La Tercera Caída mira con gran ambición hacia el futuro

El grupo parroquial trabaja en su segunda procesión y en adquirir un Cristo

18 mar 2020 / 16:30 H.
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Un objetivo cofrade cada vez más cerca de conseguirse. Casi tres años después de que un grupo de personas empezara a mover los hilos para fundar una nueva hermandad en Linares, Nuestro Padre Jesús de la Misericordia en su Tercera Caída, Nuestra Señora de la Victoria y San Juan Evangelista, el grupo parroquial trabaja para conseguir los permisos que le dé pie a organizar el segundo desfile procesional de su historia. El primero fue en junio del año pasado, aunque llegar a lograrlo no fue sencillo. La primera meta fue tener el visto bueno del Obispado para constituirse en grupo parroquial, paso indispensable para poder ser, en el futuro, una cofradía. La primera imagen en adquirirse fue la de la Virgen, algo que fue acogido con gran emoción entre los miembros del grupo, que le profesaron su fe y admiración desde el primer momento. En su sede canónica, la Basílica de Santa María, se procedió a su bendición. Actualmente, la imagen dispone de un ajuar modesto, pero de gran belleza, para ataviarla como merece. Esta fue la protagonista de aquella primera procesión, que tuvo lugar durante un “via lucis” celebrado con motivo del Año de la Misión Diocesana. Este recorrió las calles del casco antiguo en una tarde cálida. Conseguirlo de nuevo se trata, no obstante, de un asunto ciertamente complicado, dado que también se necesita que el Obispado dé luz verde. Si la situación sanitaria lo permite, se pretende que la procesión se celebre en la misma fecha que en 2019.

El párroco de Santa María, Sebastián Pedregosa, es el actual presidente del grupo. El vicepresidente es José Antonio Lozano, y Alejandro Valderas, el secretario. Entre ellos y el resto de hermanos trabajan por engrandecer día a día este proyecto. En muy poco tiempo ya cuentan con alrededor de doscientos hermanos y disponen de la casa hermandad, situada en la calle Alberto López Poveda (Los Castillos). Para sufragar los gastos mensuales abren un pequeño bar en el que se reúnen semanalmente. Entre los proyectos inminentes que se quieren poner en marcha, además de la procesión, está la adquisición de los bastones de mando para poder llevar representación a diferentes citas cofrades, la mejora de la capilla donde se encuentra la Virgen, en el interior de la basílica, y la adquisición de una segunda imagen, el Cristo de la Misericordia en su Tercera Caída. Este último se plantea a largo plazo. “Los tallistas que barajamos tienen una lista de espera de hasta dos años para comenzar el trabajo, además de un coste muy alto. Queremos ir despacio y con buena letra y hacer una imagen especial, que perdure en el tiempo”, explica el secretario. Para ello, siguen organizando loterías, viajes y rifas, y abriendo el bar cada viernes para poder conseguir el montante necesario para el proyecto. “Las puertas están abiertas para quien quiera ayudar, sea hermano o no”, indica su vicepresidente del grupo parroquial, que espera ver los frutos de todo este trabajo en poco tiempo.

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