El dispositivo especial de la Inspección repite con 12 personas

Para UGT y CC OO es insuficiente y UPA dice que se avanza en garantías

03 dic 2019 / 11:16 H.

Entre este mes de diciembre y febrero del próximo año la Inspección de trabajo realiza los controles laborales de la campaña de recogida de la aceituna con un dispositivo especial, o específico, en el que van a trabajar, como en la campaña anterior, solo 12 personas, entre inspectores y subinspectores. El debate recurrente pone el foco en la suficiencia o no de los medios empleados para que se cumpla la legalidad. UGT y CC OO avanzan ya que lo medios siguen siendo insuficientes para un sector en el que la tecnología ha mecanizado casi por completo la recolección, por ejemplo, y que tiene más de cien mil propietarios. Por su parte, la Unión de pequeños Agricultores (UPA), sin perder de vista el problema que se plantea en este sentido, considera que las garantías laborales han avanzado y que la responsabilidad de los empresarios agrícolas ha sido fundamental para ello.

El dispositivo de inspección de la pasada campaña, con el mismo personal, realizó 783 inspecciones. El resultado fue de 52 infracciones detectadas. De ellas, 50 fueron con la Seguridad Social, una por la contratación y otra por obstrucción a la labor de los inspectores. Mariano Chinchilla, responsable de Industria y Agroalimentación de CC OO, se ratifica en que los medios son insuficientes, pero sostiene que el principal problema es la “infradeclaración” de jornales. Aventura que esta “bolsa de fraude” podría alcanzar el 50%, aunque reconoce que es complicado evaluarlo. “No cuadra la estimación de jornales de la Junta en el aforo con lo que luego se declara”, afirma. Considera que si se cruzaran de forma efectiva los datos de aceituna entregada en almazara con los de jornales se apreciaría el desfase y se corregiría el fraude sancionando.

Su homólogo en UGT, Antonio Marco, no habla de bolsa de fraude, aunque dice que “existe como en cualquier otro sector”. Sin embargo, pone el foco en las cotizaciones a la Seguridad Social: “Ahí es donde hay que entrar a fondo, porque ese es el problema. Si se ataja, se acabaría con el fraude”. Considera que es relativo cruzar jornales con cosecha recogida, “porque hoy el rendimiento de trabajo es distinto en la recogida con las máquinas”. Para Marco, los riesgos laborales son un problema fundamental con la nueva maquinaria que se utiliza y asegura que faltan medios para controlar y prevenir con efectividad. Tanto UGT como CC OO advierten que se discrimina a la mujer y casi no se la emplea en los tajos.

Cristóbal Cano, secretario general de UPA, sostiene que lo agricultores, en su mayoría, trabajan para que la campaña “se desarrolle con todas las garantías” y que las inspecciones aleatorias y la cuantía de las sanciones son disuasorias en este sentido. Rechaza que el fraude en los jornales sea generalizado. “No hay tanto desfase”, asegura. “Tenemos un buen convenio colectivo. Nos adaptamos a la nueva normativa en transporte y en otras normas; respondemos con los impuestos y lo que pedimos es poder vivir de esto. Por eso demandamos medidas de regulación de mercado para conseguirlo”, concluye.

Proyecto jiennense
en una red europea

Investigadores de la Universidad de Jaén presentaron en un encuentro celebrado en Coimbra (Portugal) un trabajo sobre predicción de determinados síntomas que pueden afectar al cultivo del olivar en la provincia de Jaén, elaborado por Lourdes Martínez, del Departamento de Ingeniería Química, Ambiental y de los Materiales y por Francisco R. Feito y Juan Manuel Jurado, del área de Informática de la UJA.

Este encuentro estuvo organizado por la red europea de cooperación en ciencia y tecnología (Cost Action) “Harmonization of UAS techniques for agricultural and natural ecosystems monitoring”, en la que está representada la Universidad de Jaén por la investigadora Lourdes Martínez como participante de la misma, cuyo objetivo es la monitorización ambiental para comprender el impacto climático en los sistemas naturales y agrícolas, los procesos hidrológicos y la optimización del agua, así como la prevención de desastres naturales, usando para ello medidas de campo o mediciones por “remote sensing”, donde los drones tienen un gran potencial, en aplicaciones tales como la medida de la humedad y erosión del suelo, el estado de la vegetación, la influencia de los flujos de agua y escorrentías, etcétera.

Respecto a los cultivos específicos, el análisis de estos parámetros podría contribuir a detectar enfermedades o a predecir aspectos relacionados con la producción. En el caso de los trabajos realizados por la Universidad de Jaén, los sistemas agrícolas que están siendo monitorizados son los cultivos del olivar. La red se encuentra en su tercer año de vigencia y está formada por un total de 36 países. De cada país participan varias Universidades, entre ellas la de Jaén.

Del cortijo a los pisos, el debate sobre alojamiento

La mayoría de los cortijos están cerrados y los que dan alojamiento a los jornaleros de la aceituna están, en general, bien equipados, concluyen UGT y CC OO sobre el que fuera el alojamiento por antonomasia cuando aún no había cambiado el transporte que llevan a los trabajadores a los tajos. No obstante, siguen reivindicando que, por convenio, dar alojamiento sea obligatorio para los empresarios del sector. “Lo vemos muy complicado, pero es necesario buscar nuevas fórmulas”, coinciden Antonio Marco y Mariano Chinchilla. El control de los pisos o casas que ahora se ofrecen a os jornaleros en los pueblos, “es difícil por ser propiedades privadas y no se puede controlar”, afirman. Hacen un llamamiento, no obstante, para que particulares no tengan alquilen pisos, sobre todos la los inmigrantes, que encuentran rechazo para poder alquilar, aseguran. Proponen que los agricultores y sus organizaciones habiliten viviendas, o residencias, como se hace en las campañas francesas o en zonas de España, como en la Rioja Alavesa, apunta Chinchilla. Incluso en terrenos de las almazaras para utilizarlas en otros cometidos tras la campaña, propone Marco. Lo que no puede suceder, sentencia, son hechos luctuosos como la muerte de tres temporeros en El Mármol, “un hecho aislado pero terrible”.

Cristóbal Cano, máximo responsable de UPA en Jaén, considera que los agricultores, cada vez en mayor medida, “proporcionan alojamientos en buenas condiciones, por responsabilidad y buen sentido empresarial para la contratación, pese a que no hay obligación”. Y sostiene: “Vamos en la buena dirección contra la infravivienda. Los agricultores estamos velando también por eso con determinación”.