Así se prepara un examen profesional de ballet clásico

Laura Merelo nos abre las puertas de su clase para mostrarnos su arduo trabajo

23 jul 2020 / 11:41 H.
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El ballet clásico es una de las modalidades más complejas del mundo de la danza y considerada una de las más formales. Para ello, es necesario que el bailarín o bailarina adquiera fuerza, resistencia, equilibrio y mucha flexibilidad para así, poder mostrar a un público o a un examen la representación correspondiente a cada momento; un estilo de vida basado en la disciplina y la constancia. Exige muchos años de práctica y preparación y, como recompensa, los alumnos tienen la posibilidad de realizar su plan de estudios profesional y, de esta manera, convertirse en bailarín profesional.

Puntas atadas, maillot ajustado y moño bien anudado, Laura Merelo nos abre las puertas de su clase, en la escuela Ritmo Latino Linares, para mostrarnos cómo se prepara un examen profesional de ballet. Esta escuela, adscrita a la Asociación de Profesores de Danza Española, Clásica, Flamenco y Moderno, facilita a su alumnado la oportunidad de pertenecer y adquirir esta formación artística y pedagógica, desde primero a séptimo, que tiene como objetivo principal el aprendizaje para el desarrollo profesional del bailarín y capacitar a los formadores para impartir cursos de danza.

<i>Cristina Quero, Victoria Lado y Joely Jackson ejecuntado un relevé passé en la barra </i>
Cristina Quero, Victoria Lado y Joely Jackson ejecuntado un relevé passé en la barra

Aunque sea una preparación de examen, la distribución de los ejercicios se conforma de manera similar a una clase ordinaria, dividida en barra y centro. Esta organización está pensada, a lo largo de los años, para darle al cuerpo la correcta colocación y preparación muscular que consiga evitar lesiones y alcanzar los objetivos marcados. Empezando por un calentamiento para “despertar” los músculos, el primer ejercicio es el “plié”. Este, que en francés significa doblado, es la base de todos los ejercicios de la danza y sirve para trabajar la musculatura de las piernas, principalmente los aductores y los cuádriceps.

Tendú y jeté son los siguientes y, con técnicas similares, empiezan a ser ejercicios con una mayor carga de fuerza en la que trabajan más grupos musculares, como explican Pablo Cano y Lucía Mateos. Merelo es la encargada de marcar los ejercicios que, posteriormente, los bailarines repetirán. Mientras tanto, en la clase se respira disciplina y saber estar, en un ambiente con una pieza de piano como hilo conductor. El rond de jambe marca el ecuador de la barra y consiste en un movimiento circular de la pierna, bien a tierra o por aire, mientras la otra permanece erguida.

<i>Juan Manuel Moya, alumno de ballet clásico </i>
Juan Manuel Moya, alumno de ballet clásico

Frappé y grand battement son los ejercicios que más potencia y fuerza exigen en la barra de la que son concluyentes. De esta manera, el primero requiere de rapidez en su característica ejecución y el segundo es la máxima expresión de flexibilidad donde las piernas se lanzan “a potencia” en todas las direcciones: devant, à la seconde y derrière.

De esta manera, se pone fin a la primera parte de la preparación: la barra. A continuación, se realiza un centro, sin apoyo, para ejecutar los ejercicios con equilibrio, complejidad, musicalidad y armonía. Merelo explica que se trata “del momento en el que el cuerpo está en su punto álgido” y que se pueden realizar ejercicios como tendúes, adagio, petit allegro o grand vals.

Así se prepara un examen profesional de ballet clásico

Así pues, se da por finalizada una de las múltiples clases que son necesarias para esta preparación profesional, considerada entre bailarines como una “carrera de fondo”, donde se amalgama la alimentación, el ejercicio, la calidad del sueño y, por supuesto, la danza. Además de los ejercicios técnicos, los últimos años de preparación cuentan con variaciones originales de los ballets más reconocidos del mundo como Kitri, de “Don Quixote”; Pájaro Azul, de “Bella Durmiente”; “Giselle”, o Cisne Blanco de “Lago de los Cisnes”. Puntualizar, también, que Ritmo Latino cuenta con casi una decena de titulaciones profesionales culminadas por su alumnado con buenos resultados y bailarines becados con formación en Londres o Estados Unidos; así como, con la formación del Ballet Joven “Ritmo Latino Linares” que suministra a sus artistas la oportunidad de “pisar las tablas” de los principales teatros provinciales y autonómicos.

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