meses. “Es normal sentir tristeza a lo largo de nuestra vida por los acontecimientos negativos que nos acontecen, sin embargo, somos capaces de tener actividad, disfrutar de algunos momentos, y eso no ocurre con la depresión, que dota de apatía e inactividad al paciente”, declara.

La doctora comenta que, aunque sea una enfermedad que sí se toma en serio, “cuesta entender qué es como dolencia”, pues no se puede “dejar de estar triste con quererlo” ni se puede manejar. La persona que sufre depresión tiene, además, un “gran sentimiento de culpa” por la falta de control sobre sus emociones. “Se siente incomprendido, no le entienden y le juzgan como si no estuviera haciendo lo suficiente”, subraya Gómez. De todas formas, la psicóloga admite que cada vez se acude más en busca de ayuda para solucionar el problema y ya “no se esconde tanto” como ocurría con anterioridad. “Sí es cierto que todavía se prefiere la mediación que la búsqueda de recursos psicológicos para superar la enfermedad”, lamenta Gómez Armenteros.

“Los ansiolíticos y antidepresivos están a la orden del día, somos propensos a automedicarnos, pero es importante que las dosis en estos estabilizadores del ánimo estén adaptados a la persona en la cantidad y frecuencia apropiadas”, afirma, y detalla: “No se deben tomar por cuenta propia, para que el efecto sea el deseado”

Gómez asegura que las estadísticas confirman cómo tanto la ansiedad como la depresión son trastornos que van en aumento. El perfil más común que frecuenta su consulta son personas “muy responsables, perfeccionistas, inseguras, con baja autoestima, baja tolerancia a la frustración y rigidez en su pensamiento”.

CURA . “Como la mayoría de las enfermedades, la depresión se desarrolla porque se está predispuesto a ello”, declara Gómez. La psicóloga explica que, a pesar de los “altibajos”, con el tratamiento apropiado se supera. Es una dolencia que puede surgir en diferentes ocasiones de la vida de una persona, según varios condicionantes, tanto del paciente como del entorno. La psicóloga explica que con el tiempo se aprenden técnicas y estrategias para hacerle frente de una manera eficaz. “Con lo cual, una vez superado el primer episodio se vuelve a sentir esa sensación, el paciente sabrá reconocerla antes y pondrá en marcha sus conocimientos adquiridos”, dice.

Gómez insiste en la necesidad de concienciación respecto a la enfermedad. “Lo primero que debe entender el paciente es que es una dolencia y que él o ella no es culpable por padecerla”. Asimismo explica que este trastorno tiene una base genética importante. “Se produce un desequilibrio químico donde descienden los niveles de serotonina del cuerpo, provocando esa tristeza prolongada en el tiempo”, describe la doctora, y recomienda acudir al médico “cuanto antes”, para intentar solucionar los síntomas, buscar ayuda psicológica para el apoyo en el desarrollo de recursos y, también, con el objetivo de estar preparado para la prevención de futuras caídas.