Tensión en el pleno ordinario por la situación de Urbaser

La sesión extraordinaria para tratar el asunto no se celebra

11 oct 2019 / 16:28 H.

Tenso pleno ordinario en el que tuvo lugar ayer en el Ayuntamiento de Linares. La aprobación de medidas para paliar la situación de la empresa Urbaser hizo que una parte de los trabajadores de la misma acudiera a la sala para conocer las decisiones de la Corporación, dada la difícil situación que atraviesa el colectivo desde hace 27 meses. Incluso se requirió la presencia de la Policía Local en el salón, aunque no hubo que lamentar altercados. Tras la sesión ordinaria se iba a celebrar una extraordinaria solicitada por concejales de IU y PSOE para abordar tres puntos, a saber, uno referente a la propia situación de Urbaser, otro a la situación económica del Ayuntamiento y un último sobre la eliminación de líneas educativas en la ciudad. La sorpresa, y lo que creó más descontento entre los empleados de la empresa presentes, fue ver que solo se aprobaron que comparecieran los tres concejales responsables, pero que, finalmente, eso no tuvo lugar. El alcalde, Raúl Caro-Accino, alegó que se anunciaría nueva fecha para ello.

Sin embargo, durante el pleno ordinario se trató el polémico asunto de la empresa de mantenimiento. Fue Juan Fernández, portavoz de Linares Primero, quién registró una pregunta en la que solicitaba que “se sentaran de inmediato con los trabajadores para ver cómo pueden cobrar lo que se les debe lo antes posible”. Presentó un documento en el que se imponía al alcalde una sanción de falta grave, algo que, según el edil, “debía haberse llevado a cabo ya”. También Daniel Campos, del PSOE, se solidarizó con la denuncia interpuesta por Cnesit al alcalde, aunque apuntó que se trataba de un asunto del anterior Gobierno. A su vez, preguntó qué se iba hacer con la sentencia, ya que “si se está incumpliendo el pliego de condiciones, se puede proceder a la resolución del contrato”. El alcalde respondió que ese asunto estaba “en manos del personal jurídico del Ayuntamiento” y que la denuncia era de una persona particular “que ya lo había intentado en otras ocasiones, en las que se archivó el caso”. Tras el pleno, Caro-Accino transmitió un mensaje de tranquilidad a los trabajadores de Urbaser: “Estamos trabajando para solucionar este asunto. En el momento que haya una reunión de esta materia, el equipo de Gobierno estará presente”, apostilló.

DESCONTENTO. La actuación del alcalde no sentó nada bien a la oposición ni a los trabajadores de Urbaser, que abuchearon a los ediles a su salida. Los portavoces de IU, Carmelo Gragera, y del PSOE, Daniel Campos, quisieron mostrar su apoyo a los trabajadores y manifestar su desacuerdo con esta medida. La presidenta del Comité de Empresa de Urbaser, Isabel Moreno, declaró a las puertas de la Estación de Madrid que llevaban tres meses solicitando una reunión con el alcalde. Al respecto, indicó que sí que se han reunido en tres ocasiones con el concejal de Servicios, José Luis Roldán, “pero este siempre nos dice que les demos tiempo, y llevamos ya mucho así”. Según indicó Moreno: “Los meses pasan y nuestra situación es muy lamentable. A fecha de hoy seguimos sin tener una respuesta, estamos cobrando mucho menos de lo que nos pertenece y no nos quieren escuchar. ¿No tenemos derecho a que nos escuchen y nos respeten? Sabemos que tenemos el apoyo de la oposición, pero no tenemos el de las personas que nos gobiernan”. Así finalizó un pleno algo inusual, a la espera de una solución urgente para las personas que trabajan en Urbaser.

Los sueldos de ediles y subvenciones de los grupos vuelven a debatirse

Los socialistas Javier Perales y Daniel Campos volvieron a preguntar al grupo de Cilu-Linares cuál es la situación salarial de su concejal, Javier Hernández, ya que, según apuntaron, había recibido al menos una de sus nóminas de forma “alegal”, al estar trabajando “simultáneamente para Diputación”. Por otra parte, dudaron de nuevo de la subvención obtenida en el primer semestre del año hacia “Cilus”, a la que el grupo renunció para donar la cantidad al comedor social. En ese caso, y al haber dejado de llamarse así para pasar a ser Cilu-Linares posteriormente, “no deberían haber recibido dicha subvención”, según expusieron.

Además de ello, el PSOE mostró su desacuerdo con respecto a los campos de trabajo de Cástulo, que este año no se organizaron, y sí que se hizo una modificación de crédito de 15.000 euros para el área de Juventud, que se destinará a “publicidad, ocio y actividades”. A ello se opuso el grupo socialista y se abstuvo IU, que consideraron que la excavación de Cástulo tiene mayor importancia. Por otro lado, también mostraron su desacuerdo con la medida adoptada de cobrar entradas de 3 euros para visitarla. En este caso Juana Cruz, de Linares Primero, defendió la apuesta del municipio por el yacimiento.