El plan de seguridad marca la esperada vuelta del mercadillo

176 vendedores retoman su actividad profesional tras más de dos meses

27 may 2020 / 16:33 H.
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Volvió el mercadillo. Ayer fue un día muy esperado para vendedores ambulantes, pero también para los ciudadanos, que estaban deseando ya volver a comprar en sus puestos. Fueron muchos los vecinos que reclamaron el regreso de este servicio y que se interesaron por la fecha de su reanudación. No obstante, el Ayuntamiento necesitó algunos días para poder adaptar la zona de forma adecuada para garantizar la seguridad de ciudadanos y vendedores. El área de Salud y Consumo, de la que es responsable Pedro Cintero, fue la encargada de llevar a cabo estas mejoras. Además, hace pocos días el concejal mantuvo una reunión con los representantes de la Asociación de Comerciantes Ambulantes (Avapa) para explicarles el protocolo sanitario y la nueva distribución del lugar. El colectivo acogió de forma muy positiva esta iniciativa y expresó su deseo de volver a la actividad cuanto antes.

Esta nueva organización provocó que se distribuyan los 176 puestos que componen el mercadillo en 22.824 metros cuadrados del Parque Multiusos o Recinto Ferial. La separación entre puestos se amplió, por lo que hay una distancia lateral entre ellos de dos metros y medio, y frontal de entre 15 y 18 metros, siempre en busca de mantener la distancia de seguridad entre puestos. Se estableció un límite aforo, según las condiciones del Gobierno Central. Para que este se respetara, se instaló un control de acceso en la entrada por la calle Eriazos de la Virgen. También se colocaron allí dispensadores de hidrogel para quien lo necesitase. El personal del Ayuntamiento se ubicó en este control para velar por el cumplimiento de las normas y evitar que se sobrepasara el aforo permitido. La Administración local informó puntualmente a los vendedores de las instrucciones técnicas a seguir para garantizar la seguridad en el recinto.

Con respecto al desarrollo de la jornada, fue bastante tranquilo. Se podía ver a la mayoría de vendedores y usuarios con mascarilla, una medida que ya es obligatoria, aunque sea un lugar al aire libre. Las distancias de seguridad se respetaron de forma general, aunque hubo momentos en los que fue especialmente difícil seguir esta norma. A la hora de pagar, dar el cambio o acercarse a alguno de los montones, las distancias tendieron a acortarse. Aun así, la aglomeración en los puestos no fue muy numerosa, dado el control de aforo que se ubicó a la entrada. Una de las costumbres también es tocar el género, sobre todo cuando se trata de alimentos como frutas o verduras. Esto es algo que deja de estar permitido, ya que los alimentos se contaminarían. Los vendedores se encargaron de despachar y controlar que nadie se acercara más de la cuenta a este tipo de puestos ambulantes. Vendedores y usuarios esperan que con estas medidas se pueda seguir celebrando el mercadillo de martes y viernes.

Linares