Homenaje a Anita Molina por su cien cumpleaños

La Asociación de Memoria Histórica quiso reconocer el trabajo de toda una vida “sin perder la sonrisa”

13 mar 2020 / 16:54 H.
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La Asociación de Memoria Histórica quiso rendir un homenaje a Anita Molina por su cien cumpleaños. Una cita a la que acudieron incluso familiares de fuera, así como el presidente de la asociación, Miguel Ángel Valdivia; el secretario, Felipe Serrano, la diputada del PSOE, Laura Berja, Mariano Rodríguez, de PCE, y Daniel Campos, secretario general del PSOE de Linares. Todos ellos pertenecen a la asociación. Destacan de la cumpleañera que a pesar de todo lo que ha pasado, “nunca ha perdido la sonrisa”. Los socios y otros asistentes pudieron degustar la tarta y también se entregó un ramo de flores a la homenajeada, que lo recibió con gran alegría y emoción, dando las gracias a todos los asistentes.

Anita Molina Gil nació el 1 de marzo de 1920, en Mogón, un anejo de Villacarrillo, en la provincia de Jaén. Cuando Anita tenía tres años sus padres Nemesio y Francisca se fueron a vivir a Linares, donde vive desde entonces. Su padre era electricista y más tarde, en el contexto minero de la ciudad de Linares, trabajó en la mina “La Minera". Francisca, su madre, nunca aprendió a leer ni a escribir algo a lo que sí pudo acceder Anita en su niñez que asistió al colegio del Ayuntamiento situado en la conocida Fuente del Pisar. Esta mujer valiente cuenta que la época de su juventud fue de las más interesantes que ha vivido España. La proclamación de la segunda república, acogida y esperada por las mujeres jóvenes de la época, fue una gran conquista que aspiraba a dar respuesta al anhelo de la deseada igualdad de derechos y libertades que tantas mujeres habían reivindicado a lo largo de varios siglos. Con la edad de 14 años, Anita decidió elegir una opción política y fue la influencia de su querida amiga Rosario Perales la que determinó su ingreso en las Juventudes Comunistas allá en el año 1934. Anita acudía a la casa de su amiga Rosario y disfrutaba al escuchar las conversaciones de la familia, le parecían buena gente. Tras su ingreso en las Juventudes Comunistas, Anita influyó en la ideología de su familia. Su participación en la vida política es un claro posicionamiento de defensa de los derechos y libertades de las mujeres y de los obreros. En aquella convulsa época Anita comprendió que tenía que tomar partido. No quiso ser mera espectadora y se convirtió en una gran protagonista del transcurso histórico de los años 30. Para el fin de la guerra supuso acabar con el ideal emancipador que tenían las mujeres. Tras el vencimiento de las fuerzas golpistas seria sometida a una gran represión ejercida por la dictadura fascista, y que acabó con todas sus ilusiones y esperanzas de vivir con libertad e igualdad.

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