Rozando las nubes

Cuando piensas en montañas, es imposible que no se te vengan a la mente imágenes de cumbres nevadas y picos de difícil acceso, pero las montañas son mucho más que eso. Las escarpadas cordilleras nos ofrecen bellísimas estampas, gratos recuerdos y forman ecosistemas en constante cambio. Cuando hablamos de montañas dentro de nuestra provincia, tenemos que destacar nuestra más celebre cumbre, Pico Mágina.

Dentro del propio Parque Natural, al que da nombre y casi en el centro del mismo, se encuentra el techo de la provincia. A 2.167 metros sobre el nivel del mar para ser exactos y rodeado de otras cimas de alturas similares, se ubica este Pico Mágina. Lejos de ser un cerro aislado, constituye todo un calar, un bloque de piedra caliza que recoge todas las precipitaciones en forma de agua y en muchas ocasiones de nieve, caídas sobre su escarpada orografía. Hablar de Mágina es, sin duda, hablar de un lugar de contrastes. Donde poder subir por encima de las nubes o descender por sus numerosas cuevas y simas, donde en apenas unos pocos kilómetros puedes atravesar una zona semi-desértica y al poco poder disfrutar del fresco aire del Pinar de Cánavas en Jimena, sus inhóspitas cumbres y el vergel de sus arroyos. Esculpida por la fuerza de los vientos y la erosión del agua y el hielo para crear todo un sistema kárstico.

No os voy a engañar, subir hasta Mágina o dormir en el refugio de Miramundos no es una caminata para pusilánimes y menos con climatología adversa, aunque siempre existen formas de recortar kilómetros. Posiblemente la opción más larga, posiblemente no la más exigente a nivel físico, sería comenzar desde el Centro de Visitantes de Mata Bejid. Aunque la mayor parte de nuestra ruta será por una pista, no hay que olvidar que la mayor parte del recorrido es subida, por lo que es recomendable adaptarse a un ritmo lento pero constante.

Al principio nos rodean bosques de encinas, que al elevarnos se tornan en altos pinos carrascos y negrales y poco a poco apenas en algunos espinos, majuelos, piornos y sabinas rastreras, cuando superamos los 1700 metros aproximadamente. Vistas a toda la comarca y a sus bellas poblaciones, arroyos estacionarios y vestigios de la siempre arraigada ganadería como atestigua la tinada de la Cruz, todo iluminado por los bellos reflejos de la piedra caliza. Cuesta imaginar que sitios tan desgarradoramente hermosos, existan tan cerca de nuestra capital. Los últimos kilómetros desde el Collado del Puerto, donde desaparece la pista y pasamos a un pedregoso sendero, lugar en el que habita unos de esos seres especiales, dos preciosos endemismos vegetales conocidos como Junirea fonquieri y Crepis granatensis, son los más duros, pero la cima cada vez está más próxima. La Hoya de los Tejos es uno de los mejores lugares para reponer el aliento y descansar las piernas. Otro empujón por escarpados senderos y ya estamos en la ante cima que nos lleva a Miramundos.

Y al fin el último esfuerzo... Pico Mágina, toda la provincia a nuestros pies, impresionantes vistas a decenas de kilómetros a la redonda y un viento que arrecia por momentos. Qué sensación tan indescriptible sentirse en el techo de Jaén, haber superado más de una quincena de kilómetros y el millar de metros en vertical, el esfuerzo bien merece la pena y la satisfacción nunca es empañada por el esfuerzo. Sierra Mágina, la “Señora de Nuestras Montañas”, una obra de arte de la naturaleza, un oasis de piedra en un mar de olivos.