La fiesta entra en su recta final

Los linarenses aprovechan y disfrutan al máximo cada momento en su feria

31 ago 2017 / 11:00 H.

Tan solo 48 horas son las que le queda a la Real Feria y Fiestas de San Agustín 2017. Los momentos de nostalgia, las ganas de disfrutar del último aliento festivo, los homenajes y las despedidas empiezan a aparecer sobre el recinto ferial del Parque del Pisar.

Las grandes aglomeraciones que se vieron en el primer fin de semana en las casetas más tradicionales y las calles cercanas al recinto ya menguan ligeramente, aunque muchos mantienen el espíritu de los primeros días, y los eventos programados siguen teniendo una afluencia importante de visitantes. Citas como los conciertos de música que se celebran en el andén de la antigua Estación de Madrid y que, tanto ayer como hoy, correrán a cargo del Ateneo Musical y Filarmónico de Linares. Una actuación de la que disfrutó el público, especialmente compuesto por los mayores de Linares, que abarrotaron, una vez más, el viejo andén, tal y como está ocurriendo en cada uno de estos conciertos gratuitos y que se espera que vuelva a darse en el de la mañana de hoy.

Sin duda, el turno matinal de la feria es el del contraste generacional entre abuelos y nietos. Estos últimos inundaron una mañana más la colorida Caseta Infantil. Un espacio en el Parque Mariana Pineda coordinado por La Escalera Animación, que hace las delicias de los más pequeños de la casa. En el día de ayer fue el turno de las manualidades, y cerca de un centenar de niños acudieron para disfrutar de estas actividades lúdicas dando rienda suelta a su imaginación junto a sus personajes favoritos de la pequeña pantalla.

Por la tarde y noche, se puede observar cómo el bullicio foráneo disminuye ligeramente. Sin embargo, el buen tiempo característico de San Agustín llegó ayer con un sol abrasador y dejando atrás los días de lluvia. Las buenas temperaturas dan otro color a las casetas, más alegre y tradicional, y son muchos los linarenses que se ven prácticamente invitados a acudir a disfrutar de las mismas. En la Municipal, grandes actuaciones flamencas como las de Ritmo y Melodía, y Paqui Fernández, variadas como las de la Orquesta Zócalo, y copleras como la de Toñi Ronquillo, hicieron disfrutar a familias con miembros de todas las edades que gozaron del buen ambiente que se respira en esta caseta central.

Igual que ocurre con las barracas populares, sucede con las atracciones mecánicas. Si entre chaparrones eran muy poco apetecibles, e incluso la gran mayoría se encontraban cerradas, ahora con el sol brillando y las noches frescas y despejadas, vuelven a verse largas colas tanto en las más clásicas como en las de nueva generación.