El miedo a atravesar las vías

Miles de jiennenses cruzan, cada día, las vías del tren por uno de los 60 pasos que existen en la provincia

24 ago 2018 / 12:04 H.

El sonido es escalofriante. Ayer, a las 16:14 horas, se cerró el paso a nivel con barrera que existe en la carretera que une Mengíbar con Villargordo. Antes de que bajen las barreras, las luces empiezan a parpadear mientras que suena una campana que invita a huir de ahí. Los coches que van por la carretera se detiene en seco después de la barrera. Luego, la tierra tiembla. Es como si fuera un pequeño terreno. El tren viene. Se escucha porque no para de activar el claxon. El maquinista pita y pita porque tiene miedo de que quede alguien en el paso a nivel. No está seguro de que todo está despejado. El claxon se escucha cada vez más cerca hasta que se oye un golpe de aire propio de una máquina con vagones a toda velocidad. La campana sigue sonando. Y, de repente, el silencio. El tren ya ha pasado. Los coches meten la primera velocidad y atraviesan las vías. Al igual que el maquinista, lo hacen temerosos. Miran a un lado y al otro antes de cruzar. Pisan el acelerador y atraviesan.

Tal vez, descrito así pueda parecer un hecho extraordinario, pero es de lo más normal en esta provincia en la que aún quedan 60 pasos a nivel. En cada uno, este ritual se produce varias veces al día. Miles de jiennenses conviven con ellos. Cruzan por allí varias veces para ir al trabajo o para regresar a su casa. En cambio, que sea algo cotidiano no elimina el temor de pasar a otro nivel. La mayoría conoce hasta los horarios a los que pasan los trenes por allí, pero también avisan de que, en ocasiones, hay ferrocarriles distintos que entran en circulación.

Otro nivel de inversión. Actualmente, la presencia de pasos a nivel en una infraestructura ferroviaria es sinónimo de un trazado antiguo y hasta obsoleto. No hay que olvidar que el ferrocarril llegó a la capital a finales del siglo XIX y pasó por los mismos pasos a nivel que ahora lo hace. De hecho, en el tramo que hay desde la capital hasta Mengíbar se pueden ver unos cuantos. Sin duda, uno de los más conocidos es el que limita el núcleo residencial de Las Infantas. Para entrar en él, hay que tragar saliva y cruzar el paso a nivel. No en vano, nadie puede asegurar que cruce por ahí totalmente descuidado. Existe otro en la carretera que une Villargordo con Mengíbar, tremendamente frecuentado. Sin embargo, se pueden encontrar otros dos que aseguran el paso de vehículos por carriles agrícolas, que tienen bastante tránsito durante la campaña de la aceituna. Los maquinistas dicen que estos son los que más inseguridad les generan. En su mayoría solo hay las señales que avisan del paso y un stop. Toca mirar y cruzar cuando no se ve el tren. No obstante, el problema radica en que el convoy viene muy rápido, es decir, que se ve a lo lejos y, de repente, esta ahí.

El accidente ocurrido el pasado martes vuelve a abrir el debate sobre la seguridad de los pasos a nivel. Ocurrió en Málaga cuando un ferrocarril arrolló a un camión —entre las estaciones de Fuente de Piedra y Antequera Santa Ana—. Se saldó con cuatro heridos, aunque las consecuencias podrían haber sido más graves.

Jaén tiene experiencia en estas tragedias. El último fallecido en un accidente en un paso a nivel fue el 24 de marzo de 2009. Luis, un trabajador de 28 años natural de Albacete, falleció al cruzar un paso a nivel sin barreras en Las Infantas. Era un operario que trabajaba en las obras del ferrocarril. Fue arrollado por el tren que venía de Madrid cuando regresaba a su puesto de trabajo. En el ferrocarril viajaban 23 personas. Ninguna requirió asistencia médica.

Tramos antiguos. Desde 1978, el Gobierno de España no permite proyectos de obra que contemple atravesar una vía al mismo nivel. Siempre se obliga a hacerlo en un nivel diferente, es decir, por arriba —con un puente— o por abajo —con un túnel—, bien para la carretera o para el ferrocarril. Esto indica claramente que los sesenta pasos que todavía existen en la provincia se hicieron, como mínimo, hace 40 años. No obstante, la realidad dicta que tienen mucho más tiempo. Da una idea de cómo es la situación del ferrocarril en esta tierra, que está bien lejos de los trazados de alta velocidad y donde el tren que se mueve “flotando” sobre un campo magnético suena a película de ciencia ficción. ¿Cómo explicarle que esto es real a personas que ponen y quitan una cadena para atravesar las vías cuando acuden a trabajar? Precisamente, esto condena a Jaén a velocidades muy bajas y, también, a que los trenes busquen trazados más cómodos.

14 pasos en fincas privadas
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Jaén tiene 14 pasos a nivel que se encuentran dentro de fincas privadas. La gestión de cada uno y la seguridad depende mucho del trato que le den las personas que lo utilicen —si el camino cuenta con servidumbre de paso— y de los propietarios del terreno. Se consideran pasos a nivel particulares y, generalmente, se encuentran en una parcela rural. Los maquinistas consideran que, pese a que son los menos transitados, son los que más problemas les pueden dar. Aluden a falta de mantenimiento que les puede acarrear una sorpresa no deseada, por ejemplo, obstáculos arrastrados por una tormenta. Por la noche, la desconfianza aumenta. De ahí que se insista en la seguridad que da un trazado vallado y sin pasos a nivel que es, totalmente, todo lo contrario que existe en la mayoría de los kilómetros de red de la provincia. Muchos tienen bastante trasiego de maquinaria rural.

Otra de las figuras más denostadas era la de la persona que realizaba la guardería. Precisamente, en el paso a nivel de Las Infantas todavía queda la estructura de la caseta de vigilancia, que ya se encuentra totalmente deshabitada. No obstante, fue uno de los últimos en quedarse sin guardería, ya que se encontraba en una línea con bastante trasiego ferroviario —dentro de lo que es la provincia — y era la puerta de entrada a un núcleo bastante habitado, como es Las Infantas.

La mayoría de los cruces entre la carretera y el ferrocarril cuenta con señalización luminosa y fija
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No todos los pasos a nivel son iguales. En Jaén existen 13 de tipo A, que carecen de guardería, barreras y señales luminosas, sino solo indicados con una señalización fija, ubicados en vías generales de poco tráfico. La obligación de mantener la señalización de estos pasos recae en los titulares de los caminos o carreteras que cruzan la vía, que según Adif son mayoritariamente los ayuntamientos. El Ministerio contempla en su catalogación otras clases de pasos a nivel, según el grado de protección que debe aplicárseles. Los de Clase B —hay 25 en Jaén— tienen señalización luminosa, además de la señalización fija. Los de Clase C —8— cuentan con barreras o semibarreras automáticas o enclavadas, además de la señalización luminosa y fija. Están también los que Fomento cataloga como Clase D, explotados en régimen de consigna, pero con los mismos elementos de protección de los de clase B y C. En Jaén no hay, mientras que solo existen 5 (0,84%) en toda Andalucía. Algunos más, 9 en total (1,51%) son los denominados de Clase F, pasos a nivel con protección específica para pasos destinados al uso exclusivo de peatones o de peatones y ganado. De estos, no existe ninguno en la provincia.

Jaén cuenta con tres grandes líneas ferroviarias. Una es la que entra por Andújar, pasa por Espeluy y sigue hasta Linares-Baeza. Tradicionalmente, es la que cuenta con mayor tráfico ferroviario y, consecuentemente, ha ido eliminando los pasos a nivel que existen. La segunda sería la que parte desde la capital jiennense, que es la que está en obras desde el Parque Empresarial Nuevo Jaén hasta Las Infantas. Aquí sí que existe un considerable número de pasos a nivel. Sale de la capital, pasa por Las Infantas, recorre Mengíbar y llega hasta Espeluy, donde se une con la denominada Madrid-Sevilla. Desde Espeluy hasta Linares-Baeza fluyen —las dos primeras juntas— hasta encontrase con la tercera, que es la línea de Moreda. Esta trae el tráfico ferroviario de Almería y se espera que pronto recupere el de Granada, después del compromiso del ministro de Fomento, José Luis Ábalos. Las líneas de Granada y Almería se unen en Moreda y vienen juntas hasta Linares-Baeza. La entrada a la provincia jiennense la hacen por el Puente Hacho, cerca de la Estación de Alamedilla, que es el kilómetro 104,4 de la línea. Desde ahí recorre la provincia hasta Linares-Baeza, donde converge con las otras dos. Precisamente, la línea de Moreda, que concentra las críticas de las plataformas en defensa del ferrocarril y de los sindicatos ferroviarios, es la que más pasos a nivel tiene en la provincia. Esto corresponde con el argumento de que se muestra como la más abandonada y como la que menos inversiones recibe, por lo que muchos piensan que, poco a poco, irá desapareciendo en favor de las líneas de alta velocidad que fluyen por Málaga y Granada.

Las nuevas Obras quitan tres pasos en solo seis kilómetros

Las obras que se realizan ahora desde el Parque Empresarial Nuevo Jaén hasta Las Infantas o, lo que es lo mismo, Jaén-Grañena eliminarán tres pasos a nivel del trazado ferroviario, lo que permitirá incrementar la velocidad y, sobre todo, la seguridad de las personas que viajan en el ferrocarril y de las que están obligadas a cruzar por esa zona. Los trabajos continúan. Ya se han colocado un importante número de traviesas y se ve el carril ferroviario. No obstante, el trabajo de mayor envergadura será el de elevar y fijar los grandes pilares que construirán un puente para que el ferrocarril atraviese la antigua N-323. Si se hubiera hecho hace un siglo, tal vez se hubiera optado por poner un paso a nivel. En cambio, el proyecto es consciente de que han pasado cien años y que los tiempos han cambiado.