Oficios olvidados

Los nuevos tiempos han provocado que diferentes formas de vida y profesión queden en el olvido mientras la sociedad avanza hacia nuevos estilos de trabajo que no tiene relación con el campo y los lugares puramente rurales

    19 ene 2020 / 11:58 H.

    La sociedad actual ha avanzado a pasos agigantados durante las últimas décadas. A pesar de llevar con nosotros poco más de 20 años, casi es imposible imaginar un mundo sin acceso a internet y libre de móviles. Parece que hubiera pasado más de una vida desde que los pastores, tenían que atravesar los montes apenas ataviados con un morral y un par de vellones de oveja a sus espaldas, en compañía de uno o dos fieles perros con los que se entendía mejor que con la mayoría de seres humanos. Todos conocemos algunos oficios típicamente rurales. Pastores, bomberos forestales o Agentes de medio ambiente transitan diariamente por nuestros montes en la actualidad, sin embargo, muchos trabajos se han desarrollado bajo el amparo de nuestras durante cientos de años. Oficios que han sido registrados en una extensa bibliografía y que poco a poco la historia les ha mostrado su cara más cruel, hasta dejarlos como escuetos testimonios de un pasado que parece muy lejano para recordar. Hace no tanto tiempo, las sierras estaban pobladas de vida, existía gente que habitaba cortijadas aisladas y que necesitaban materiales no siempre disponibles a su alcance. Aquí aparece la figura de los “Trajineros o Recoveros”, personas que se dedicaban al comercio ambulante, generalmente comerciando con paños, telas, menaje o pescado en salazón. En muchos casos eran para numerosas familias casi su único contacto con un mundo exterior que no dejaba de crecer y expandirse. El nombre de Recoveros procede de recova, un término en desuso para determinar la compraventa de gallinas y otras aves.

    La corta y saca de madera ha sido la principal fuente de ingresos de una gran parte de la población serrana, dando nombre incluso a algunos afluentes del río Segura como es el caso de Río Madera. Árboles de la Sierra de Cazorla aún forman parte de la Fábrica de Tabacos de Sevilla. Junto con el carbón, la cal, la pez o alquitrán vegetal, miera o incluso hielo, todos ellos recursos muy preciados, creaban caminos de herradura y senderos más o menos transitados, algunos de los cuales han llegado hasta nuestros días. Quizá uno de los trabajos más peculiares de los que se desarrollaban en la profundidad de la sierra, era el oficio de Pelusero. Hombres curtidos que recorrían laderas y barrancos en busca de los lugares con el aire más puro, donde mejor se desarrollan los líquenes. Este curioso ser vivo, parte vegetal y parte hongo, era muy cotizado como fijador de perfumes y esencias.

    No podía dejar de comentar este pequeño repaso por algunos oficios tradicionales sin comentar la figura del corchero y el resinero. Por una parte los corcheros se dedican a extraer la corteza de los alcornoques, equipados de su característica hacha que permite abrir el corcho y extraer grandes láminas, posteriormente transportan grandes fardos generalmente en mulo hasta zonas más accesibles. La profesión de resinero está volviendo a ganar repercusión y a devolver la importancia del uso de productos naturales. La resina se extrae haciendo una incisión en la corteza de los pinos y se le coloca un pote de arcilla para recogerla, tras procesarla se emplea para crear gomas o extraer trementina un excelente disolvente. Muchas labores realizadas en nuestras escarpadas serranías simplemente se han diluido en el tiempo. La mejora de las infraestructuras, el avance de la industria química, la aparición de tejidos sintéticos... son muchos los factores que han provocado que dejemos de usar productos de origen natural. La tecnología engulló a la tradición a un ritmo desorbitado.

    Un trabajo que es necesario en el mundo rural
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    A pesar de lo que pueda parecer, hay oficios que son de gran importancia dentro del mundo rural y que ayudan al resto, aunque a veces no se tenga en cuenta. Por esto es importante que los oficios antiguos, que forman parte de muchas generaciones y que perviven desde hace muchas décadas prosigan de la manera natural y esperada. También estaban aquellos que se dedicaban a comerciar con trapos, telas y diferentes productos que se encuentran en la naturaleza, como por ejemplo, el carbón.