El célebre periodista de radio Luis del Olmo, Premio Mar de Olivos

El empresario recibe la distinción con “orgullo” y como un “canto de esperanza”

08 jun 2016 / 10:00 H.

La voz que, durante cuatro décadas, fuera faro sonoro para millones de oyentes conserva, al otro lado del auricular y pese al desgaste que indefectiblemente impone el paso del tiempo, el tono envolvente y el carácter que la hizo célebre desde el micrófono del programa más longevo de la radio en España: “Protagonistas”. Luis del Olmo (Ponferrada, 1937) recibirá, este viernes, el Premio Especial “Jaén, Mar de Olivos” que Diario JAÉN otorga, desde hace un lustro, en su tradicional Gala Jiennenses del Año.

Como diría el cantante ubetense Joaquín Sabina, lo motivos para reconocer a este veterano de la comunicación, apasionado nato del que Gabriel García Márquez definió como el oficio más bello del mundo, sobran. Y, aun así, agradecido por una distinción que se suma a más de un centenar de premios, el célebre locutor destaca que, para él, supone un “motivo de orgullo y un canto de esperanza”. “Este premio especial ocupará un lugar en el Museo de la Radio que lleva mi nombre (en su Ponferrada natal), al lado de los ‘Onda’ y de otras distinciones que la radio me ha dado”, anuncia un hombre que solo hace dos años y medio se ha escapado de la tiranía del despertador que, durante media vida, lo asomó al día a las cinco de la mañana. “Desde que me jubilé, viajo más que nunca”, señala, satisfecho.

Pegado a un micrófono, retransmitió los últimos años de la dictadura de Franco, vivió la “explosión de la democracia” y la recuperación de las libertades en España. “Para mí, fue inolvidable y lo cuento por universidades y por regiones que quieren que les dé mi visión de estos 50 años maravillosos que me ha tocado vivir y que no me importaría repetir con todos los errores que he cometido y los hallazgos que he descubierto”, comenta, al otro lado del teléfono. Como periodista, narró, desgranó y analizó la historia reciente de España en las diferentes emisoras por las que paseó su mítico “Protagonistas”. Y, ahora, ya en la retaguardia, observa no con poca preocupación la situación del país, y reflexiona: “Espero que el sentido común les entre por la vena a los políticos y nos traiga una tranquilidad que, de momento, no veo. Creo que la gente está intranquila por saber qué va a ocurrir estas próximas elecciones y hay una desconfianza en los gobernantes que espero que superen porque, si no, vamos a tener unos años muy negros”.

Mientras llega el momento de que las urnas hablen y España decida su futuro, pegado, como Chavela Vargas, a las cosas simples, Del Olmo se dice dichoso de recibir el Premio Mar de Olivos, con el que, el viernes, Diario JAÉN le entregará su peso (91 kilos) en aceite de oliva virgen extra. “No es un aceite cualquiera, sino de Jaén, que es salud y felicidad líquida”, valora el también empresario radiofónico, que añade divertido: “A partir de ahora, pediré que me pesen siempre con aceite de oliva y que mi cuerpo serrano cuente con bastantes litros que no kilos, porque, así, siempre encontraremos ocasión para compartirlos”. Recuerda que la leyenda helénica afirma que los dioses crearon el olivo por amor a los hombres, “para hacerlos más felices”. “Y, con este regalo —apostilla—, me vais a hacer casi un centenar de kilos más feliz”.

Como los premiados de ediciones anteriores, Del Olmo tiene previsto “regalar parte del aceite” que recibirá con este premio, que dice acoger con “honor y con ilusión”, a alguna de las sociedades que están haciendo tanto para la felicidad de los sin techo”, indica, aunque todavía no ha decidido a qué colectivo en concreto.

Una gala para hacer historia
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Coincidiendo con el septuagesimoquinto aniversario del nacimiento de Diario JAÉN, la Gala Jiennenses del Año 2015 será, el viernes, una cita aún más especial, si cabe, que las ediciones anteriores. Para empezar, la entrega de premios se realizará sobre un escenario sin parangón: la Plaza de Santa María, con la Catedral como telón de fondo. La cita será a las nueve y cuarto de la noche, durará hasta las once, aproximadamente, y, porque la ocasión lo merece, estará conducida por la periodista iliturgitana y presentadora de televisión Irma Soriano.

Una vez que haya concluido la entrega de galardones, autobuses de la empresa Castillo fletarán a los asistentes desde la calle Campanas hasta la Plaza de Toros, donde proseguirá la celebración, con el tradicional ágape con el que Diario JAÉN agasaja, año tras año, a sus premiados y a la sociedad jiennense. Todo ello, en una prometedora noche que coronará la actuación de la orquesta Gran Rockset.

“Jaén me ha ganado con su olivar, su Catedral y su gente”
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Era un adolescente cuando el gusanillo de la radio inoculó a Luis del Olmo de pasión por un medio y por una profesión a los que ha dedicado más de media vida y que le permitieron escudriñar las entrañas de la historia reciente del país desde todos los ángulos y no sin riesgos. El periodista y empresario radiofónico ponferradino ha sido —y es aún— una institución en el mundo de las ondas hertzianas. Decir el nombre de Luis del Olmo, ese profesional que, durante dos décadas, vivió bajo la amenaza de la banda terrorista ETA, que intentó asesinarlo hasta en ocho ocasiones, es invocar a una deidad en el universo español de la comunicación, comparable a periodistas radiofónicos de la talla de Iñaki Gabilondo, hacia el que se deshace en halagos sinceros.

Desde su inolvidable “Protagonistas”, el también fundador de la cadena Onda Rambla ha entrevistado a políticos de todos los colores, a presidentes del Gobierno, a grandes de España, entre los que se cuentan los miembros de la Casa Real, y a celebridades del mundo de las artes escénicas, en todas sus modalidades. Sacó la radio a la calle y ha sido maestro de maestros. Y, ya jubilado, Jaén se cruzó en su camino con la invitación que Diario JAÉN le cursó en 2014 para que protagonizara uno de sus ya consagrados desayunos informativos. De esa forma, la voz que, tantas veces, se había colado en los hogares de miles de jiennenses, se hizo cuerpo y pisó “esta bendita tierra” de la que tantas veces le había hablado uno de sus cuñados.

Fue una visita fugaz, pero no olvida el momento en el que se plantó delante de la Catedral: “Su fachada me dejó encendido el ánimo para volver otra vez”. Señala que le “enamoraron” la Jaén antigua y los mosaicos de su suelo en algunas de las calles que desembocan al templo. Y, “sobre todo”, el carácter del jiennense. “Es una gente que cualquiera que visite esa tierra queda encandilado por el cariño que muestra a los forasteros”. Ahora, vuelve para recoger el Premio “Mar de Olivos”, y apunta: “No me sentiré forastero para nada. Jaén me ha ganado con su olivar, con su Catedral y con su gente”.