Aplijer constata el incremento de la adicción al juego “on-line”

El perfil de las “víctimas” cambia en los últimos años por la bajada de la edad media

14 nov 2016 / 11:49 H.

La influencia de las nuevas tecnologías y de internet en la sociedad deja tras de sí la proliferación de numerosas modalidades de juegos y apuestas “on-line”. Un fenómeno que también provoca, al igual que los métodos considerados más tradicionales —casinos, bingos o tragaperras, entre otros— situaciones y comportamientos que pueden desembocar en una adicción.

Así lo pone de manifiesto la Asociación Provincial Linarense de Jugadores en Rehabilitación (Aplijer), cuyo equipo de profesionales y monitores constata un notable incremento de personas adictas al denominado juego patológico a través de internet. Se trata de un contexto reciente que avanza de forma considerable y provoca, además, que el perfil social del enfermo de ludopatía haya cambiado radicalmente.

“Antes, una persona se iba a jugar a la máquina de cualquier bar, con lo que el enfermo era visto por más personas, como amigos o conocidos, que acababan informando al familiar de la situación que había. Pero ahora, cada vez más gente se engancha al juego ‘on-line’ y se crean adictos que juegan encerrados en su habitación, de una forma menos visible, con lo que puede llegar a ser más difícil diagnosticar la enfermedad”, señaló Martín Valero, presidente de la asociación Aplijer.

Esto provoca que el problema de la adicción a los juegos de azar sea aún más elevada y, especialmente, que la edad media del enfermo de ludopatía descienda con respecto a las dos últimas décadas y se sitúe en torno a los treinta años. La comparativa es posible gracias a la trayectoria de la asociación Aplijer, todo un referente dentro del ámbito del tratamiento de las adicciones a sustancias no tóxicas. La organización cumple ya veinticinco años consecutivos de funcionamiento en la ciudad, durante los cuales ha ayudado a más de mil vecinos entre enfermos y familiares. Y es que no solo el propio paciente es quien necesita someterse a las terapias, sino que sus más allegados requieren de asesoramiento para sobrellevar, con entereza, las dificultades que trae esta lacra.

“La forma de los tratamientos ha cambiado durante todos estos años, ya que, antes, solamente eran los profesionales quienes impartían las terapias, hasta que se demostró que las personas que han pasado por esta problemática de la adicción al juego también podían ayudar a tratar a los enfermos y ejercer de monitores, porque son capaces de llegar a los afectados”, apuntó Valero.

Desde su fundación, la Aplijer ha pasado por varias etapas y ubicaciones hasta que la asociación se implantó en la actual sede de la calle Bailén. En el año 2006 recibió la habilitación como centro de tratamiento ambulatorio por parte de la Junta de Andalucía, lo que supone poder realizar sus tratamientos gracias a un convenio con el que se sustenta la labor de dos profesionales, un psicólogo y una trabajadora social. La junta directiva de esta asociación, enfermos y familiares celebraron, recientemente, el acto conmemorativo de tan señalada efeméride con varias actividades. Entre ellas, destacaron dos charlas sobre ludopatía, un almuerzo y una cena de convivencia, una entrega de reconocimientos a todas aquellas personas y socios más allegados al colectivo y un apartado de testimonios.