Nuevo conflicto en Algama por los “actuales incumplimientos”

A antiguos propietarios intentan volver a hacerse cargo de la empresa. El pasado mes de noviembre se conocía oficialmente el auto del juez en el que se confirmaba la salida del concurso de acreedores de la empresa de galvanizados Algama. Fue necesaria la aportación de un millón de euros por parte del Grupo MV. Se logró mantener la actual plantilla, que contiene unos 70 trabajadores, aunque el proceso fue difícil ya que se presentó una propuesta que fue aprobada por un 72% de los acreedores. Algunos clientes fueron recuperados, por lo que esta nueva etapa se presenta con esperanza.

Poco duró la buena noticia, debido a que los antiguos propietarios presentaron un recurso a la sentencia que aprobaba el concurso de acreedores, volviendo a poner en peligro la estabilidad de la empresa. Desde CCOO, sindicato que estuvo gestionando el proceso, lamentaron que “esta nueva maniobra volviera a generar incertidumbre en la plantilla y en el socio mayoritario de la empresa”. “Se pone en riesgo la continuidad de la empresa y los puestos de trabajo en una ciudad con niveles extremos de desempleo”. En dicho recurso se solicitaba “la suspensión de la aportación de capital necesario para reflotar Industrias Algama por un importe de 1.060.000 euros y una nueva convocatoria de la junta de acreedores”. El sindicato no entiende que este nuevo movimiento vuelve a poner en peligro e incertidumbre el futuro de la empresa industrial.

Los antiguos propietarios emitieron hace unos días un comunicado en el que quisieron transmitir tranquilidad y explicar el motivo de esta acción realizada. Desmienten que se haya producido definitivamente la salida del concurso de acreedores. Afirman que “debido a los incumplimientos de los pagos previstos por los actuales dueños, las participaciones sociales vuelven a ser de quienes fundaron la factoría”. Aun así, “no pueden volver a ejercer la administración hasta que la justicia no se pronuncie sobre esta denuncia presentada ante una operación de reducción de capital y posterior ampliación, que entienden presuntamente delictiva”. Aseguran que son “los incumplimientos de los actuales administradores los que les han obligado a ejercer sus derechos”.

De esta forma, se ven en la “obligación moral y personal de retomar las riendas y dar una solución a las familias, evitando que terceros especulen”. Además, anuncian que cuentan con un nuevo inversor del mismo sector con la integración en el capital social de Galvasa y Galvexsa, “una solución más solida que la propuesta por los administradores actuales”. Quisieron transmitir tranquilidad afirmando que “la situación del actual concurso de acreedores asegura un correcto modo de trabajar, hasta que avancen los trámites judiciales”. Los antiguos propietarios consideran que no hay que temer por el futuro de la plantilla “si presentan la misma dedicación que hasta ahora”. De una forma u otra, se espera que la empresa siga activa y con todos sus empleados.