“Hay que animar a mujeres de Linares a ser policías”

María Begoña Sánchez

12 feb 2020 / 12:17 H.
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Desde 1996 en la Policía Nacional, se licenció en Ciencias Químicas y ejerció en este ámbito dentro del cuerpo. Ha trabajado a pie de calle y su último destino fue la Sección de Identificación Lofoscópica en la Unidad Central de Policía Científica

—¿Qué tal la incorporación a su nuevo puesto? ¿Cómo han sido estos primeros días?

—Muy bien, estoy muy contenta con la escala ejecutiva en la que estoy y todos los agentes están muy preparados profesionalmente. Así siempre es más fácil trabajar y, además del tema administrativo que es más complicado que en anteriores cargos, ellos realmente me ayudan muchísimo. Es gente joven y con ganas de trabajar.

—¿En qué sentido cree que se puede mejorar en la ciudad con respecto a la delincuencia que existe en la actualidad?

—Las acciones a tratar con respecto a este asunto son siempre los mismos. Creo que es muy importante incidir en que la Policía es un servicio al ciudadano, que pueden contar con nosotros y que estamos para ayudarles. Esta es una ciudad con una tasa de delincuencia baja, por lo que creo que el acercamiento con los vecinos es muy importante, que puedan ver que estamos ahí para resolverle cualquier problema que se le pueda presentar en todo momento. Hay zonas más conflictivas en las que habrá que reforzar la presencia policial y las patrullas para seguridad de los linarenses residentes.

—¿Espera una ampliación de plantilla en la Comisaría?

—El déficit de personal en la Policía es generalizado. Es algo que no depende de nosotros sino de arriba, por lo que las incorporaciones serán las habituales. No obstante, exceptuando fechas señaladas como feria o alguna otra fiesta, con los agentes que tenemos podemos dar un buen servicio y trabajar perfectamente. Somos afortunados, ya que tenemos una genial relación y colaboración con la Policía Local y trabajamos conjuntamente en muchas ocasiones para dar un buen servicio a la ciudadanía. Actualmente no me puedo quejar de falta de personal.

—¿Qué le diría a otras mujeres que quieran acceder a un alto cargo como usted?

—Dentro de la Policía, las mujeres tenemos las mismas oportunidades que los hombres para ascender. Es una cuestión que está totalmente normalizada. Es verdad que en escala ejecutiva hay menos mujeres que hombres, pero es porque llegamos al cuerpo hace poco. Actualmente en la academia de Policía Nacional de Ávila ya hay un 40% de mujeres, por lo que el porcentaje cada vez va subiendo y llegará a igualarse en poco tiempo, porque hay mujeres muy preparadas que pueden optar perfectamente a puestos de responsabilidad.

—¿En Linares hay el mismo porcentaje de mujeres agentes?

—En esta comisaría es verdad que el número de mujeres es menor. Creo que habría que animar a las chicas linarenses a que estudien esta oposición y entren al cuerpo policial. Al principio podrán estar unos años fuera de casa, pero en un tiempo podrán volver destinadas a la ciudad y desempeñar su labor aquí. De esta forma, el porcentaje entre hombres y mujeres puede igualarse poco a poco.

—¿Le ha resultado difícil conciliar su vida familiar con la
laboral?

—En realidad siempre he podido conciliar ambas cosas, ya que los horarios son buenos y tienes opción a elegir el que más se adapte a la situación que vive cada uno. Además, considero que no tiene que ser la mujer la que se haga cargo al cien por cien de los hijos. Creo que al final es cosa de dos y mi marido y yo siempre hemos compartido esa responsabilidad a partes iguales. Tengo tres hijos y, por mi situación actual, es mi esposo el que se está asumiendo la responsabilidad en este momento. Hace poco me preguntaron si había roto techos de cristal y no considero que sea así, ya que ha habido otras compañeras que sí lo han hecho, mucho antes de yo conseguir este puesto de
responsabilidad.

—¿Qué ámbito es el que más le gusta de la Policía?

—En principio entré a Policía Científica por mi profesión, pero cuando fui destinada a un distrito me di cuenta que también me encantaba estar en la calle. Es una profesión que engancha y que, cada vez más, te va gustando mucho. A día de hoy estoy en otra etapa profesional, pero no me importaría volver a desempeñar esas funciones que hacía antes.

—¿Ya conoce el tema del tráfico de drogas en la ciudad? ¿Cómo piensa actuar?

— Creo que es muy importante la prevención en colegios y asociaciones de vecinos. En las zonas más conflictivas habrá que aumentar la seguridad y las intervenciones policiales.

—¿Qué opina de la formación que se realiza en La Enira?

—Tenemos una gran ventaja en el cuerpo y es que tenemos opción de formarnos continuamente, tanto a distancia como presencialmente. Es una forma de estar actualizado en todo momento e incidir en materias que se quieran resolver en un futuro.

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