Ayuda diaria de una kiosquera a los que tiene más necesidad

Ana Tirado trabaja por los demás desde el puesto junto al Hospital San Agustín

04 may 2017 / 17:35 H.

Desde su puesto en la Avenida San Cristóbal de Linares, Ana Tirado se dispone cada día a realizar su trabajo como kiosquera. La conocen muchos de sus vecinos y clientes habituales, la mayoría de ellos trabajadores o incluso pacientes del Hospital San Agustín, junto al que se encuentra.

Lo que no todos saben es que Ana Tirado realiza, además, una función solidaria, que sirve de mucha ayuda a los más necesitados. Lo que empezó con una recolecta de ropa, calzado y juguetes para colaborar con el colectivo de Cáritas, se ha ido ampliando día a día y donación a donación. Ahora pertenece a la Asociación Solidaria “Dona Felicidad Jaén y alrededores”. La organización fue impulsada en su día por María Zocueca, y ha conseguido contactar a voluntarios de diferentes puntos de la provincia de Jaén como la capital y también Andújar, Bailén, Úbeda, Baeza o, en el caso de Ana, Linares.

“Yo comencé a recoger ropa para colaborar con Cáritas, pero se iba acumulando y no podía mantenerla aquí. Entonces, junto con otra compañera, encontré esta asociación y nos pusimos en contacto. Vimos que todo estaba muy bien organizado y nos unimos a colaborar con ellos, y de la misma manera que nosotros nos unimos ocurrió con los demás. Poco a poco ha ido creciendo y ya intentamos abarcar a casi toda la provincia”, cuenta la empresaria Ana Tirado.

La asociación se mueve especialmente a través de las redes sociales. Se rige por unas normas de recogida de donaciones y entrega de las mismas. Con este control consiguen que el reparto sea equitativo y fiable, vigilando por ejemplo que los objetos donados no se vendan posteriormente. “Intentamos que llegue a gente que lo necesite de verdad, y que no vaya todo a los mismos mientras otras personas se quedan sin lo que les hace falta”, dice.

Entre las últimas grandes colaboraciones, han conseguido reunir casi un centenar de colchones, que han ido a parar a otras tantas familias. “Nos avisaron de una fábrica de camas donde se iban a desperdiciar. Fuimos allí y nos permitieron recogerlos y repartirlos”, cuenta la kiosquera.

Según Ana Tirado, cada día reciben bolsas de ropa, especialmente en épocas de cambio de estación, pero siguen necesitando colaboraciones como alimentos de primera necesidad. “Es cierto que mucha gente nos trae ropa que ya no usa, pero nos vendrían muy bien donaciones de leche, cereales... Especialmente productos para que los niños que menos tienen puedan completar un desayuno cada día”, indica. La iniciativa sigue corriendo a través del boca a boca y las redes sociales. Poco a poco más linarenses son conscientes de que en el kiosco, junto al Hospital de San Agustín, pueden colaborar con esta buena causa.