Respuestas al cáncer cerebral

Investigadores españoles descubren cómo el gliobastoma, el tumor cerebral más frecuente y dañino, invade el tejido sano sin apenas ofrecer resistencia

29 sep 2019 / 12:17 H.

Investigadores españoles descubren cómo consigue el glioblastoma, el cáncer cerebral más frecuente y agresivo, invadir el tejido sano sin apenas resistencia, un hallazgo que podría convertirse en un “talón de Aquiles” que logre frenar la progresión de este cáncer cerebral. El objetivo del trabajo, publicado en la “revista PNAS’” es desactivar la función antitumoral que poseen estas células, denominadas pericitos, y obligarlas a trabajar en la expansión del tumor. Este cambio en la función de los pericitos, que dejan de ser células defensoras para convertirse en “enemigas”, lo logra el glioblastoma alterando uno de los “servicios de limpieza” celular, la autofagia mediada por chaperonas.

Y es que, mediante la autofagia la célula descompone y destruye proteínas dañadas o anómalas, y las chaperonas son proteínas que trabajan activamente en esta tarea. La alteración por el glioblastoma de este servicio de limpieza cambia la función de defensa proinflamatoria de los pericitos por otra inmunosupresora, que favorece la supervivencia del tumor. Concretamente, en la investigación se ha podido comprobar en un modelo de ratón que el bloqueo de esta autofagia anómala dificulta el desarrollo del tumor, al provocar la adhesión defectuosa del glioblastoma al pericito y, con ello, la muerte de las células cancerosas, por lo que se convierte en un objetivo terapéutico prometedor.

Este estudio está liderado por Rut Valdor, investigadora del departamento Medicina Interna, Grupo Terapia celular y TPH-Universidad de Murcia, que ha contado con la colaboración de David García-Bernal, Carlos M. Martinez y Jose M. Moraleda, también de MIB-Arrixaca; Dolores Riquelme y Salvador Martinez, del Instituto de Neurociencias, Consejo Superior de Investigaciones Científicas de la niversidad de Miguel Hernández en Alicante, y Ana Maria Cuervo y Fernando Macia, del Departamento de Biología Molecular del Desarrollo, Facultad de Medicina Albert Einstein en Nueva York (EEUU).

La investigación revela “una capacidad previamente desconocida del tumor cerebral para modular las proteínas que regulan una respuesta inmune eficaz contra el tumor en los pericitos a través de la autofagia mediada por chaperonas”. “Se trata de un mecanismo de degradación de proteínas específicas que esta altamente desregulado y degrada esas proteínas de manera tan masiva que desajusta las funciones de defensa contra el tumor, ayudándole en su propia progresión”, añadió Valdor. Concretamente se muestra que modula la autofagia mediada por chaperonas (AMC) en los pericitos, y promover así la progresión del tumor. “Nuestros resultados apuntan a la AMC como un objetivo terapéutico prometedor para tratar este agresivo cáncer cerebral hasta ahora sin cura”, afirmó el doctor Martínez. Trabajos previos del grupo mostraron que la influencia del glioblastoma sobre el pericito impide que los linfocitos T destructivos puedan atacar al tumor. “Por eso el cerebro no detecta el glioblastoma y no puede reaccionar contra él”, añadió. Este nuevo hallazgo estrecha el cerco contra este agresivo tumor cerebral y está en sintonía con la hipótesis actual sobre el papel de la autofagia en la supresión de los primeros estadíos del desarrollo tumoral y cómo las alteraciones en este proceso contribuyen a su progresión.