Ruta bella, exigente y dura

La singularidad de La Muela, Trocha de los Carneros, Majás de Josa y La Secreta en el Parque de Sierra Mágina

23 oct 2016 / 11:34 H.

Sierra Mágina es esquiva, difícil, cruel y despiadada con sus visitantes. Espartana y agria en sus paisajes; hosca y deforme en su insólita belleza. Tan sobria, tan ácida y desalmada, que atrae con una inusitada fuerza. Áspera, dura y exigente; jamás defrauda, la indómita Sierra Mágina”

Ruta muy exigente, bellísima y durísima. Antes de realizar una ruta de estas características, valora tu forma física, recaba abundante información sobre la montaña que vas a acometer; utiliza ropa adecuada, pantalón largo y botas de senderismo con caña alta y actúa con prudencia en todo momento, no excediendo tu capacidad. Este es uno de esos parajes desconocidos, virginales e ignotos de Sierra Mágina.

La ruta transcurre por la cara sureste del Aznaitín; presenta esta la cara más huraña de Sierra Mágina. Es una ladera de solana, sin vegetación arbórea, en continuo lapiaz, en continua pendiente y pasos imposibles. La ruta se inicia en el puerto de Albanchez, entre este y Torres, tomando la pista que sube a Puerto Cerezo, junto a un antiguo helipuerto. En todo el trayecto, hay varias vallas ganaderas (bajas y que se sortean con facilidad), insisto en la importancia de dejarlas en buen estado, pues son vitales para evitar el paso de ganado a pastos y términos municipales ajenos o zonas acotadas y el extravío o pérdida del mismo, evitando así conflictos entre pastores y de estos, con los agentes de medio ambiente.

El primer objetivo del día es localizar la Cueva de las Figuras o de las Zorreras —donde se localizó un enterramiento varios esqueletos armados de flechas y lanzas de pedernal—. Se encuentra a ras de suelo, en una zona rocosa al comienzo de la raspa que muere en el castillo de Albanchez. Una vez localizada, se cruza el nacimiento del arroyo de Cañada Hermosa para encarar la subida a la base de Peña Gallarda por uno de los numerosos “rompizos” de esta cañá. Este primer tramo se sigue con cierta facilidad, pues hay veredas de las ovejas que facilitan el paso.

Prosigue por la base del Peñón de la Cruz, buscando los Llanillos. Simpática ironía es estos “laeros”, para descender buscando el collado de la Muela y localizar la Trocha de los Carneros. La Muela es un castellón; una gran elevación rocosa y aislada, con enormes paredes verticales; rematada en una planicie esteparia. Antaño se utilizaba para separar a los carneros —machos de las ovejas—, de las hembras.

La Trocha consta de varias piedras colocadas en lugares estratégicos de paso, incluso pequeños escalones labrados en los peñones mas resbaladizos. Cuando ya parece imposible el paso, se encuentra un escalón semicircular, formado de piedras, perfectamente dispuestas, que salvan el último escollo, para el acceso a la cima de la Muela.

Continuando el descenso por la umbría, se localizan las llamadas Majás de Josa. En medio de este paraje casi lunar, unas frescas y verdes majadas albergan un antiguo asentamiento defensivo musulmán. Esta zona está salpicada de ellos, pues además de este, en el extremo opuesto Cerrillo Tesoro y la Vieja hay asentamientos, al igual que en la Saleta y Pilar del Moro, muy cercanos a las Majás. Todos ellos eran de carácter defensivo ante las luchas tribales, la desintegración del Califato Cordobés y la existencia de numerosas taifas o caudillos independientes. De hecho, durante el recorrido es habitual la presencia de restos de cerámica.

En este asentamiento se aprecian restos del muro defensivo, un antiguo aljibe y un refugio subterráneo cegado por el hundimiento del terreno. Ya en descenso por una gran rastra, donde la vegetación se reduzca a unos lastones (similares al esparto), unos espinos y oh!!!!!!, numerosos mermecinos!!!, que aguantan el continuo desprendimiento de rocas, vamos buscando Cueva Secreta.

“La Secreta” se localiza al final del gran raspón rocoso donde acaba la Muela, entre el Poyo de los Buitres y el Poyo del Cigüetal. Es una garganta con desprendimientos que además de numerosas covachas ha formado un estrecho y angosto pasillo que conforma una angostura. Este paso, muy oculto cruza los términos de Jimena y Albanchez, por un lugar aparentemente imposible y frecuentado antaño por maquis. En este caso, eran delincuentes implicados en el llamado el “terror rojo”, con fusilamientos y “paseíllos”, previamente al comienzo de la Guerra Civil. Estos malhechores se refugiaban, tras la contienda, en las abundantes cuevas y abrigos existentes en torno a esta cara del Aznaitín.

Tras el singular paso por La Secreta, volvemos sobre nuestros pasos y remontamos por el cordel de la Dehesa, una vía pecuaria que recorre los pastos comunales de la Dehesa Boyal, perteneciente al municipio de Albanchez. La cuesta se empina buscando la vereda de Cañada Hermosa, llegando a un cortijo con una preciosa alberca circular y su era. Es casa Amado y ya casi llegando al vehículo, el manantial del Borbote, abrevadero-descansadero de ganado de esta cañada real, que tiene el agua sobrante, canalizada al municipio.

Esta zona, es otro de los puntos de Jaén, donde están muy presentes las pinturas rupestres, encontrando, en torno a este paraje 14 ó 15 ubicaciones con pinturas.

Araña Toro o Negra de los Alcornocales (Macrothele calpeiana). Es la araña más grande de Europa y la única especie protegida por la normativa europea, estando incluida en el Convenio de Berna para la protección de especies y en la Directiva Hábitat de la Unión Europea. Es endémica del sur de España con 5 poblaciones fragmentadas, Cádiz, Huelva, Málaga, Granada y Jaén. Tiene la peculiaridad de ser un endemismo doble, por la propia araña y la presencia, siempre, de un ácaro (Androlaelaps pilosus) situado sobre la fóvea de su cefalotórax (pequeña hendidura tras los ojos, justo antes del abdomen). Es un parásito de esta araña y que vive sobre ella y en el nido. Es tan endémico y exclusivo como el propio arácnido.

Aunque vive en bosques bien desarrollados, como en el caso del Parque Natural de Cazorla, Segura, Las Villas y El Pozo, resulta sorprendente que en Mágina habita zonas más despobladas y desprotegidas de vegetación. Posee costumbres vespertinas y nocturnas, por lo que no es fácil de ver. Hace sus nidos cubiertos de seda en el suelo en troncos de árboles, a veces bajo piedras y troncos. Está tapizado de seda para capturar a sus presas. Es una araña que, al sentirse molestada, levanta las patas delanteras en posición disuasoria, mostrando sus potentes y afilados quelíceros. Su mordedura es muy dolorosa, por lo que es importante no hurgar en los nidos. En caso contrario, nos arriesgamos a ser mordidos y/o destruir el hábitat de una especie protegida por la ley.