Amor por la madre y reina

La Virgen de Linarejos recibe el bastón de mando como Alcaldesa

25 jun 2018 / 08:33 H.

Preocupaciones y alegrías, amores, tristezas, corazones rotos y otros rebosantes de amor. Lo que esconden los muros de la Ermita de la Virgen de Linarejos, solo estos, y la patrona, lo saben. Cada uno de los problemas que desde hace siglos recayeron en promesas a la madre de todos los linarenses se transformaron en un acto donde sus hijos reconocieron, con el alma llena de agradecimiento, el valor de la devoción, la fe y el amor de una madre, la de Linarejos, que desde ayer se convierte, de forma oficial, en Alcaldesa Perpetua de la Ciudad de las Minas. Así lo quiso la justicia poética, pues el alcalde, Juan Fernández, en el día de su santo, fue quien se encargó de darle, para el resto de la vida, el bastón de mando a la patrona de Linares.

El sentimiento de orgullo, así como el de pleno amor, salían de cada poro de la piel de los fieles, que llenaban la ermita que corona el Paseo que lleva su nombre, el de la patrona. Amadeo Rodríguez Magro, obispo de Jaén, fue quien ofició el solemne acto eucarístico que dio a la Virgen de Linarejos los honores como Alcaldesa Honoraria de la ciudad. Representantes de la Corporación Municipal, el propio alcalde, miembros de la cofradía de la Reina de Linares y un puñado de devotos se citaron en la casa de la Virgen de Linarejos para vivir un momento que, desde ayer, quedó grabado en los libros de historia.

Tras unas palabras cargadas de admiración hacia la Virgen, una imagen que crea “comunión” en la provincia de Jaén, el obispo dio paso al momento culmen del día. Así, el alcalde ofreció su bastón de mando a la Madre de Linarejos, que ya es Alcaldesa Honoraria con carácter perpetuo. Los aplausos, los vítores y los ojos vidriosos fueron lo único que se pudo ver en unos momentos ensordecedores. “Viva la Virgen de Linarejos, la madre y patrona de los linarenses”. Eso es lo único que resonaba entre los muros y los frescos de una ermita que lucía fantástica para la ocasión.

La Coral Virgen de Linarejos, como no podía ser de otra forma, puso las melódicas voces de sus cantantes a disposición de un acto ceremonioso que brilló, a parte de por su solemnidad, por el fuerte compromiso de los linarenses con su patrona. Así, los miembros de la coral dieron lo mejor de sí para engrandecer, aún más si cabe, el nombramiento oficial de la Virgen de Linarejos como Alcaldesa de la ciudad. En este sentido, el coro hizo las delicias de los fieles con la interpretación de algunos temas como “Invocatio”, de Falla; “Ave María”, de Schubert, o “Benedicat Vobis”, de Haendel. Sin embargo, el momento más emotivo llegó al final de la celebración, cuando todos se pusieron en pie para vivir la interpretación del Himno de la Virgen de Linarejos, que sacó más de una lágrima entre los devotos.

Al final, el obispo de Jaén, junto con el alcalde de Linares, destaparon una placa conmemorativa de este día, que lucirá para siempre en las paredes de la Ermita de la Virgen de Linarejos. En definitiva, se trató de una mañana en la que los ojos tomaban un brillo diferente, un matiz de fe, devoción y, sobre todo, mucha admiración por la madre de los linarenses, que desde ayer es Alcaldesa Honoraria. Algo que demuestra el hondo sentimiento que los vecinos de Linares tienen a su patrona. Así, una devoción que goza de siglos de antigüedad, por lo que Diario JAÉN, en la línea de su compromiso con la cultura de la provincia, llevó su autobús hasta la ciudad minera para vivir, junto a los linarenses, uno de sus días más especiales.

Los fieles consiguieron, con un ejemplar de periódico, un broche bañado en oro que Diario JAÉN realizó, en exclusiva, para esta gran ocasión. Así, es la primera vez que se hace un broche de este tipo, y es que no todos los días nombran Alcaldesa Honoraria Perpetua a la patrona de una ciudad. Así, todos los devotos que se congregaron en la ermita tuvieron la oportunidad de hacerse con una pieza única que, seguro, hará las veces de caja de los recuerdos. Un día especial, con personas especiales, para vivir unos momentos inolvidables.