Javier Perales: “Empujaré a las administraciones públicas para que apuesten por Linares”
El líder de los socialistas linarenses promete ponerse a trabajar con diálogo en el primer momento que se haga efectivo su nombramiento y muestra su compromiso a dar continuidad a los proyectos que hay ahora mismo en marcha
Tiene revolucionada la ciudad de Linares desde aquel día que dio el paso para plantear una moción de censura con capacidad para dar un giro político al Ayuntamiento. Con el uso de los instrumentos democráticos a su alcance, Javier Perales Fernández (Linares, 1976) se convertirá en el próximo alcalde de su tierra, con el apoyo de Izquierda Unida y de Cilu, el próximo viernes. Salvo imprevistos y zancadillas políticas encaminadas a impedirlo, la lista más votada en las últimas elecciones municipales gobernará a catorce meses de la próxima cita con las urnas. La polémica está servida en bandeja.
—Quedan cuatro días para el pleno extraordinario en el que se convertirá en alcalde. ¿Teme que se rompa su estrategia?
—No, es un proyecto que lleva mucho trabajo detrás, ilusión y muchísima responsabilidad. Es el momento en el que la ciudad va a entender que hay otra forma de gobernar, una gobernanza que cuenta con todo el mundo, no excluye a nadie. Hay que tener en cuenta que con este equipo de Gobierno no se ha hablado en tres años.
—Hay una petición de medida cautelar en los tribunales...
—Es ridículo, un esperpento, hacer de la mentira una forma de vida, pero es la derecha. Lo que lamento es la situación en la que dejan Linares. No se han leído ni la sentencia, porque todos los concejales están activos para su voto. Solo con las matemáticas se ve que en octubre el fallo dejó de tener efecto para el sufragio pasivo, para que sea votado, no para votar, por lo que es ridículo.
—¿Tenía atada la moción de censura antes de empezar la primera ronda de contactos?
—La fórmula de acudir a nuestra militancia está estipulada en unos estatutos, de tal forma que informamos a nuestra asamblea de la pretensión de iniciar una ronda de contactos y, al finalizar, vimos que teníamos suficientes apoyos con Izquierda Unida y nuestras bases validaron la propuesta con su voto. Contamos con la militancia desde el primer momento.
—¿Por qué es necesaria una moción de censura a catorce meses de las elecciones municipales?
—Porque tenemos una ciudad paralizada por este equipo de Gobierno. Se quedó en minoría tras la salida de sus socios, de Cilu, y pensábamos que llegaría a acuerdos para sacar adelante propuestas, pero nos dimos cuenta pronto de que este alcalde no quiso gestionar esa minoría buscando apoyo en el resto de partidos políticos, cuando nuestra disposición ha sido total. Tengo que recordar que presenté, en septiembre, una carta para exigir los presupuestos, una iniciativa que debería haber salido de él. Es muy necesaria esta moción de censura porque, insisto, la ciudad está totalmente paralizada. Tiene una cortina de humo muy fácil de disipar, porque basta con ver los últimos datos del paro... La situación es inaguantable. No se puede rebatir si es el momento o no. Yo me acuerdo de los muchos parados que hay en Linares en este momento y les preguntaría si pueden esperar o no, lo mismo que las mil trescientas personas que se han ido en los últimos tres años. La falta de eficacia en la gestión hace que nuestra propuesta se tenga que llevar a la práctica de inmediato. Nosotros hemos estado muy cómodos en la oposición, porque hemos trabajado y hemos sido proactivos con cuarenta iniciativas aprobadas, pero creemos que teníamos que dar un paso más por la ciudad. Sin compromiso de mi partido, a través del Gobierno con el Centro de Competencias Digitales, o de la Diputación, que ha puesto casi tres millones de euros y ha creado casi doscientos puestos de trabajo, estaríamos hablando de datos del paro insostenibles para una ciudad que ya fue la del desempleo y que, ahora, vuelve a serlo. Queremos mostrar esperanza con un proyecto necesario.
—¿Cuál es su proyecto?
—Contar con todos. Después de unas elecciones que hay que recordar que ganó el Partido Socialista, podemos decir que casi se llegó a una moción de censura para quitarnos el Gobierno, muy respetable, pero se nos excluyó de la Junta de Gobierno Local. Y, precisamente, la primera medida que hemos acordado con Izquierda Unida consiste en reincorporar a todos los partidos a ese órgano. Nosotros mostramos un modelo de gobernanza compartida donde cuenten todos. Nuestro proyecto, a partir de ahí, se afianzará con la búsqueda de soluciones desde la representación que nos dieron los ciudadanos en las elecciones.
—¿Recibió alguna oferta de Raúl Caro-Accino para frenar la moción de censura?
—No ha hablado ni con el PSOE ni con este secretario general desde el 13 de noviembre. Es algo inconcebible. La persona que representa a los ciudadanos no ha hablado con el líder de la oposición, ni solicitándolo por carta. No hay ofrecimiento y lo podía haber he- cho en dos momentos: cuando nos excluyó de la Junta de Gobierno y cuando salió Cilu de su equipo.
—Cilu sí ha recibido oferta...
—Parece ser que sí.
—Da la impresión de que cerrar la moción de censura fue más fácil con Izquierda Unida que con Cilu. ¿Cómo ha conseguido llegar a un acuerdo con un partido con diferencias ideológicas importantes?
—Hay un proyecto programático de izquierdas, de coalición, entre el PSOE e IU, una iniciativa que presentamos a Linares Primero y a Cilu y, finalmente, fue Cilu quien, con el apoyo de su militancia, decidió que nuestro programa es mejor que el que hay representado por Raúl Caro-Accino. Yo valoro mucho el gesto, porque a cambio de nada, de no entrar en el Gobierno, de no presentar propuestas que vicien nuestro proyecto, haya apostado por un modelo que dará soluciones reales a Linares.
—¿Teme que el camino pueda ser difícil con Cilu?
—Será fácil con todo el mundo. Entendemos que, después de la moción, necesitamos el apoyo de todos los grupos políticos y, en este sentido, nosotros vamos a tender la mano para llegar a acuerdos por el bien general de la ciudad. El mejor modelo consiste en recuperar el diálogo y la composición representativa que debería tener el Gobierno desde un principio.
—¿Qué ha encontrado en Linares Primero?
—Mucha crítica hacia el equipo de Gobierno. Linares Primero representa a un pasado en una Alcaldía en la ciudad en la que se han hecho muchas cosas y Raúl Caro-Accino ha intentado dilapidar esos más de veinte años de un alcalde socialista. El PSOE ha hecho mucho por Linares, no se puede tapar con cortinas de humo. El Parque Científico y Tecnológico es un ejemplo de inversión, lo mismo que la adquisición del Parque de Santana o la construcción de la nave CAF...
—Valora la gestión de Juan Fernández, a pesar de todo...
—Valoro la gestión del Partido Socialista. La ciudad pasó por una situación muy complicada cuando se cayó el motor económico de Santana. No fue fácil la búsqueda de mecanismos para amortiguar esa caída. Ahora nos agarramos a la pandemia o a otras situaciones que, tristemente, suceden, pero que se te caiga el motor económico de la ciudad es insostenible. Nadie ha valorado eso. Aquí lo que hizo mi partido fue meter casi doscientos veinte millones de euros en ayudas sociolaborales a los extrabajadores, por lo que la transformación social impulsada por el Partido Socialista en los últimos veintitrés años hay que reconocerla. No nos sirve que se termine una rotonda que el PSOE empezó, lo mismo que la adecuación de unos parques puestos a disposición de los barrios, ni que tiren naves de Santana... En los tres años de este Gobierno solo ha venido al parque empresarial Evolutio y por una gran subvención de la Diputación. Está claro que lo han empeorado todo.
—La cesión de Santana Motor es gestión de Juanma Moreno, no precisamente de Susana Díaz. ¿Cómo explica eso al ciudadano?
—El actual alcalde puso en duda la gestión, cuando su antecesor, Juan Fernández, hablaba de la cesión de los activos de Santana. Han venido 6,4 millones de los 11 comprometidos para vender naves y nosotros lo que tenemos que hacer es buscar soluciones, estar con la iniciativa privada y traer proyectos como el Centro de Competencias Digitales de Renfe. Tenemos que empujar a las administraciones públicas a que apuesten por Linares.
—Volviendo a la moción de censura, en una entrevista dijo que se alegraba de que Cilu saliera del Gobierno. ¿Lo mantiene?
—Sí, sí, es un gobierno malo, pero no por el componente singular de Cilu, sino porque no gestionaban la ciudad. Cilu tenía unas competencias muy débiles y muy administrativas. Las grandes se las quedó, ninguneando al PP, Raúl Caro y Noelia Justicia. Aprovechó el alcalde, cuando se fue Cilu, para vaciar de responsabilidades al PP. Sabíamos que ese proyecto no tenía futuro, porque fue un pacto con el único objetivo de sacar al PSOE del Gobierno municipal, aunque hubiese que comprar los sillones de la Alcaldía. Esta ciudad ha sido, en estos tres años, el pueblo de los tres alcaldes. Es muy grave. El PSOE sabía cómo entraba en la negociación con los partidos políticos y sabía cómo iba a salir, nunca con una compra de sillones, siempre con un programa, algo que ellos han sido incapaces de presentar.
—¿Cómo interpreta las movilizaciones ciudadanas?
—Con total respeto, somos el partido de las movilizaciones, porque son sanas y buenas. Hubo una por el cierre de El Corte Inglés, otra por Aeropoxy... Ha habido muchas. Lo que no comprendemos es por qué a esa gente se les mete el discurso del miedo, de la paralización, de la caída de proyectos, de la ilegitimidad... No lo entendemos. Lo único que pedimos es que respeten la decisión de lo que la mayoría expresó en las urnas.
—¿Qué le parece la dimisión de la edil Noelia Justicia?
—Ha habido tres dimisiones en este mandato y a esta no le doy una importancia especial. Hay que darle relevancia al discurso, porque su intención era parar la moción de censura y la moción de censura sólo se podía parar con diálogo en estos tres años. Lo dije en el último pleno: aquí no se trata de gestores, sino de políticos, porque el Ayuntamiento no es una empresa, sino una ciudad, y su gente no son trabajadores, sino ciudadanos.
—¿Qué papel ha jugado la dirección provincial del PSOE en esta estrategia política?
—Ninguno, el respeto a la autonomía de la agrupación local y a la decisión de que es bueno recuperar el Gobierno.
—¿Ha pedido algún consejo a Francisco Reyes?
—No. Lo he pedido a mi militancia, que es donde me apoyo. A nosotros nos ponen desde abajo.
—¿Tiene ya estructurado cómo será su equipo de Gobierno?
—Sí. Un equipo de Gobierno en coalición y con responsabilidades que encajen en cada perfil, con mucho trabajo, porque aquí no dependerá de la suerte, sino del sacrificio. El que me conoce sabe que no tengo horas para esto, que mi contacto con la ciudadanía es total, de escucha activa, y esto nos facilitará gobernar porque sabemos cuál es la realidad social.
—¿Tiene avanzado ya el reparto de áreas municipales?
—Hemos trabajado, pero por respeto, si todo sale adelante, será de las primeras decisiones que tomemos, porque no vamos a parar la ciudad. Nosotros no nos tiramos un mes y medio para organizar una comisión, lo mismo que tampoco vamos a convocar una de doce de Hacienda al año, o no vamos a tardar dos meses en un decreto...
—¿Y los presupuestos?
—Nuestro programa recoge traer presupuestos en estos catorce meses. Es inconcebible que no se hayan presentado todavía.
—¿Se compromete a dar continuidad a los proyectos impulsados por el actual alcalde?
—Claro que sí, con todos.
—¿Incluido el campo de fútbol?
—Por supuesto.
—Tenían dudas...
—No teníamos dudas. El problema es que nos enteramos de esta obra por una rueda de prensa. Es un proyecto que no ha pasado por ninguna comisión, no hay memoria, nada. Estamos muy agradecidos por la apuesta por este campo fútbol, yo soy futbolero, pero nos quejamos de que no conocemos el proyecto. Por eso me he reunido esta semana con el presidente del Club Deportivo de Linares, para manifestarle nuestro compromiso con esta iniciativa si llego a ser alcalde.
—¿Están cerradas ya las heridas del pasado en el seno del PSOE?
—Siempre hemos sido críticos, lo que nos ha nutrido de una fortaleza que nos sitúa en una posición de privilegio frente a otros. Estamos unidos, es bueno enfrentar posiciones y, cuando se toma una decisión, ir todos a una.
—¿Afectará el juicio de Juan Fernández a su mandato?
—No tiene nada ver una cosa con la otra. Lleva programado mucho tiempo, traspasa mi mandato al frente del PSOE, también el actual y ni para bueno ni para malo va a trastocar nuestra hoja de ruta.
—¿Qué será lo primero que haga si consigue ser alcalde?
—Trabajar y llamar a los colectivos que no han sido escuchados. Están las mesas de los concejales llenas de registros sin contestar.
—¿Qué le dicen los linarenses cuando pasea por la calle?
—Muy cariñosos, me dicen que para adelante, que es necesario demostrar que somos capaces de sacar esta ciudad adelante.
—¿Teme altercados en el pleno?
—No. Hay un artículo que obliga al alcalde a garantizar que el pleno se desarrolle con todas las garantías. Sería muy grave que el alcalde omitiese ese deber que tiene.
—¿Su proyecto es sólo para catorce meses o piensa presentarse a las próximas elecciones?
—El proyecto del PSOE es de ciudad, para catorce meses, para cinco años, para veinte... Que yo sea el candidato a la Alcaldía en 2023, no sólo lo elige Javier Perales, sino sus militantes.
—¿Está en disposición de ser el candidato o no le dolerán prendas en echarse a un lado si su partido se lo pide?
—Estaré donde diga la militancia.
—Otro supuesto. Si Ana Cobo da el paso y se presenta a la Alcaldía, ¿habrá primarias?
—Cualquier persona se puede presentar para sacar adelante un proyecto, pero tendrá que ser valorada por la militancia.
—¿Es consciente de que será alcalde sin pasar por las urnas?
—Esa no es una afirmación cierta. A nosotros no nos eligen alcaldes nunca, vamos en unas listas cerradas, tal y como establecen las bases electorales de la democracia, de tal forma que nos eligen como concejales y luego la Corporación elige quién es el alcalde. El pueblo linarense determinó que el PSOE es el que más apoyos tenía frente a los partidos que no lo tenían y, entre ellos, eligieron a un alcalde.
—¿Qué significa para usted ser alcalde de su ciudad?
—Una responsabilidad muy grande. Yo estoy en el tejido social, en una cofradía, en un equipo de fútbol, en una empresa, por lo que es una gran responsabilidad. La fórmula del éxito está en el trabajo.