Portadores de felicidad

La expedición sanitaria jiennense devolvió la salud a 228 personas que fueron intervenidas quirúrgicamente. En los 13 días de trabajo se atendió a 671 personas en atención primaria, todo ello, gracias a Quesada Solidaria

20 mar 2016 / 10:20 H.

Si el movimiento se demuestra andando, la solidaridad, también. Aunque para ello haya que desplazarse a varios miles de kilómetros, unos 8.500 a ojo de buen cubero, que es la distancia entre Madrid y Managua. Cuando el equipo médico quirúrgico partió, el pasado 18 de febrero, lo hizo con el bagaje cargado de ilusión, esperanza y material quirúrgico y fungible, que es como se llama al material sanitario que se utiliza para terapia intravenosa, apósitos, vendajes y de protección tanto para el profesional como para el paciente. A su regreso a Jaén, el pasado 3 de marzo, sus rostros, con signos evidentes de cansancio, dibujaban la sonrisa inevitable que produce el trabajo bien hecho y en la que se lee: “misión cumplida”.

El equipo médico-quirúrgico, perteneciente a la ONG Quesada Solidaria, que forma parte de la plantilla del Hospital Médico-Quirúrgico de Jaén, se trasladó a la Clínica Nazaret de San Rafael del Norte (Nicaragua) para operar a pacientes y hacer tanto exploraciones radiológicas como consultas de atención primaria. Lo formaban nueve especialistas. A saber: tres cirujanos generales, Manuel Sánchez, José Úbeda y Basilio Dueñas; la anestesista, Marta Raya; el radiólogo vasco Armando Gozalo; el médico de familia, Francisco Vico, y las enfermeras Eva García, Isabel López y Francisco Carrasco. No fueron solo con su experiencia y con las manos vacías. Estos sanitarios transportaron el material necesario para hacer todas las intervenciones quirúrgicas. Y la carga no era ligera, unos 270 kilos de material entre medicamentos y fungibles.

En teoría, se atiende a la población de la comarca de Jinotega, en la que habitan más de 30.000 almas, pero en la realidad acuden gentes de otros lugares más lejanos.

“Las patologías que atendemos son fundamentalmente varices, vesículas o hernias que solo se operan en este hospital, ya que la Sanidad pública nicaragüense no hace este tipo de intervenciones y se desplazan para que los operemos allí desde Managua, Matagalpa y otros sitios diferentes de la zona que cubrimos”, manifiesta Basilio Dueñas, cirujano, presidente y fundador de Quesada Solidaria. La población de san Rafael del Norte tiene muy pocos recursos sanitarios. “Allí —asegura Dueñas—, existe un centro de salud que está actualmente en obras y la atención médica es muy precaria tanto en medios como en material”.

Para ser lo más eficaces posible, partieron con una planificación rigurosa: El primer día lo dedicamos a valorar a los enfermos y las enfermeras a preparar los quirófanos”, añade el cirujano jiennense. Ese día, asegura, valoraron a 270 pacientes, que se dice pronto.

“El segundo día —prosigue— comenzamos las intervenciones quirúrgicas y el médico de atención primaria y el radiólogo continuaron con sus consultas”. En total, el equipo jiennense realizó 228 intervenciones quirúrgicas, 671 consultas de atención primaria y 403 ecografías vasculares y abdominales.

Basilio Dueñas recuerda que esta expedición era la del vigésimo proyecto o, dicho de otra forma, ya que tanto monta, la de las 20 jornadas quirúrgicas de Quesada Solidaria. “Son ya 20 las veces que hemos ido, tanto en el mes de febrero como en septiembre”, apostilla. En cierto modo, Quesada Solidaria es responsable de la Clínica Nazaret, en un sentido moral y afectivo, pues esta ONG jiennense la construyó en su mayor parte, y la montó y equipó en su totalidad.

Hasta entonces Quesada Solidaria estaba centrada en la ayuda al pueblo de Quezada, con zeta, en Guatemala, pero un miembro de la Orden Franciscana les pidió que estudiaran la posibilidad de continuar algo que ellos habían comenzado y que tuvieron que dejarlo por falta de apoyo. Se refería a la construcción del hospital Nazaret, en el municipio de San Rafael del Norte (Nicaragua). La ONG se movilizó y encontró pronta respuesta de la ciudadanía jiennense. La Clínica Nazaret apenas tenía hechos los cimientos y Quesada Solidaria apechugó con todo el resto de la construcción. De ahí que tenga una responsabilidad contraída con esa población. También el Servicio Andaluz de Salud (SAS) pone su granito de arena. Él es quien aporta material sanitario y medicación necesarias para que los voluntarios realicen su labor, además de conceder permisos laborales a sus profesionales, aunque en ocasiones, estos destinan parte de sus vacaciones a las misiones de solidaridad.

Peregrinaje. En ciertas épocas del año, la Clínica Nazaret se convierte en una especie de centro de peregrinación de enfermos. “Ya no solo vamos nosotros a operar, sino que allí también acuden ONG de Estados Unidos y equipos médicos nicaragüenses, porque es un hospital que reúne muy buenas condiciones para realizar intervenciones quirúrgicas y funciona gran parte del año”, apunta Basilio Dueñas. Esta última expedición ha servido también para comprobar que la situación de la población del área de influencia de la clínica apenas ha cambiado de la que encontraron cuando acometieron el proyecto: “Hemos vuelto a comprobar, una vez más, que las carencias en aquella zona son aún muy grandes, aunque cada vez se cubren más con las aportaciones de colectivos de países desarrollados. Toda la asistencia que reciben sus habitantes es gracias a la solidaridad y altruismo de profesionales como nosotros”, subraya el presidente de Quesada Solidaria.

Además de en la salud, Quesada Solidaria trabaja en otros sectores como la enseñanza. En ese sentido ha construido varias escuelas, a las que acuden voluntarios jiennenses que son maestros.

En el municipio San Rafael del Norte existe un solo centro de salud llamado “Francisco Castillo Lanzas”, está situado en la cabecera municipal. Las comunidades disponen de un único puesto de salud, en la comunidad de San Marcos. El resto de comunidades no tienen y la unidad de salud más próxima se encuentra a más de 10 kilómetros de distancia. Las mayores causas de consulta de los nicaragüenses que viven en este departamento o comarca son enfermedades respiratorias, de la piel, diarrea, parásitos. En los centros de salud se atiende también el control del embarazo y el crecimiento y desarrollo de los menores.

Dos comunidades del municipio son abastecidas con agua potable, la de Sabana Grande y La Tejera, las otras comarcas no tienen agua potable, consumen agua de ríos y de pozos públicos. El sistema de alcantarillado no existe. Y las infecciones y parásitos están a la orden del día. Ese es el panorama sanitario.

Dos misiones al año
idcon=12099425;order=17

El equipo quirúrgico de Quesada Solidaria tiene por norma viajar en dos ocasiones a Nicaragua, una en febrero y la otra en septiembre. Estas imágenes recogen lo que es el día a día en la atención médica y quirúrgica en la Clínica Nazaret, de San Rafael del Norte, en la comarca de Jinotega. La idea inicial era atender a esa población de cirugías que no las ofrece la sanidad nicaragüense; pero, ante la escasez de medios de la población, acuden enfermos tanto de la capital Managua, como de otras zonas retiradas. Los sanitarios jiennenses trabajan los días que están allí sin dar abasto, con el mínimo descanso para recuperar fuerzas.